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La campaña de calumnias continúa con mensajes difundidos en las denominadas redes sociales en un intento de conducir al pueblo a una lucha fratricida

Lunes 12 de agosto de 2019, por Ciudad de México

Ciudad de México 12 de agosto de 2019

A la opinión pública

El Estado mexicano representado en el estado de Chiapas por Rutilio Escandón Cadenas continúa obcecado en mantener la campaña represiva contra el movimiento popular, ahora reaviva las calumnias contra el FNLS a través de mensajes enviados a la página oficial del frente. Son varios vituperios que se vierten donde aseguran “tener pruebas” de las actividades que denominan “delincuenciales”.

Está claro que tales “mensajes” tiene el propósito de provocar a la organización, no nos asusta el lenguaje vulgar con el cual son redactados, con tal de hacer pasar que sus comentarios son parte del pueblo, como si el pueblo utilizara vocablos coloquiales por moda o pose. El lenguaje golpeado es propio de las condiciones de oprobio que se vive en el trabajo, al intentar vender el producto de jornadas intensas de labores productivas…

Este tipo de vocabulario en boca y este caso en texto de un provocador policíaco denota una esencia grotesca que deja al desnudo su naturaleza y origen en el gobierno chiapaneco, manifiesta en deseo gubernamental de conducir al pueblo a un lucha fratricida al suponer que este tipo de señalamientos serán “viralizados” y con ello dar rienda suelta a la vocación represiva de la actual administración chiapaneca.

El pueblo trabajador conoce y ubica muy bien quiénes son sus enemigos de clase, distingue entre un político de oficio que hace carrera en las instituciones del Estado a base de prebendas, mentiras y represión a una parte del pueblo que es explotado, reprimido, víctima de crímenes de Estado y de lesa humanidad, situación muy distinta de quien se pertrecha de las cámaras y las acomoda de tal manera de poder llevar a cabo una labor policíaca.

El montaje de la campaña de linchamiento preparado, organizado y ejecutado por agentes policíacos es con la intención de quitar la esencia política de la movilización popular, es sesgar la información para que se imponga la versión de que la acción de protección de la colectividad es el fin y no un medio para tratar de evitar la represión.

Insistir en el supuesto robo de una suma millonaria de pesos que nuevamente hace hincapié el Fiscal General del Estado Jorge Luis Llaven Abarca es una maniobra burda para justificar una nueva oleada de represión contra el FNLS, ahora toda la maquinaria de Estado fue echada a andar con los elementos policíacos que se hacen pasar por supuestas “personas del pueblo”.

Es una maniobra burda pretender inhibir la solidaridad entre hermanos de clase con semejantes calumnias, es un absurdo siquiera suponer que esa suma de dinero fue repartida entre la comunidad y los “líderes”. Nada más falso y ruin, porque nuestra organización no es una horda de delincuentes, el gobierno y sus policías creen que todos son de su condición, no es un secreto que en cada desalojo ellos roban y se reparten como vil banda de delincuentes el botín.

Hacer alusión a las masas trabajadoras y comunidades indígenas organizadas como “indios delincuentes” denota un claro sentir de clase, es el odio que la burguesía y sus testaferros manifiestan hacia el pueblo, para ellos sólo es un “buen hombre” aquel que les besa la mano, quien se deja explotar sumisamente.

Señalar que el volanteo en las carreteras y la difusión política es un acto de cobardía marca la actitud de provocación policíaca, es no entender ni un ápice de lo significa la movilización popular. Al transportista se le informa, se le explica de la razón de la protesta y se le invita a solidarizarse con alguna cooperación.

Es verdad, hay personas que desde que ven a la distancia la movilización empiezan a despotricar contra el pueblo, vituperan y ofenden, aun así la respuesta no es la agresión, porque debemos insistir que nuestra actividad no es por resentimiento social. Únicamente existe el esfuerzo de cuidar dentro del marco posible la integridad de la colectividad, ya que estos sujetos que vituperan confiesan sentir el deseo de “atropellar a esos indios” .

El odio xenófobo es muy evidente en toda esa retahíla de mensajes ofensivos enviados a nuestra página oficial, suponer que el hecho de pertenecer a una comunidad indígena es sinónimo de ignorante, de falta de criterio propio para abstraer conclusiones. Tienen razón, no todos tuvieron la oportunidad de aprender a leer y escribir, pero eso no es una vergüenza, porque quien niega el derecho a la educación es el Estado, sin embargo, como organización realizamos esfuerzos pedagógicos para romper con las cadenas de la ignorancia.

El materialismo filosófico se estudia y se abstrae en nuestras comunidades, nuestros compañeros están claros de lo que significa la lucha por el socialismo, abolir la propiedad privada y socializar los medios de producción. Están conscientes de que es una lucha de largo aliento y para ello nos pertrechamos de la conciencia proletaria.

Nos negamos a ser sujetos alienados al régimen, luchamos contra el analfabetismo funcional de quienes se creen sesudos pensantes, pero repiten como merolicos la ideología burguesa, quienes se sienten parte de la clase explotadora sólo porque logró escalar unos peldaños en su estatus social.

Nuestra crítica no es visceral, a pesar de los calificativos peyorativos invitamos a quienes no están de acuerdo a discutir, pero esta discusión debe ser conceptual y con fundamento en categorías. Cuestionar las formas es propio de pusilánimes cuando la violencia se cuela por todos los rincones del país, la necesidad llama a generalizar las acciones políticas de masas para hacer frente a la represión y al terrorismo de Estado.

Ni delincuentes, ni asaltantes, ni ignorantes, somos pueblo que decimos luchar con dignidad en la conquista de nuestros derechos y libertades políticas. La disposición a platicar siempre estuvo y está de nuestro lado, pero el diálogo con base a amenazas y vituperios no lo entendemos, mientras tanto, seguiremos en la denuncia que de objetivarse el baño de sangre son responsables el gobernador del estado Rutilio Escandón Cadenas, el secretario de gobierno Ismael Brito Mazariegos, y, el fiscal general del estado Jorge Luis Llaven Abarca.

Manifestamos nuestro repudio a la actitud asumida por los encargados de la política interna del gobierno chiapaneco, quienes mantienen vivos sus deseos de cebarse contra las masas inermes. En estas condiciones su renuncia es una exigencia ante los derroteros nefastos al que condujeron a las masas trabajadoras en apenas siete meses gobierno.

Atentamente

¡Presentación con vida de todos los detenidos desaparecidos por el régimen!
¡Libertad inmediata de nuestro compañero Javier González Díaz!
¡Alto a la criminalización de la protesta popular!
¡Alto al terrorismo de Estado!

¡Por la unidad obrera, campesino, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS

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