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Ayotzinapa un crimen de Estado en el que se encubre a los responsables

Jueves 3 de noviembre de 2022, por Ciudad de México

Ciudad de México a 03 de noviembre de 2022

A la opinión pública:

Ayotzinapa un crimen de Estado en el que se encubre a los responsables

Ayotzinapa es un crimen de Estado, cuya autoría se encuentra en las estructuras de éste, sin que hasta la fecha se hallan presentado ante la “justicia” a los responsables materiales e intelectuales del cometido del crimen de lesa humanidad. A pesar de los dichos por el Ejecutivo federal sobre la impartición de justicia para este y otros casos de desaparición forzada, las trabas en la ejecución de órdenes de aprehensión contra militares y funcionarios públicos develan la línea de investigación por la que se inclina el gobierno federal para mantener la impunidad en el crimen cometido.

El teje y maneje en la investigación, de la “verdad sobre la verdad histórica”, refleja el grado de encubrimiento y protección que se les provee a los responsables del artero crimen de la desaparición forzada en la humanidad de los estudiantes normalistas, en tal sentido, la impunidad como política de gobierno y Estado.

Desde el gobierno federal se selecciona la información para la investigación respecto al caso Ayotzinapa, lo cual habla del control y la dictadura de opinión que se ejerce desde palacio nacional para mantener la impunidad sobre quienes se ha confirmado su participación directa en el crimen cometido la noche del 26 de septiembre de 2014. Aún con lo evidente, el Ejecutivo minimiza la participación de la institución castrense tratando de deslindarlo arguyendo que no es política de Estado, sino ¿hechos aislados y herencia de corruptos?

Es de conocimiento público la responsabilidad del Ejército y corporaciones policíacas, coordinación en el despliegue de las fuerzas castrenses para el cometido de múltiples crímenes contra los estudiantes normalistas aquella noche de iguala. La información verídica que asevero el Ejecutivo sobre el caso Ayotzinapa arrojado por la comisión de la verdad de su gobierno, se convirtió en un engaño y un intento por convencer a la opinión pública y particular a los familiares de las víctimas y dar carpetazo al caso.

La atención que este gobierno da a los casos de crímenes de lesa humanidad es una burla, humilla a las víctimas, las revictimiza y actúa de forma indolente.Crea una verdad sobre falsedades, mantiene oculta la verdad de los hechos, se desechan pruebas, se cancelan ordenes de aprehensión contra militares y se impone una versión oficial que anula líneas de investigación que puede dejar al descubierto a los responsables materiales e intelectuales del crimen cometido.

Con señalamientos despectivos y especulaciones absurdas del jefe de las fuerzas armadas, se deslinda de su responsabilidad en la impartición de justicia para éste y otros casos, desvía la exigencia de presentación con vida y castigo a los culpables. No existe una respuesta puntual en la exigencia de los familiares para el juicio y castigo a los responsables, solo impunidad.

En este sexenio se demuestra que la justicia no va a llegar nunca por buena voluntad de los hombres del régimen, de los políticos de oficio y de las instancias del régimen, este hecho demuestra también que el pueblo tiene que sostener la exigencia permanente a través de la denuncia política y la movilización popular. Los “ hombres íntegros”al que hace referencia el gobierno en turno, no existen en las instituciones burguesas, todo cuanto han hecho es dejar en libertad a los políticos y funcionarios responsables de crímenes de lesa humanidad.

La política represiva persiste, sin importar las siglas partidistas que se encuentren en la silla presidencial, se sigue la misma línea política que todo funcionario público aplica como fiel servidor al capital nacional; ahí aplica la opinión del presidente cuando declara: “le tenemos toda la confianza a Encinas. Es un hombre íntegro, recto, incapaz de falsear información…”, sin embargo, la verdad histórica del gobierno actual cae por los suelos y los responsables intelectuales del crimen gozan de impunidad y están en libertad.

Mientras se habla bien del subsecretario de Derechos Humanos, los familiares de los detenidos desaparecidos viven con la angustia, incertidumbre, dolor constante por la ausencia forzada de su ser querido; no existe respeto al dolor que representa una desaparición forzada de un hijo, hermano, padre, madre, compañero de vida, se juega con el dolor de los familiares y se revictimiza a las víctimas.

Más que asegurar una y otra vez que “no hay impunidad para nadie” lo que se necesita son hechos concretos en investigación científica de carácter multidisciplinaria, en la que la opinión de los familiares de las víctimas se tome en cuenta y la impartición de justicia se aplique tal y como fue la responsabilidad de cada uno de los implicados.

La política de impunidad persiste, por lo que es necesario que las acciones políticas se desplieguen en el plano nacional en coordinación con el aspecto jurídico y de derechos humanos en la exigencia de verdad y justicia, sin la movilización la pretensión de cerrar el caso de la desaparición forzada de los estudiantes normalistas puede ser una realidad.

Que el puño proletario unifique la demanda de presentación con vida y castigo a los culpables para asestar golpes a la política represiva que pretende mantener en la impunidad los casos de desaparición forzada.

Fraternal y combativamente

¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!
¡presentación con vida y castigo a los culpables!
¡Sin presentación con vida, la impunidad es política de gobierno!
¡Por la unidad obrero, campesino, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS

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