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Ponencia del FNLS en la conferencia política. Terrorismo de Estado y el daño al ser psíquico
Jueves 17 de octubre de 2019, por
Ciudad de México a 17 de octubre de 2019
AFECCIONES AL SER PSíQUICO EN EL TERRORISMO DE ESTADO
El terrorismo de Estado es una política de gobierno que se ejecuta sexenio tras sexenio independientemente de quien asuma la silla presidencial, el distintivo de ésta es mantener el control político ideológico de la población. Por medio de los crímenes de Estado como la desaparición forzada, ejecución extrajudicial, asesinato político, tortura… la integridad física de los seres humanos se ve sometida a distintos flagelos, y con ello, la psique humana es alteraciones en sus funciones cognitivas, afectivas y volitivas para responder de manera adecuada ante flagelos de magnitudes descomunales.
Con la desaparición forzada de personas se pretende generar el terror, zozobra, dolor constante y taladrante que deja la ausencia de un ser querido, con este crimen los procesos cognitivos que permitirían una adaptación creativa se ven atrofiados, ya que el reconocimiento y atención a los estímulos externos se pierden, por lo que los familiares directos se encuentran en un estado de agnosia, al perder interés de lo que ocurre fuera de sí.
El pensamiento se dirige hacia el familiar ausente, en su estado de salud, en el lugar donde se encuentra, si ha consumido o no alimentos; es decir, el crimen que fue cometido sobre un ser querido irradia los efectos nocivos a otros miembros del núcleo familiar que genera angustia por no tener información sobre la víctima.
Cuando recién se da la noticia sobre la desaparición forzada el estado de negación e incredulidad se hacen presenten. La incertidumbre de encontrar a la brevedad posible a la víctima produce un estado de alerta ante cualquier noticia que se pudiera dar sobre el acontecimiento, ante tal condición, al familiar se le observa absorto de lo que acontece a su alrededor.
Al recordar o pensar en el familiar se evoca todo aquello que tiene relación con el ser querido, lo demás no es de su interés. Se inhibe la capacidad de reconocer lo que sucede en el contexto social, porque el dolor psíquico es constante ante la violencia desenfrenada del Estado.
Las emociones, sentimientos, intereses, aspiraciones que genera la desaparición forzada expresan la magnitud de este crimen, por ejemplo, el estado de agitación ante la ausencia del padre, hijo (a), esposo(a), hermano (a) trastorna la expresión de las emociones y sentimientos, ya que ésta se vuelve desbordante e intensa por el inminente riesgo que el familiar pueda ser privado de la vida.
Se presenta el duelo alterado, ya que no se tiene certeza si el familiar ausente esté vivo o muerto, además que fisiológicamente las conexiones neuronales que se formaron en la relación humana con la víctima se activan en el recuerdo diario del familiar. A través de las fotografías, pertenencias u otras personas se accede a su presencia de manera simbólica.
Cuando un familiar perece, los vínculos afectivos se modifican y las conexiones neuronales tienen que ser sustituidas por otras, ante ello se pasa por una situación penosa que permite resignificar la pérdida física del familiar y finalmente elaborar el duelo, en una desaparición forzada por naturaleza el duelo no se elabora porque la incertidumbre es constante.
En el núcleo familiar cada integrante de esta cumple un rol específico que permite dar equilibrio a la dinámica y función de la familia, por lo que la ausencia forzada de un integrante de ésta rompe con la dinámica familiar, alterándose los roles que cada uno de los miembros tenía antes de la desaparición forzada.
La angustia, zozobra, miedo se extiende no sólo al cónyuge (en caso de ser el esposo quien se encuentre detenido-desaparecido) sino también a los hijos, hermanos, padres, amigos compañeros de trabajo de la víctima y aun más a las personas con quienes los familiares directos guardan una relación humana. Es un crimen que no cesa mientras no se dé con el paradero de los detenidos desaparecidos, incluso las enfermedades físicas se hacen presentes.
En este sentido Smirnov, Rubinstein, Leontiev y Tieplov (1960), declaran que “las noticias desagradables pueden motivar en el individuo grandes alteraciones en todo su organismo: espasmos en las arterias coronarias, de las vías biliares, aparición de ictericia; hay incluso casos en que el individuo encanece en unas cuantas horas. Todos estos fenómenos demuestran que las alteraciones de los procesos de excitación en la corteza cerebral pueden difundirse a la subcorteza y motivar cambios bruscos del metabolismo de la circulación y de otras funciones orgánicas”.
En referencia a los procesos volitivos, estos surgen de manera consciente en la necesidad del hombre por transformar las condiciones de vida, que en el capitalismo son de miseria, explotación económica y opresión política, por ello dirige sus esfuerzos y decisiones en aras de mejorar esas condiciones denigrantes. Sólo que con el terrorismo de Estado estos procesos volitivos están trastocados por la violencia de clase, con la finalidad de paralizar la psique humana y evitar el acto creativo en aras de formular una respuesta combativa ante el terror que causa el Estado.
En las detenciones arbitrarias contra luchadores sociales los métodos contrainsurgentes que se utilizan para quebrantar la voluntad de lucha es la tortura física y psicológica, el interrogatorio, asimismo, se busca la obtención de la biografía personal y la toma de fotografías para infundir en la psique la culpabilidad en la detención para ello deben colaborar en la elaboración de su expediente culposo.
Tres personas vestidas de civil me entregaron a la policía municipal de Las Rosas, Chiapas, estas me trasladaron a una celda en la que un policía de complexión delgado, alto se colgó un guante de color blanco y me golpeó con las dos manos extendidas sobre los oídos, causándome un dolor horrible en ambos oídos, por lo que, al ver venir el tercer golpe, moví la cabeza, entonces la mano derecha de mi agresor golpeó el ojo izquierdo. Después, con el puño cerrado, volvió a golpearme el ojo izquierdo, haciéndome perder el equilibrio hasta que caí al piso… (testimonio de Javier González Díaz, integrante del FNLS, preso político desde el 17 de julio de 2019)
El aislamiento es otra manera de doblegar y paralizar la psique del individuo, para ello las celdas obscuras o muy estrechas permiten que los órganos receptivos sufran alteración, el organismo se atrofie, disminuya la resistencia combativa de quien es rehén político para que finalmente declare lo que las instancias “procuradoras de justicia” desean obtener.
En cada detención arbitraria, en cada sesión de tortura que viven los presos políticos los verdugos se ceban en la víctima para quebrarlo ideológicamente, doblegar su moral, hacerlo dudar o renegar de sus convicciones, en cada sesión de tortura se le empuja a la deshumanización hasta convertirlo en piltrafa humana no sólo materialmente sino en el terreno ideológico y psíquico. En esa bestialidad, el torturador también se deshumaniza y sólo se siente “humano” en la medida en que ve sufrir a quien tiene en el potro de la tortura.
La exigencia de juicio y castigo a los autores materiales e intelectuales es una lucha justa que engloba la lucha por el respeto y derecho a la vida, a la dignidad humana, a la libertad de pensamiento… es negar la esencia humana y denigrarla en beneficio del desarrollo capitalista.
El terrorismo de Estado y los crímenes que lo componen no es infalible, se le puede hacer frente de manera organizada y combativa. Cada ser humano responde de distinta manera a un crimen de naturaleza profascista. Cuando esta actitud es creativa, con iniciativa y combatividad, los efectos de esta política criminal se rompen, ello da al sujeto una condición diferente capaz de sobreponerse a la violencia de Estado.
La organización popular, la acción combativa de las masas y la conciencia de clase, son los elementos que rompen con los efectos nocivos del terrorismo como política de gobierno. No se trata de un acto de catarsis, es la actitud consciente de las familias, amigos y compañeros de lucha las que pueden salir abantes de esta política criminal.
Quien lucha y exige la justicia por su ser querido de manera inherente hace suya a las demás víctimas del pueblo, en esto radica el carácter creativo de las masas que se convierte en una lucha de lago aliento. El único escenario posible de erradicación total de los crímenes de lesa humanidad es mediante la superación cualitativa del régimen y sólo así la justicia llegará y florecerá el ser humano en todo su esplendor como ser natural, psíquico, social y universal.
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS