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Denuncia pública. Ahora resulta que las víctimas se convierten en victimarios
Martes 23 de julio de 2019, por
San Cristóbal de Las Casas Chiapas a 23 de julio de 2019
A la opinión pública
El gobierno de Chiapas está empecinado en continuar la represión y el cometido de crímenes de lesa humanidad en lugar de dar atención a la demanda de libertad ante la injusta reclusión del compañero Javier; insiste en incriminar sobre la supuesta detención de elementos policíacos y amenaza con cometer más detenciones arbitrarias al nombrar a compañeros como responsables de acciones de esa naturaleza.
Es una irresponsabilidad las conclusiones a las que llegan medios como el “Heraldo de Chiapas” al encabezar sus notas como “El FNLS declara la guerra al gobierno”, es un absurdo siquiera suponer que una organización política de masas tenga la capacidad para tal efecto. De manera tendenciosa difunde información falsa con la intención de generar las condiciones para la represión.
Es una maniobra perversa la creación de un argumento tan fútil de que existe la retención de agentes policíacos, con ello intenta desviar la atención de la demanda de libertad inmediata de nuestro compañero y desvirtuar la lucha que emprendemos para exigir el cumplimiento a nuestras necesidades.
Resulta que las víctimas se convierten en victimarios, en los más “grandes delincuentes” a los que hay que combatir, que argumento tan trivial para atender las justas demandas del pueblo trabajador; desde el ejecutivo estatal y federal tratan de obviar la desaparición forzada, tortura y posterior detención ilegal de nuestro compañero Javier González Díaz, intentan eludir la responsabilidad en el intento de ejecución extrajudicial contra dos compañeros durante una manifestación de protesta en la carretera Ocosingo Altamirano. Crímenes de Estado y de lesa humanidad que por la gravedad del hecho deben ser atendidos en su justa dimensión.
¿Acaso piensan que los familiares de nuestro compañero están en un nicho de rosas, creen que no les preocupa su ser querido? ¿la angustia por la que pasan en estos momentos es fantasía? Por supuesto que no, la preocupación persiste, y no debe pasarse por alto.
Las acciones políticas que realiza el pueblo organizado no son actos vandálicos, mucho menos delincuenciales, es una forma de manifestar el descontento social ante las políticas de gobierno que afectan los intereses de los trabajadores. ¿Acaso exigir justicia es un delito?, ¿quién es el que realmente viola los derechos humanos? El único que viola los derechos humanos es el Estado, sus instituciones, funcionarios y agentes.
Una organización que exige la libertad inmediata e incondicional de su compañero no es sinónimo de secuestrador o vándalos, esos son argumentos policíacos que desde el Estado se vierten para criminalizar la protesta popular y generar las condiciones para la represión, de lo contrario, ¿a qué se debe la presencia de la Guardia nacional y el ejército mexicano en los municipios de Ocosingo, Altamirano y Venustiano Carranza en Chiapas? Desde luego que no es para proteger al ciudadano de la violencia institucional y el terrorismo de Estado, sino para impedir el derecho a la protesta y cometer detenciones arbitrarias contra integrantes de nuestra organización.
Una vez se comprueba que el ejército, la marina, las policías federal, estatal y municipal son el aparato represor que protege los intereses político y económico de los empresarios del país y del extranjero; acto más evidente en la administración de Rutilio Escandón Cadenas, quien se muestra servil a los intereses de oligarcas, en su gobierno no existe la mínima intención de atender los derechos y necesidades del pueblo trabajador.
Lo que queda a la vista es la naturaleza de un gobierno que está cada vez más identificado con prácticas fascistas, bajo el argumento del respeto al estado de derecho tiende el manto de la política de represión y criminaliza la organización popular. La prepotencia y la indolencia son el distintivo de algunos de sus funcionarios que únicamente saben condicionar al pueblo.
La máxima fascista es repetir una mentira mil veces y se hará verdad, así es como se dirige el gobierno actual, con doble discurso maquilla una realidad que no es, por un lado, expresa que va a respetar los derechos humanos y que la Guardia Nacional no va a reprimir; por otro, los hechos contradicen su discurso, porque las corporaciones policíacas al servicio del Estado cometen graves violaciones a los derechos humanos.
¿Por qué la insistencia de imponer una “verdad” a modo? ¿Con qué objeto se tiende información tendenciosa? La insistencia de colocar los hechos como verdaderos a favor del gobierno estatal es para justificar un acto violatorio de los derechos humanos y procesos judiciales y allanar el camino de la represión con el manto de la criminalización e incriminación de la protesta popular.
La realidad concreta nos devela una cosa, la esencia represiva del Estado mexicano está intacta, independientemente de quien ocupe la silla presidencial, ésta se mantiene, opera con diferentes denominaciones sin modificar la estructura medular; la administración actual cobija con el manto de la impunidad a Generales, comandantes o agentes policíacos y los mantiene activos en las estructuras del gobierno.
Qué otra explicación le podemos dar a los hechos ocurridos contra nuestros compañeros en el estado de Chiapas, eso se llama REPRESIÓN, aunque lo querían disfrazar como resguardo de la seguridad, ¿a qué tipo de seguridad le llaman?, ¿quiénes son realmente los delincuentes? En el pueblo organizado no los van a encontrar, estos están en las instituciones del Estado y sus elementos que forman la columna vertebral que los sostiene.
Obsesionados en su vocación pro fascista, las autoridades del gobierno chiapaneco quieren ver correr los ríos de sangre del pueblo en su administración, pretenden ahondar la herida que causaron los gobiernos neoliberales en las organizaciones populares. Así se manifiesta en la nula atención de nuestras demandas, por el contrario, incrementa las labores de hostigamiento y amenazas a través de la instalación de Bases de Operaciones Mixtas (BOM) en las inmediaciones de las comunidades organizadas en torno al FNLS.
Aunque funcionarios federales aludan que la Guardia Nacional no va a reprimir, éstos están en las comunidades y ejidos para actuar como agentes desclasados que no les importa la necesidad de las masas trabajadoras. Los retenes en las carreteras donde se encuentran las comunidades y ejidos pertenecientes al FNLS continúan, son constantes con la intención de intimidad y cometer más detenciones arbitrarias.
Helicópteros con vuelos rasantes, operativos en las inmediaciones de las comunidades movilizadas son constantes, los elementos policíacos y militares hacen gala de la potencia represiva de la posee del Estado al movilizar más de 60 convoyes de elementos policíacos de diferentes corporaciones. Esto lo único que indica es que la represión es el diálogo al que hacen referencia, los toletes y las balas es la manera de dirimir las problemáticas del pueblo.
La respuesta del gobierno chiapaneco y federal es la misma, no tienen la mínima intención de atender nuestras demandas, en lugar de atenderlas confrontan a las organizaciones e intentan imponer su verdad.
Lo que suceda contra integrantes de nuestra organización es responsabilidad de Rutilio Escandón Cadenas y del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, son los responsables de minimizar la desaparición forzada y tortura de nuestro compañero, quien actualmente está preso en calidad de rehén político en el CERESO No 5 de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, los delitos que le imputan son infundados y no hay razón para mantenerlo en esas condiciones.
Atentamente
¡Libertad inmediata de nuestro compañero Javier González Pérez!
¡Alto a la criminalización de la pobreza y protesta popular!
¡Por la unidad obrera, campesina, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS