10 de mayo ¡Ni una madre más que deba soportar el dolor de la ausencia de sus hijos por la desaparición forzada!

Ciudad de México a 10 de mayo de 2019

La desaparición forzada es un crimen de lesa humanidad que desangra millones de hogares mexicanos, a cada una de las víctimas les corresponde una vida, una historia y una familia. Son madres, padres, hijos, hermanas… quienes sienten en su ser la ausencia de sus seres queridos, por ello, en este fecha que algunas madres festejan su día, muchas más salen a las calles para exigir presentación con vida y justicia para los perpetradores.

El cambio de siglas partidistas en el Ejecutivo federal significó para muchas madres el aliciente para la justicia tan anhelada, no obstante, conforme pasan los días hay pocos indicios que señalen avances significativos para dar con el paradero de miles de mexicanos que fueron objeto de execrables crímenes, mucho menos para castigar a los responsables de este enorme baño de sangre.

Mientras en Palacio Nacional el Ejecutivo Federal con música “festeja” este día significativo en el país, en el Monumento a la Madre de la Ciudad de México miles de madres se concentran para exigir al gobierno mexicano la presentación con vida de sus seres queridos; contraste que expresa la omisión gubernamental ante el dolor e indignación de cientos de madres quienes exigen se termine la impunidad que encubre a los perpetradores de esta política de terror.

La espiral de violencia en el país no disminuye, por el contrario, existen indicativos que sostienen un considerable aumento. Fueron periodistas, luchadores sociales, activistas… quienes padecieron en sus personas el flagelo represivo que persiste en la actual administración, a pesar de la insistencia de que no es responsabilidad del presente gobierno.

La desaparición forzada de personas es un crimen continúo, por lo tanto, independientemente del tiempo que pase no prescribe, de tal manera que la responsabilidad se delega a la actual administración, en tanto no se conozca la verdad y se haga justicia a cada una de las víctimas.

Apegarse a lo establecido en estándares internaciones en materia de desaparición forzada y a lo establecido en organismos internacionales de derechos humanos es la obligación y el compromiso institucional para erradicar esta práctica fascista, ello implica determinar en su exacta dimensión la responsabilidad de distintos agentes del Estado, desde funcionarios públicos, elementos de los cuerpos castrenses y mandos militares.

La propuesta de “perdón y olvido no” es inadmisible ante la enorme cantidad de víctimas, no se puede dar vuelta a la hoja y hacer como que no pasa nada. No es ninguna terquedad de los familiares, sencillamente es imposible cerrar el duelo y dar paso a la resignación sin una prueba contundente que señale cuál fue el paradero de las víctimas.

El argumento maniqueo de que los crímenes no fueron cometidos en el actual gobierno y por ende, no está es su responsabilidad atenderlos es un absurdo. Los crímenes de lesa humanidad como la desaparición forzada son imprescriptibles, por lo que se cometen en cada momento, de tal manera que el titular de la presidencia de la República adquiere responsabilidades específicas que otorga su actual investidura.

El indulto sugerido desde la presidencia viola el derecho a conocer la verdad de los hechos y por ende, niega la necesidad de dar con el paradero de las víctimas directas, es una propuesta que revictimiza a los familiares porque les conduce a desarrollar procesos desde la psique con el objetivo de dar por muertos a sus seres queridos o conformarse con explicaciones subjetivistas.

Hoy las madres que exigen la presentación con vida de sus hijos, las esposas que reclaman saber dónde está su ser querido… necesitan respuestas claras sobre el juicio y castigo a los responsables, juzgar conforme a derecho y a la gravedad del crimen a los perpetradores de tan abominables crímenes.

No es con música, con una rosa o un regalo como se podrá cerrar la herida que causa el terrorismo de Estado, es preciso que a cada funcionario o elemento policíaco militar se le confiera su exacta responsabilidad sobre el cometido de flagelos represivos que dejan una amplia estela de zozobra en la población.

Los militares y marinos conocen la cadena de mando por la cual se objetivaron cientos o miles de crímenes, mientras esta complicidad se mantenga y ninguno de los elementos de tropa señale a sus superiores como parte de la cadena represiva que desangró al pueblo, todos son corresponsable de esta política de Estado.

El titular del Ejecutivo debe saber qué elementos se encargaron de cebarse contra las masas inermes, quienes cometieron la desaparición forzada por motivos políticos o sociales. Así como él sostiene que no dará la orden para reprimir al pueblo, es justo saber quiénes dieron la orden en el pasado para cometer actos de naturaleza profascista y por tanto, establecer sus responsabilidades y castigo correspondiente.

La fe esperanzadora aún está albergada en algunos sectores populares, todavía queda el sentimiento que otorga expectativas para observar los resultados sobre la promesa del cambio, sin embargo, en otros, este sentimiento se difumina al observar que la política de creación de nuevos cuerpos represivos se mantiene, que son los mismos mandos operativos policíacos del calderonismo quienes se encargarán de ejecutar la actual política de seguridad…

El pueblo espera, pero no es una espera pasiva, es ante todo una actitud de estar prestos para responder a los vaivenes de la actual coyuntura, mientras sean pocos los matices que distingan a la política de gobierno, la razón para mantener la movilización y denuncia es suficiente.

Cada madre nos recuerda a cada hijo, un rostro, un nombre y una vida productiva. Por todas ellas y por cada una de las víctimas… ¡Ni perdón ni olvido! ¡Juicio y castigo a los responsables de los crímenes de Estado!

Atentamente

¡Ni perdón ni olvido, juicio y castigo a los asesinos!
¡Vivos los llevaron, vivos los queremos!

¡Por la unidad obrera, campesina, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS