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Mientras existan desapariciones forzadas en el país no puede haber festejo este 10 de mayo
Martes 9 de mayo de 2017, por
El 10 de mayo es una fecha que “dedican y festejan” a todas las madres en México, fecha que los empresarios, cadenas televisoras y políticos de oficio aprovechan para ganar cuotas de ganancia, pues es sólo para el consumo, pasada la fecha todo vuelve a la normalidad; lo contradictorio es que mientras unas familias “festejan”, otras se encuentran en un dolor profundo y lacerante, porque su ser querido es víctima del terrorismo de Estado.
Familias que la violencia y terrorismo de Estado tocó la puerta de su casa y les arrebató a su ser querido; política de gobierno que les modificó su vida, su cotidianidad, su entorno al enfrentarse a un crimen tan aborrecible como es la desaparición forzada o la ejecución extrajudicial.
La desaparición forzada es un crimen de Estado, porque es cometida por agentes del Estado; y es crimen de lesa humanidad porque son actos sistemáticos, generalizados y continuos, no son hechos aislados, ni de mentes perversas. Por tanto, su cometido no sólo afecta a la víctima directa, sino a todo su entorno, a su familia, amigos, compañeros y sociedad en general, el daño es tan alto que afecta hasta la tercera generación.
Ahí la intencionalidad y perversidad del gobierno mexicano, quieren quitar a pedazos la propia existencia del ser humano a través de esta política criminal. No les importa la vida del pueblo que está organizado y no organizado, sólo saciar su interés mezquino, defender y proteger los intereses del capital nacional y del extranjero.
Hoy son cientos de miles de madres, las que exigen las presentación con vida de sus seres queridos, a través de marchas, denuncias y actividades políticas; el silencio, lo trasformaron en consigna para no callar y no olvidar; el dolor en indignación y valor para luchar de manera organizada y señalar a los responsables de este flagelo.
Para las madres que buscan a sus seres queridos esta fecha es de lucha y de protesta, porque son ellas con la hija o la hermana las que buscan sin cansancio a sus familiares y exigen juicio y castigo a los responsables. Son las que tienen que enfrentar a los funcionarios, que de manera indolente las tratan para que desistan de su lucha y exigencia.
La persistencia de la lucha por la presentación con vida de los detenidos desaparecidos tiene constancia y cada vez es más combativa, los familiares conforme pasa el tiempo se dan cuenta de quiénes son los ejecutores de este crimen, y es más visible e inocultable la participación del ejército, la marina, las policías federal, estatal y municipal, los grupos paramilitares en el cometido de las miles de desapariciones forzadas en el país.
La desaparición forzada un crimen de Estado, por tanto, los familiares tenemos que exigirle a éste que los presente con vida; exigir verdad y justicia, además de denunciar la esencia de este fenómeno, su carácter contrainsurgente contra el pueblo. No podemos dar por muertos a nuestros familiares ni apresurar la búsqueda únicamente de sus restos, porque eso diluye la responsabilidad de los perpetradores y el agravante de este crimen de lesa humanidad.
El gobierno mexicano minimiza el hecho, niega a los detenidos desaparecidos y las ejecuciones extrajudiciales a través de subterfugios como “extraviados”, “no localizados” “desaparecidos”, “secuestrados sin intención de rescate” pretende crear su “realidad”, que no tiene un ápice de los que vive el pueblo trabajador en nuestro país.
Muchas víctimas de la desaparición forzada no se encuentran en la lista oficial que presenta el gobierno mexicano, a pesar de que son exigidos por sus familiares, no se contemplan en esa lista, como el caso de los luchadores sociales Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, a diez años de su desaparición forzada, no se encuentran en esos registros, a pesar de que instituciones como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en el año 2009 emite la recomendación 7/2009 al gobierno mexicano y señala que si fueron detenidos-desaparecidos los dos luchadores sociales; el Noveno Tribunal Colegiado de la Federación emite la resolución 29/2014 a favor de los dos luchadores para ordenar su búsqueda o localización en cuarteles militares y citar a comparecer a altos mandos militares.
En el mismo tenor se encuentra el caso de nuestro compañero Fidencio Gómez Sántiz, detenido desaparecidos el 5 de marzo del año 2016, que en un primer momento la Procuraduría General de Justicia de Chiapas (PGJCH), emite una ficha como persona extraviada o no localizada, posteriormente la Procuraduría General de la República (PGR), lo pone como privación ilegal de la libertad, pese a que está comprobado de que nuestro compañero fue detenido-desaparecidos por ser militante del FNLS, participar en las actividades políticas y solidarizarse con los familiares de los detenidos desaparecidos para exigir su presentación con vida.
Estos son casos que en su particularidad reflejan la generalidad que viven los familiares de las víctimas de la desaparición forzada, primero que ante las instituciones se reconozca el crimen de desaparición forzada, y segundo se haga la investigación pronta y expedita, aspecto que hasta la fecha no se ha hecho. Los procesos tardan años y a través de la denuncia, acciones políticas de masas y de la coordinación de esfuerzos jurídico-políticos y de derechos humanos es como las autoridades muestran avances en las investigaciones, de lo contrario podrán pasar los años y el caso en lo jurídico permanece estático.
Es importante una Ley General contra las Desapariciones Forzadas, eso refleja la preocupación de los familiares de las víctimas porque exista un marco jurídico legal que sancione a los responsables y se erradique este flagelo, sin embargo, no podemos obviar que mientras la ley no recoja el sentir de los familiares y se haga de acuerdo a lo establecido con organismos internacionales de derechos humanos en cuanto a las desapariciones forzadas se diluye la esencia del fenómeno, porque sólo se aprobara una ley que le permita al Estado mexicano garantizar la impunidad a los perpetradores de las miles de desapariciones forzadas en nuestro país.
Hay experiencias de estas luchas, como lo hicieron las madres de la plaza de mayo en Argentina, cuyos hijos son víctimas de la desaparición forzada, y lo que demuestra a su vez que este crimen se comete en todas las dictaduras en Latinoamérica, donde se impone con represión y terrorismo de Estado los intereses económicos de la oligarquía e imperialistas, entender este fenómeno y sus motivaciones políticas hará que convirtamos el dolor en lucha.
Un saludo desde Tinta Socialista a nuestra compañera Sebastiana Pérez, esposa de nuestro compañero Fidencio Gómez Sántiz, que de manera digna y combativa exige al gobierno mexicano la presentación con vida de su esposo; campesina tzeltzal, madre de dos pequeños, que sin hablar español recorre el país en esta Jornada Nacional de Lucha. Las víctimas del terrorismo de Estado son del pueblo, no desistiremos ¡Hasta Encontrarlos! Para no callar, no perdonar y no olvidar.
De igual manera nuestra compañera Rosa Morales Díaz, esposa de nuestro compañero Héctor Sántiz López, quien fue asesinado por los paramilitares el 29 de septiembre de 2015; campesina tzeltal y madre de tres pequeños, sale de su comunidad para recorrer el país y exigir juicio y castigo a los responsables. En ambos casos son un ejemplo a emular, porque saben que la manera de exigir juicio y castigo es a través de la organización, la denuncia y las acciones políticas de masas.
A todas las madres que este diez de mayo salen a las calles a consignar ¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS! Sepan que compartimos su dolor, porque los detenidos desaparecidos son hijos del pueblo y es éste el que debe exigirlos con vida, así como juicio y castigo a los responsables. Mientras existan desapariciones forzadas en el país no puede haber festejo el 10 de mayo; mientras no se sancione a los responsables y se conozca la verdad de los hechos las consignas no terminan y las actividades políticas en las calles se deben realizar.
Las secuelas psicológicas en los familiares, madres, hijas, padres, hermanos es inevitable, porque somos seres humanos, seres psíquicos con sentimientos, pero ese dolor y rabia debemos transformarlo en indignación y voluntad de luchar, para que este crimen no se cometa contra otros hijos del pueblo y hacer justicia por los que se encuentran en esta condición inhumana.
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo