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Pronunciamiento político: Masacre del 02 de octubre del 68, ejemplo de un crimen de Estado impune

Domingo 2 de octubre de 2022, por Ciudad de México

Ciudad de México a 02 de octubre de 2022

A la opinión pública
A los medios de comunicación
Pronunciamiento político.

Masacre del 02 de octubre del 68, ejemplo de un crimen de Estado impune

La masacre contra estudiantes el 02 de octubre el año de 1968 en la plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco, en la hoy Ciudad de México, es ejemplo de un crimen de Estado que a la distancia los gobiernos en turno condenan, pero no existe modo alguno de negar la impunidad sobre la institución responsable de este crimen de Estado. Gobiernos en turno que en el discurso hablan de justicia, pero aseguran la presencia de los perpetradores históricos de los crímenes de lesa humanidad en las calles.

A 54 años de este crimen de Estado es evidente que de parte de los gobiernos que ocupan la silla presidencial no abonan en nada en el acceso a la justicia y verdad para las víctimas de los crímenes perpetrados por el Estado a través de las fuerzas castrenses. La masacre contra los estudiantes es un ejemplo fiel de la actitud de los políticos de oficio para proteger los intereses de sus representados y perpetuar la impunidad.

Más de medio siglo de este crimen cometido por el Estado a través de su pilar represor contra el movimiento estudiantil no existe antecedente de justicia y verdad y en su lugar se da el fortalecimiento del Ejército mexicano. En los últimos sexenios, panista, priista y ahora morenista la presencia militar aumenta en las calles como sinónimo de omisión de graves violaciones a los derechos humanos que se le atribuye a la institución castrense.

Del carácter de los intereses de clase al que responden las fuerzas armadas queda confirmada en lamentables acontecimientos a lo largo de nuestra historia. El 02 de octubre del 68, el 10 de junio del 71, las acciones contrainsurgentes en Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Ciudad de México… las desapariciones forzadas en este contexto contra el pueblo organizado dieron continuidad como política de Estado contra el pueblo organizado.

Los crímenes contra el pueblo no son del desconocimiento público, muchos de ellos existen materiales audiovisuales, testimonios de sobrevivientes, evidencias que dan cuenta de la sistematicidad de represión masiva y selectiva contra el descontento popular.

El Estado mexicano silenció, ocultó la verdad y negó el crimen contra los estudiantes y pueblo movilizado aquel 02 de octubre, hasta la fecha, se desconoce con objetividad el cometido de este crimen contra cientos de manifestantes y los responsables materiales e intelectuales se encubren. Cuando el crimen es política de Estado, el Estado y el administrador de los intereses del poder político económico de la burguesía, sostienen el olvido, la impunidad y el fortalecimiento de sus instituciones.

La impunidad que priva y se asegura en el caso Ayotzinapa, es otro ejemplo de la política de Estado, la institución responsable niega y elude su responsabilidad. Es una indolencia sostener que los crímenes son perpetrados como casos aislados, sin embargo, los casos en referencia son a todas luces un plan y objetivo política en sintonía con la política antipopular de los gobiernos en turno y el carácter burgués del Estado.

La lucha contra la impunidad, la exigencia de justicia y verdad para las víctimas de los crímenes de lesa humanidad contra el pueblo organizado es una necesidad política al que no debemos renunciar. La política del perdón y olvido que propuso el gobierno actual a las víctimas no abona a la justicia en el país, por el contrario, perpetua la impunidad.

El pueblo organizado tiene la necesidad de mantener la exigencia de justicia y verdad por los crímenes de Estado perpetrado por el Ejército, sobre todo, denunciar la actual política de militarización del país porque esto representa el riesgo latente de nuevos crímenes de lesa humanidad hacia el descontento popular organizado.

Las víctimas estamos obligados a mantener la denuncia de la violencia institucional, la protesta popular en las calles y plazas públicas como derecho humano y constitucional porque de éste devienen las garantías de preservar los derechos del pueblo. La unidad de las víctimas en torno a la exigencia de justicia y verdad ahora exige de cada sector popular organizado la unidad en la práctica.

Fraternalmente.

¡02 de octubre no se olvida!
¡Ni perdón, ni olvido! ¡Castigo a los asesinos!
¡Perdón, nunca! ¡Olvido, jamás!
¡Por la unidad obrero, campesino, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo

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