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Paramilitarismo y contrainsurgencia en Chiapas en tiempos de la "4T"

Viernes 7 de agosto de 2020, por Ciudad de México

Ciudad de México a 7 de agosto de 2020

A la opinión pública

El paramilitarismo en Chiapas es política de gobierno, por la cantidad de sucesos acaecidos en la entidad en lo que va de esta administración, es fácil deducir que este fenómeno corresponde con los planes contrainsurgentes del régimen para el sureste mexicano, en específico de la entidad. Los hechos indican que la "transformación" se materializa mediante la violencia como expresión de los lineamientos represivos y profascistas.

El fenómeno es ilustrativo con los casos ocurridos entre habitantes de las comunidades pertenecientes a los municipios de Aldama y Chenalho, y el hostigamiento constante que emana del grupo paramilitar Los Petules en la región de Ocosingo, contra nuestros compañeros del ejido El Carrizal y Río Florido, indican que esta política criminal adquiere nuevos aires con la administración morenista de la entidad.

En ambos casos destacan la reactivación de grupos paramilitares de antaño y la creación de nuevos con el propósito de mantener agresiones constantes contra comunidades organizadas de manera independiente, es la política de gobierno que emana de las denominadas mesas de seguridad, donde funcionarios de orden federal, estatal y municipal diseñan los planes represivos en las regiones organizadas.

La dilación en atender las demandas más sentidas del pueblo y la connivencia de las autoridades con su silencio cómplice, permite que los grupos paramilitares actúen en total impunidad sin que las autoridades municipales y las instancias procuradoras de justicia de hagan algo para detener sus actividades criminales, como en repetidas ocasiones sostiene el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, aplicar el peso de la ley contra éstos.

En esa lógica, indica que quienes integran los grupos paramilitares no son criminales, mucho menos atentan contra la paz y la tranquilidad de los chiapanecos, por tanto, esa actitud marca la pauta para inducir que tienen el respaldo de la legalidad, el marco jurídico protege a "infractores" de la ley mas no procura justicia.

Esa contradicción entre el discurso oficial en materia legal y su práctica, únicamente favorece al régimen, pero al mismo tiempo, escamotean los derechos humanos y constitucionales del pueblo, porque atenta con el derecho a la justicia, la vida y el derecho a la posesión de la tierra a través de sujetos descompuestos y coberturados por las instituciones gubernamentales.

El Estado viola su propio marco jurídico, no es garante para la protección de los derechos humanos y libertades políticas de los sectores populares, este fenómeno reviste rasgos de la sistematicidad con la cual ejecuta los planes económicos y políticos del capital, porque todo lo que indique descontento popular será motivo de la ejecución de los lineamientos contrainsurgentes.

Herir de bala a una menor de 13 años en el contexto de la problemática entre los poblados del municipio de Aldama y Chenalho es un acto violento repudiable, porque el gobernador Rutilio Escandón Cadenas y su gabinete no es capaz de resolver las demandas del pueblo, o bien, es la expresión de una administración autoritaria que obedece los designios empresariales, que de esencia significa lo mismo, un gobierno opresor.

¿Qué intereses albergan en esa región? ¿A qué se debe la indolencia de las instancias gubernamentales? Por el contexto de crisis económica y política del régimen son interrogantes fáciles de responder, las exigencias del capital son precisas, de ahí que para el sureste mexicano impulsa proyectos como el tren maya, el canal transitsmico y el saqueo de recursos naturales y energéticos, para este fin el paramilitarismo es punta de lanza contra los posesionarios de tierras ejidales y comunales.

No hay acto de violencia fortuito o aislado, las intenciones de la clase dominante son notables, por esto, las condiciones sociopolíticas del pueblo chiapaneco es resultado de la prioridad de la administración morenista por los intereses oligarcas y, en segundo término, atender la precariedad de las masas; cuando las exigencias populares aumentan, los opresores blanden la represión en todas sus formas.

El clima de hostigamiento, amenazas y espionaje contra nuestros compañeros de los ejidos Río Florido, El Carrizal y Las Perlas representa otro botón de muestra de la aplicación de los lineamientos contrainsurgentes, porque los ejecutan contra organizaciones de carácter independientes.

El pasado 29 de julio de 2020 en el ejido Río Florido "Los Petules" accionaron sus armas de fuego en dirección a las viviendas y las aulas escolares, hecho que se traduce en actos de intimidación y provocación a raíz de los intentos del gobierno estatal y los medios de comunicación para estigmatizar, denostar la lucha organizada de nuestros compañeros. Una acción criminal que nada tiene que ver con profesar la paz, porque estos señores descompuestos quieren hacer creer.

Los paramilitares amenazan con exigir a las autoridades gubernamentales patrullajes policíaco-militares para la detención arbitraria de compañeros, que supone de fondo, el despojo violento de su tierra. Estas peticiones develan la actitud contrainsurgente de quienes con el amparo de la ley y de las autoridades exigen represión contra los ejidatarios.

La presencia de los integrantes de Los Petules en los tramos carreteros del poblado Cuxulja hacia la cabecera municipal de Altamirano, Río Florido a Ocosingo y en uno de los accesos principales de la cabecera municipal de Ocosingo con el supuesto de denunciar atentados en su contra, revela su cinismo y la impunidad con la que actúan, su versión significa un mecanismo para alejar al pueblo, a quienes simpatizan y se solidarizan con las demandas más sentidas de las masas trabajadoras.

Los sobrevuelos de aeronaves por más de 20 minutos en los ejidos de El Carrizal y Río Florido, en este último, la presencia de drones, así como la actividad coordinada de la Guardia Nacional y paramilitares, es un ejemplo concreto de la actitud contrainsurgente contra el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), porque esa actitud obedece a acciones de hostigamiento de carácter policíaco-militar.

¿Cómo entender la fenomenología que deriva de la violencia institucional no sólo contra el movimiento popular sino contra el pueblo en tiempos de la denominada "cuarta transformación"? Los hechos hablan por sí solos, el discurso se diluye en cada acto violatorio a los derechos humanos contra el descontento popular para ceder a puertas abiertas a los planes contrainsurgentes.

Los hechos indican de la necesidad de develar el discurso de apariencia benévola de los hombres del régimen a través de la denuncia, asimismo, exponer al pueblo nuestra alternativa, porque los hechos reafirmen que tal contrainsurgencia persiste en la presente coyuntura, por esto, la lucha de los sectores populares está llamada a enarbolar la lucha popular con carácter independiente.

Atentamente

¡Por la unidad obrera, campesina, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS

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