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Descontento popular y capital financiero en Chiapas
Miércoles 8 de enero de 2020, por
Ciudad de México a 8 de enero de 2019
A la opinión pública
El descontento popular se fundamenta en las condiciones materiales de vida del pueblo caracterizada por la pobreza, miseria, empleos y salarios miserables, a estos fenómenos se suman la violencia institucional, sin embargo, cada uno de ellos son resultado de la vertiginosa llegada del capital financiero en la entidad dado que el gobierno chiapaneco garantiza los intereses oligarcas más no los de las masas trabajadoras.
El pueblo tiene el derecho legítimo de manifestar su descontento cuando sus demandas no son atendidas, cuando a cada exigencia es respondida con dilación e impunidad como lo hace el nuevo gobierno, la persistencia de este fenómeno refiere que el actuar de un político de oficio no será para beneficiar al pueblo, por esto Rutilio Escandón Cadenas después de un año de gobierno le caracteriza una retórica ramplona y el oficio de servidor del capital.
El Plan Estatal de Desarrollo 2019-2024 para Chiapas reafirma no sólo el rasgo demagógico característico de Escandón Cadenas, sino su esencia neoliberal y prooligarca. En éste define el añorado y plan reaccionario de la clase dominante, garantizar materia prima, tierra y fuerza de trabajo de tal manera que la oligarquía garantice la obtención de plusvalía para garantizar sus cuotas de ganancia en un contexto de injerencismo imperialista.
En dicho plan define el objetivo “global” del gobierno morenista en Chiapas, “promocionar” al capital monopolista trasnacional los recursos estratégicos y rutas para el trasiego de mercancías, entre los objetivos concretos Escandón Cadenas, es dejar hacer y dejar pasar al capital financiero 540 mil millones de dólares. La cifra ratifica el carácter funcional y dependiente de nuestro país.
La inversión millonaria que estima la oligarquía en amasiato con el régimen actual para el sur-sureste expresa un devenir adverso para la región. A decir de investigaciones periodísticas consideran que dicha cantidad representa un incremento del 156 por ciento en comparación al año anterior, cada dato duro constituye en una causal en la que se fundamenta el descontento de las masas, dado que los políticos de oficio no representan los intereses populares, por el contrario, favorecen sobremanera a las políticas neoliberales.
Los planes oligarcas para el país revelan lo taladrante de las políticas neoliberales, la contradicción entre capital y trabajo, es la manifestación abierta con la que la voluntad de la clase dominante se impone en detrimento de los desposeídos, para su realización, el Estado y sus fuerzas represivas constituyen el instrumento idóneo.
Fenómeno económico y político que tiene entre sus bases la violencia de clase, derivado de este hecho se fundamentan las motivaciones para que el pueblo organizado salga a las calles a manifestar su descontento. Las masas organizadas de manera consciente emitimos crítica política contra el régimen dado que somos los pobres del campo y la ciudad quienes padecemos en carne propia los efectos perniciosos de los designios burgueses.
Si desde los políticos de oficio se expresa que "(…) Se requiere la participación del sector privado en el crecimiento económico del país, en todos los países del mundo la inversión privada es mayoritaria", esto revela el carácter funcional y dependiente del Estado respecto a los países imperialistas, asimismo prueba la vigencia de los postulados neoliberales en tanto que, en el país, éste abre cada vez más las puertas al capital financiero.
Permitir mayor presencia del capital monopolista trasnacional en la geografía mexicana, en particular en el sur-sureste del país, es el indicativo de que el gobierno mexicano intenta mostrar el “lado humano” de las relaciones sociales de producción capitalista, empero, la cantidad millonaria de capital financiero supera sobremanera el subjetivismo ramplón de los políticos de oficio.
El descontento popular no es obra o necedad personal, tiene fundamentos económicos y políticos, la contradicción entre capital y trabajo es cada vez más abierta, porque los intereses populares no están contemplados en los planes mezquinos de la oligarquía. Cuanto mayor se acentúa la contradicción entre opresores y oprimidos la respuesta de los desposeídos debe ser de igual magnitud.
La presencia de mayor capital financiero en Chiapas provoca el aumento de la militarización y con esto, la ejecución de los lineamientos contrainsurgentes como mecanismos para evitar la generalización de la protesta popular. Prueba de ello es el aumento de elementos de la Guardia Nacional en Chiapas, Tabasco y Oaxaca, entidades donde el régimen crea las condiciones para que el capital monopolista trasnacional ancle sus reales en detrimento del pueblo trabajador.
La evidencia de la celeridad de los planes de la clase dominante en el país, reside una de las declaraciones del representante del Ejecutivo federal en el “Plan Nacional de Infraestructura” que contempla la construcción de “(…)147 proyectos (72 para 2020) con una inversión de 42.900 millones de dólares” cantidad millonaria que será aportada por el capital monopolista trasnacional.
Para Chiapas es notable la preponderancia de los intereses de la clase burguesa. Las cifras revelan el enorme interés de los capitalistas por despojar, garantizar la seguridad de la propiedad privada, la circulación y realización de mercancías en el país, lógica voraz cuyo objetivo estriba en la centralización y acumulación de capital.
Las entidades del sur-sureste para el nuevo ciclo de desarrollo capitalista en México constituyen el foco de atención de los grandes empresarios, por esto, para esta región del país, se avizora un panorama complejo cuyo matiz es la persistencia de la violencia de clase en aras de proteger las “inversiones” de las grandes firmas monopólicas en nuestro país.
Ante tales exigencias del capital, es una necesidad política que el pueblo adquiera consciencia de la realidad en la que vivimos, no hay nada fortuito en la demagogia del gobierno chiapaneco, ni muestra de humanidad en la llegada del capital financiero, por tanto, en la medida que las masas trabajadoras comprendamos los efectos perniciosos que provocan las relaciones sociales de explotación y opresión nuestra indignación arribará a buen puerto, siempre y cuando se encause con los lineamientos de la lucha popular con carácter independiente.
¡Por la unidad obrero, campesino indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS