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La represión contra estudiantes de la FECSM en Aguascalientes es responsabilidad de los gobiernos federal y estatal
Domingo 11 de junio de 2017, por
Ciudad de México a 10 de junio de 2017
A los medios de comunicación nacional y del extranjero
A las organizaciones populares, democráticas e independientes
A los organismos defensores de los derechos humanos
Al pueblo en general
La represión contra estudiantes normalistas, integrantes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), en la normal Justo Sierra de Cañada Honda, Aguascalientes es responsabilidad de los gobiernos federal y estatal por no atender sus demandas e incitar a través de campañas de odio al linchamiento y al cometido de crímenes de lesa humanidad, como la desaparición forzada.
Luchar por una educación pública, científica y popular no es un delito es un derecho que se exige y no está sujeta a capricho de políticos de oficio o de voraces empresarios que son los que en su conjunto piden a gritos el baño de sangre contra los jóvenes; la protesta es un derecho establecido en la Constitución y en tratados internacionales que México ha firmado y ratificado.
Los comentarios de funcionarios como el responsable de la delegación del Infonavit en Aguascalientes, el priista Jorge Iván Macías Villalpando, y luego porque las desaparecen; el ex diputado local panista y ex coordinador de delegaciones del ayuntamiento capitalino, Alberto Aguilera López expresó, nosotros como ciudadanos si las/los vemos debemos ponerles en su madre, a nosotros nos cuesta de nuestros impuestos repintar todas sus estupideces; la panista, María de Jesús Díaz, asesora de la alcaldesa capitalina, Teresa Jiménez Esquivel, y ex delegada municipal de Cañada Honda, escribió en su muro de Facebook: Ches locas amigo es una tristeza que ese tipo de gente disque están estudiando hagan destrozos en nuestro municipio capital sin medir las consecuencias que pena que estemos padeciendo los ciudadanos a esas locas enjauladas.
Sólo reflejan el odio de clase a la que representan y sirven como fieles escuderos, sin embargo, por los comentarios que emiten los hace igual de responsables de lo que les suceda a las estudiantes normalistas, porque con ello incitan al cometido de más crímenes de Estado y de lesa humanidad. Es la indolencia como supuestos “representantes” populares expresan ante las demandas más sentidas del pueblo; funcionarios orgánicos que beben de las arcas públicas y que avalan leyes represivas y antipopulares.
Deben recordar señores funcionarios que la desaparición forzada es un crimen de Estado y de lesa humanidad, que viola múltiples derechos humanos, es una práctica fascista que no se debe cometer contra ningún ser humano. Si en sus dichos promueven y alientan el cometido de éstos contra los normalistas, el pueblo tiene el derecho de llamarles como lo que son, responsables del baño de sangre en nuestro país.
En México son miles de personas las detenidas desaparecidas, cuya responsabilidad es de las fuerzas policíaco-militares en el país, con sus comentarios, como funcionarios públicos, también pueden ser responsables de estos crímenes, porque tan responsables son los que la ejecutan como los que la planean con toda la intensión de provocar el mayor daño posible a sus familiares, amigos y compañeros de lucha.
La consigna juicio y castigo a los autores materiales e intelectuales de estos aberrantes crímenes contra la humanidad, cobra mayor justeza, porque los responsables ideológicos hoy están a la vista, se amparan bajo la curul o envestidura política para vociferar contra el pueblo organizado y desde ahí son cobijados con la impunidad.
A ningún ser humano se le desea esta práctica aberrante, por lo tanto, se les exige responsabilidad en sus comentarios, de lo contrario serán señalados como los responsables de lo que suceda contra los estudiantes. Las experiencias de lucha en otros países de Latinoamérica nos enseñan que pueden ser llevados a juicio militares, funcionarios, presidentes y hasta periodistas que se presten a hacer la labor del Estado.
De la misma manera los comentarios del delegado de la Secretaría de Educación Pública, Octavio Arellano Reyna, hay que entender la tradición de formación de la Escuela Normal Rural de Cañada Honda, es una tradición de muchachas formadas de manera diferente, que ellas tienen una organización desde hace muchos años, la famosa FECSM, que yo digo, el mismo nombre está anacrónico, pero es su organización y somos respetuosos de todas las manifestaciones.
Adquirir conciencia política para luchar por mejores condiciones de vida no es delito, el hecho de que mujeres luchen junto con sus compañeros por matrícula educativa y una educación pública no es un delito, es comprender los fenómenos político-económicos que conducen a la privatización de la educación pública en nuestro país, es encontrar una alternativa para luchar contra la política neoliberal y esta se encuentra en la organización del pueblo, en la defensa por la vía de los hechos de nuestros derechos y libertades políticas.
¿Acaso ser integrante de una organización que lucha por el socialismo en México es anacrónico, trasnochado y atrasado? Esos comentarios conducen a que se criminalice la lucha del pueblo y en este caso específico a la lucha de los estudiantes normalistas de la FECSM. Si fuera anacrónico el nombre, ¿por qué se reprime y cometen crímenes de Estado contra las organizaciones que luchan por esta causa justa?
La represión es una política de Estado, que el gobierno mexicano ejecuta contra las organizaciones estudiantiles, populares y pueblo que manifiesta inconformidad ante las políticas neoliberales. A los estudiantes normalistas desde hace tiempo se les quiere reducir cada vez más sus espacios de estudio y lucha. Las normales que integran la FECSM desde hace años defienden la educación pública para el pueblo y son espacios ocupados por hijos de los sectores populares.
A las estudiantes de la normal Justo Sierra de Cañada Honda, Aguascalientes les expresamos nuestra solidaridad, luchar por una educación pública y gratuita es una causa justa, la dignidad se defiende en las calles con combatividad, en la denuncia y acciones políticas de masas; el pueblo identifica muy bien a los enemigos de clase y deben ser señalados como lo que son, represores y asesinos del pueblo.
Responsabilizamos a los gobiernos federal y estatal de la integridad física y psicológica de las estudiantes normalistas y de cualquier acto de represión contra ellas y sus compañeros integrantes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM).
Atentamente
¡Alto a la represión!
¡Alto a la criminalización de la pobreza y protesta popular!
¡Alto al terrorismo de Estado!
¡Por la unidad obrera, campesina, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS)