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Análisis y opinión. El gobierno de Eduardo Ramírez Aguilar hace apología al sionismo israelí y políticos de oficio lo avalan

Miércoles 11 de diciembre de 2024, por Ciudad de México

Ciudad de México a, 11 de diciembre de 2024

A la opinión pública

En los políticos de oficio no existe discurso inocente, todo lo que digan o hagan lleva una intencionalidad, ésta no es personal sino una decisión de grupo o partido político electoral al que pertenecen; en el caso de Chiapas, los discursos de quien funge como titular del Ejecutivo estatal dejan ver la esencia de la política con la que se conducirá el tiempo que dure su mandato, ésta se anuncia que será represiva y contrainsurgente.

Bajo el disfraz del pueblo, se hace pasar por un hombre incorruptible y honesto, no obstante, detrás de ese partido guinda y el verde ecologista se asoma la ideología sionista, dos partidos políticos electorales que han destacado en Chiapas por ser represores y de origen caciquil; de un solo tajo quieren borrar el historial que tuvo como político de oficio en las instituciones de la democracia burguesa, sin embargo, cada palabra o frase que enuncia evidencia su vocación prosionista, proempesarial y profascista.

Su apología al sionismo israelí no es al azar, cuando fue senador de la república ante el embajador israelí en el año 2020 dijo, “México ve en Israel una nación amiga, líder en tecnología e innovación a la vanguardia en agricultura, agua, ciberseguridad, medicina, con reconocida capacidad en la lucha contra el terrorismo y con servicios de inteligencia que brindan seguridad a sus ciudadanos”, palabras que dejan en evidencia su condición profascista y se congratula de los miles de asesinatos cometidos por el ejército sionista contra el pueblo palestino, que es tildado de terrorista.

Estado genocida que ha cometido genocidio, masacres, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, tortura, represión, detenciones arbitrarias, desplazamiento forzado, violaciones sexuales contra mujeres, niños y hombres del pueblo palestino, en nombre de la “seguridad” y la “paz”; si de eso hace apología, quiere decir que está dispuesto a aplicarlo en su administración a través de la recién creada Fuerza Policial de Alto Rendimiento Pakal (FPAP), cuyo lema es “Sé disparar”, que en los hechos se traduce “sé matar” a todo aquel que en su lógica transgreda la ley al protestar.

La política de “mano dura” y “no tener miedo de aplicar la ley” nos remite al pasado represivo de administraciones gobernadas por el Partido de Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuyos representantes fueron, en el primero, Felipe Calderón Hinojosa y, en el segundo, Enrique Peña Nieto, políticos de oficio a los que “no les tembló la mano” para ejercer la violencia institucional contra el pueblo organizado y no organizado.

La política de “mano dura” y que “no le tiembla la mano” de aplicar la ley, se ejecutaron en esas administraciones, la cual se tradujo en actos represivos contra los pobladores de Atenco, trabajadores de la educación, organizaciones populares independientes y organismos defensores de los derechos humanos.

Hay personajes de la política burguesa que de manera inocente o intencionalmente están de acuerdo con la política represiva en el estado de Chiapas, como es el caso de la diputada federal Gabriela Jiménez Godoy, vicepresidenta de la agrupación política “Que viva la democracia”, quien señaló “Eduardo Ramírez es un hombre de convicciones… No le va a dar miedo luchar contra los grupos criminales y seguramente hará un gran trabajo para la seguridad del estado”. Entre líneas deja ver que se aproxima una amenaza contra el pueblo trabajador y el anuncio de una nueva oleada represiva.

En política no hay político de oficio inocente, en el caso de la actual diputada federal confirma que Morena y los partidos políticos que están en alianza asumen una política de gobierno de condición represora, promueven mayor militarización y hacen caso omiso de resolver las demandas y exigencias populares.

La diputada destacó que el gobernador Eduardo Ramírez, “tiene la preparación, la experiencia y las convicciones necesarias para liderar una nueva era para la entidad”, palabras que denotan el carácter antipopular y represivo de la nueva administración, pues las aficiones que tienen son la que promueven del sionismo israelí y, que ella como político de oficio comparte.

La violencia en Chiapas tiene origen en la política de gobierno que engendra desigualdad social, en una política proempresarial que estimula y promueve el paramilitarismo encubierto en siglas criminales. De lo contrario, ¿cómo nos explicamos que el exgobernador Rutilio Escandón Cadenas emergió de esta administración como un nuevo neocacique empresarial? ¿A eso le llamamos igualdad?

Las declaraciones de la diputada confirman la simpatía y adhesión a las ideas o planteamientos del orden prosionista, que equipara la protesta del pueblo con delitos del fuero común; en esa lógica combate a criminales y no a luchadores sociales; se golpea a células criminales, dedicadas a extorsión y no a pueblos y ciudadanos organizados de manera independiente.

La diputada omite que el gobierno de Eduardo Ramírez está conformado por criminales de Estado, por políticos de oficio corruptos con largo historial en cometer crímenes de lesa humanidad contra el pueblo organizado y no organizado, para ellos la protección total del Estado mexicano, a ellos no se les puede aplicar la ley, no se les aplica la política “cero impunidad” porque tienen la protección de Morena.

Quien promueve la criminalización y judicialización de la pobreza y protesta popular, engendra odio contra el pueblo organizado, promueve la violencia contra éste y genera un ambiente político donde proliferan los crímenes de lesa humanidad.

La criminalización de la pobreza y protesta popular es política del gobierno de Eduardo Ramírez Aguilar, en su concepción prosionista, no existe pueblo que protesta sino delincuentes del fuero común a los que hay que aplicarles todo el peso de la ley burguesa.

Se avecina un período oscuro para el conjunto del movimiento popular, contra los trabajadores de la comunicación críticos, quienes serán acusados de calumnias contra el gobierno; contra los organismos defensores de los derechos humanos, que serán acusados de defender a “delincuentes”; contra los trabajadores de la educación, los cuales serán acusados de sedición, sabotaje; contra los normalistas, que serán acusados de “vándalos”; contra las organizaciones populares independientes, a las que acusarán de terrorismo o delitos del fuero común. Eso es lo que se avecina en la administración de Chiapas cuyo titular tiene aficiones sionistas y profascistas.

Atentamente
¡Por la unidad obrera, campesina, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el socialismo
FNLS

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