Portada del sitio > Distrito Federal > Análisis y opinión. El hostigamiento policíaco y la violencia institucional (…)
Análisis y opinión. El hostigamiento policíaco y la violencia institucional persisten a pesar de los discursos demagógicos
Jueves 7 de noviembre de 2024, por
Ciudad de México a 7 de noviembre de 2024
A la opinión pública
El hostigamiento y la violencia que emana de las instituciones son elementos que persisten a pesar del discurso demagógico que proviene del Ejecutivo federal, así como del gobierno de la Ciudad de México. En 7 meses que llevamos instalados en plantón popular a un costado del palacio de gobierno de la Ciudad de México, no existió el mínimo interés de establecer contacto con nosotros para buscar una solución a la problemática social que motiva nuestra protesta.
En todos estos días, hemos padecido diversas formas de hostigamiento, mismas que se han documentado en distintas denuncias, sin embargo, lo más ilustrativo es que nos instalamos cuando aún era jefa de Gobierno la Doctora Claudia Sheinbaum, aunque con licencia; ahora ha tomado posesión la Lic. Clara Brugada Molina y no se vislumbra la mínima disposición de coadyuvar en la búsqueda de una solución que pasa por la libertad de los presos políticos, presentación con vida de los detenidos desaparecidos y cese a la represión contra las organizaciones populares.
En los discursos, ambas representantes de la política oficial hacen alusión a su paso en la lucha social, sobre todo la actual jefa de gobierno, asegura ser “revolucionaria”, no obstante, la política que se desprende del trato con desdén, prepotente y altanera, en nada se relaciona con el activismo que se distingue por una alta sensibilidad humana.
Los hechos más ilustrativos y recientes los encontramos en la actitud de la Lic. Irene Álvarez Rodríguez quien estuvo a cargo de desarrollar una mesa de trabajo entre la Secretaría de Gobernación (SEGOB) y el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), en un acto de prepotencia y pedantería, se levanta de la mesa bajo el argumento de que no se puede desarrollar en tanto nosotros tengamos un mitin, con ello emerge la veta autoritaria de quienes están encumbrados en una institución pública.
Señalar que nuestra protesta no tiene razón de ser porque ya nos están atendiendo es una maniobra perversa para condicionar la protesta popular, es verdad que existe una mesa instalada pero la atención dista mucho de ser con carácter resolutivo, huelga señalar que esta reunión llega después de más de un año de movilización política, primero en el estado de Veracruz y después en la Ciudad de México.
Una verdad emerge, el partido Morena ha acuerpado a personajes de una vocación criminal, déspota y represiva. Cuitláhuac García Jiménez en Veracruz expresa una faceta represiva al amparo de un discurso demagógico; en Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas mantuvo una política de represión contra organizaciones del movimiento popular; la lista es amplia, Michoacán, Tlaxcala, entre otros, han teñido de sangre las instituciones con represión.
La protesta no es un acto de necedad, tiene fundamento en las injusticias que se cometen contra el pueblo, se supone que esto es parte del entendimiento del gobierno federal y de la CDMX, en varias ocasiones sus titulares han señalado que son “herederas del movimiento social”, “luchadores sociales” y hasta “revolucionarias”, pero parece que la protesta sólo fue válida cuando ellas estuvieron en ella, hoy no es válido protestar y por eso el desdén y la pedantería.
Atender las demandas populares en la calle es sinónimo de falta de seriedad, indiferencia e indolencia, preguntamos Dra. Claudia Sheinbaum, ¿ese va a ser el distintivo de su política?, ¿avala usted este tipo de prácticas para dar solución a las necesidades del movimiento popular? O es menester pasar revista en la nómina de la corporativización para no ser tratados con indiferencia.
La solución a las necesidades no se traduce en más policías en las calles, más militares desplegados en tareas de “seguridad pública”, es claro que las corporaciones policíaco militares tienen una formación represiva. Así queda demostrado en la corporación policíaca adscrita a la Ciudad de México que incitó a la confrontación entre quienes se manifestaban contra la reforma judicial y nosotros.
La vocación represiva de los cuerpos policíacos se mantiene intacta al paso de las administraciones, es más, se fortalece y afina, esto es más claro cuando un elemento policíaco lanza la amenaza a nuestros compañeros la tarde del 5 de noviembre del año en curso, de “incursionar con un grupo de fuerzas especiales al plantón” para recuperar unas vallas, que según él tenemos en posesión.
De qué transformación se habla, en qué se fundamenta el viraje en la política pública, cierto, hoy son más los recursos que se distribuirán a una parte de la población a través de los programas asistencialistas, pero en qué lugar de la agenda política quedan los temas de justicia para violaciones a los derechos humanos, presentación con vida de los detenidos desaparecidos y el cese a la represión contra las masas trabajadoras.
No se confunda nuestra crítica con aquella que emana de la reacción, nosotros no somos parte de la actitud criticista que se fundamenta en parámetros reaccionarios y anacrónicos. Nuestra crítica tiene fundamentos en la injusticia que aún se mantiene presente, en demandas no resueltas desde administraciones panistas, priistas y que ahora se incluye una morenista.
Nuestra permanencia en el primer cuadro de la CDMX es ante los oídos sordos con que se condujo el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez; ante la negativa de ser atendidos en el último año del gobierno del Lic. Andrés Manuel López Obrador; hoy se abre una nueva posibilidad de atención, pero es menester señalar que se da en un contexto en cual el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emite un resolutivo donde concluye que la privación de la libertad del compañero Higinio Bustos Navarro es arbitraria, una de las demandas que es razón de nuestra protesta.
Protestar por capricho no es nuestra política, de no haber demandas urgentes, nuestra labor estaría en las comunidades, en las tareas de educar y culturizar al pueblo, porque estamos convencidos que un pueblo ignorante es presa fácil de temores infundados. Así que nosotros no elegimos salir a protestar, fueron las acciones represivas que iniciaron con la detención y reclusión injusta de compañeros en Chiapas, Michoacán y Veracruz, las que nos trajeron a tocar las puertas de Palacio Nacional.
Está abierta una posibilidad de solución, la decisión está en manos del gobierno mexicano. Cada día que pase y no se atienda el llamado de la ONU respecto a la libertad del compañero Higinio, es un día en que el discurso de ser un gobierno diferente cae al vacío, que se extiende una injusticia a través de trámites burocráticos y artilugios leguleyos.
Atentamente
¡Por la unidad obrera, campesina, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS