Análisis y opinión. El proceso electoral 2024 se adelanta con contradicciones entre los grupos de poder político y económico, por ende en los bloques electoreros

{{Ciudad de México a 11 de septiembre de 2023

A la opinión pública

El proceso electoral arranca con el nombramiento de Xóchitl Gálvez Ruiz en el Frente Amplio por México (FAM) y la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo en la coalición Morena, Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM); los hechos manifiestan una coyuntura electoral 2024 muy adelantada, acontecimiento que genera contradicciones entre los grupos de poder político y económico en el país, mismas que se expresan entre dos principales bloques que pugnan el reparto de posiciones en el Estado mexicano y el control de éste.

La principal contradicción está entre la coalición Morena, PVEM y PT con el FAM, la cual expresa las discrepancias que hay en el país en lo político, económico y social; ambos bloques reflejan dos proyectos de país, de momento pareciera ser una discordancia insalvable, pero en el acto tienen similitudes: representan los intereses de determinados grupos oligárquicos, aunque lo nieguen eso mantiene a los primeros en el poder político, de ahí la frase del Ejecutivo federal, “Si le va bien a los arriba en el acto les va bien a a los de abajo”.

Las contradicciones evidentes entre los partidos políticos tienen un sustento económico y proyecto de nación diferente, cada uno lo concibe de acuerdo a la posición política e ideológica que defienden y representan. Unos desde la concepción reaccionaria y anacrónica; otros, desde la concepción liberal burguesa, ambos defienden el Estado burgués.

Las diferencias se encuentran en el proyecto de Estado y en el proyecto económico, si es dependiente o no del imperialismo, ahí empieza la defensa de los intereses burgueses y en apariencia la de los “pobres”, pero esa contradicción es entre un grupo de la oligarquía, la que ha agrupado a la posiciones más reaccionarias.

La reacción plantea la continuidad de la dependencia del imperialismo y sus políticas depredadoras, los otros no plantean la transformación revolucionaria de la sociedad, el planteamiento que impulsan es la de un Estado benefactor, quienes están en Morena arropan una concepción liberal burguesa, su interés no está en erradicar la explotación económica y opresión política, sino es de continuidad.

En cada agrupación tienen sus propias contradicciones, la que agrupa a Morena, PT y PVEM tuvieron a seis coordinadores a contender, lo que representa seis propuestas políticas, lo único que los unió fue la figura presidencial, hacen culto al presidencialismo que dicen combatir; sus visiones políticas son opuestas, ninguno propuso desmantelar el Estado policíaco militar, mucho menos el estado de derecho oligárquico, por tanto, la posición que impulsan es de continuidad del proyecto político que representa el actual presidente de la República.

El proceso interno para elegir a su representante estuvo plagado de formas burguesas de hacer política: imposición de candidato, derroche de dinero, acarreo de gente, demagogia, y democraticismo, queda evidenciado que quien decide no es la voluntad popular sino una minoría. El proceso que impulsaron sirvió para legitimar a la elegida anunciada con anticipación.

Las contradicciones fueron más visibles al final del conteo, aunque aparenten unidad, la realidad expresa todo lo contrario, queda evidenciado que quien camina por los senderos de la democracia burguesa tarde o temprano se ahoga en ella misma. Las contradicciones las quieren evitar con el reparto de posiciones, la elegida es una, los demás quedan en puestos importantes del próximo gobierno, desde ahorita se reparten las carteras gubernamentales, ya sea en el gobierno federal o como representantes estatales.

La elección de Claudia Sheinbaum como coordinadora de los Comités de defensa de la Cuarta Transformación para contender en las próximas elecciones presidencias 2024 expresa la imposición del candidato desde el jefe del Ejecutivo federal, el hecho de que le entregue el bastón de mando indica que de facto será la próxima presidenta de la República, a ello le apuestan los morenistas, quieren garantizar un sexenio más.

El argumento de la Dra., Claudia Sheinbaum, que el pueblo la eligió es falso, desde la oficialidad se impone un discurso, una opinión a modo, la elección no es todo el pueblo de México, sólo representa a la militancia política del partido político electorero de la que es parte, aun así es una militancia en discrepancia, por tanto, no hablan a nombre todo el pueblo de México que somos más de 128 millones de mexicanos.

En el FAM integrado por el Partido de Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Partido Revolucionario Institucional (PRI), es la representación de los intereses políticos y económicos de los oligarcas más reaccionarios y retrógradas; su existencia como partidos políticos se basa en la sobrevivencia y mantenimiento de feudos y cotos de poder, según el lugar y el partido político del que se trate.

En su proceso para elegir a su candidato nos enfrentamos a una farsa democrática, Xóchitl es la designación del grupo oligárquico que representa Claudio X González, por tanto, es la representación de la parte más reaccionaria de la oligarquía, las propuestas que hagan son desde esa posición ideológica.

Una de ellas es, “ni huevones, ni corruptos, ni pendejos”, implícitamente señalan que los programas asistenciales generan holgazanes, gente sin ocupación ni oficio, concepción que sólo los fascistas reproducen; hablan de no corrupción, pero de entrada su designación es corrupta, una farsa que expresa la imposición cupular de un candidato.

Aunque desde está posición quieran matizar a la candidata como indígena, humilde y “sin antecedentes oscuros”, la realidad la coloca como una empresaria que vive de la plusvalía que genera su empresa y del erario público, al obtener un sueldo en diferentes representaciones institucionales.

El proceso de Morena tuvo cinco años de trabajo para nombrar a su candidato, hoy el FAM en maniobra pretende arrebatarle la iniciativa a Morena, quien fue el último en elegir a su representante y al final del proceso surgieron contradicciones internas, donde uno de los que participó no se presentó cuando hicieron la designación del candidato, mucho menos lo hizo cuando el Ejecutivo federal entregó el bastón de mando.

La contienda electoral se adelante con mucha anticipación, varios políticos de oficio renuncian a sus cargos institucionales para contender en diferentes puestos gubernamentales, unos con un historial manchado de sangre por represores y antipopulares, aun así deciden entrar al proceso electoral; otros sin importar dejar sus responsabilidades, deciden empezar con su campaña política para ofrecerse como buen postor y ver que prebendas obtienen.

Nos queda claro que a los candidatos no les interesa atender los problemas fundamentales que aquejan a las masas trabajadoras, entre ellos, las desapariciones forzadas en el país o ejecuciones extrajudiciales; los acontecimientos expresan que la coyuntura electoral 2024 se adelanta, el proceso empieza con contradicciones entre los grupos de poder político y económico, cuyo efecto se expresará en mayor violencia institucional contra el pueblo trabajador.

El panorama no es muy alentador para las masas trabajadoras, la alternativa es la organización popular independiente, la defensa de nuestros derechos y libertades políticas, la movilización y la denuncia, es el instrumento para que nuestra voz de denuncia sea escuchada en las calles, plazas públicas o carreteras.

Atentamente

¡Por la unidad obrera, campesina, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS