Análisis y opinión. El ISSEMyM, un fondo para los políticos del Estado de México

Estado de México a 16 de agosto de 2023

A la opinión pública

El derecho a la salud es un derecho humano que el Estado debe garantizar a toda la población, sin embargo, el servicio de salud en el país se encuentra desmantelado y abandonado, producto de las diferentes administraciones que conducen a la privatización del sector salud.

Existe desde hace tiempo una carencia significativa de médicos, especialistas, medicamentos, insumos y equipo para brindar un servicio digno, lo que deja a millones de mexicanos sin el acceso a la atención sanitaria; el desabasto no se debe a la falta de recursos, sino a que la atención médica en nuestro país es un negocio y no un derecho fundamental.

El grueso de la población mexicana no tiene acceso a la seguridad social, sumado a que gran parte no confía en las instituciones que lo brindan por los actos de violencia, indolencia y dilación con el que se atiende en algunos casos; lo que provoca que en ciertos sectores se prefiere acudir a un consultorio de alguna farmacia privada o la automedicación, sumado a la poca cultura de prevención.

El sistema de salud en el país esta diseñado para “curar” las enfermedades ya cuando están a un nivel avanzado, no esta diseñado para la prevención de las enfermedades, por lo que el sistema esta desbordado, no hay las suficientes alternativas para poder estudiar en el ámbito de la salud, los lugares en las especialidades son limitados, lo que genera que no haya los suficientes recursos humanos para poder dar atención a la población; sumado que la perspectiva médica se ve como negocio más que como un servicio social.

Ejemplo de ello es lo que pasa con el tercer instituto más importante de seguridad social del país, el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM), institución que está desbordada, que no tiene el personal suficiente para poder atender al grueso de sus derechohabientes, que no garantiza el medicamento a sus afiliados, así como la falta de mantenimiento a sus clínicas con mayor antigüedad.

Esta institución se ha vuelto una especie de proyección pública para los políticos de la entidad, se jactan de modernizarlo y adquirir aparatos de última generación para que se pueda brindar un mejor servicio a la población; sin embargo, la realidad es otra, para poder acceder a una atención de especialidad se vuelve un proceso burocrático que puede llevar hasta ocho meses para poder obtener una cita.

Hay casos en los que la espera por la cita, el tratamiento o una operación se vuelven mortales, el conseguir una cita medica se vuelve un calvario para los beneficiarios, ya que se tienen que formar desde la madrugada para poder alcanzar un lugar, con el riesgo de no obtener la cita, esto se vuelve más complejo con los adultos mayores, ya que tienen que pasar por estas peripecias para poder tener acceso a una consulta médica, sin importar que muchos de ellos ya no pueden caminar sin la ayuda de bastones.

Un problema recurrente es el pago de pensiones, ya que cada vez hay menos trabajadores que paguen las cuotas del servicio de salud; sin embargo, a estos pensionados se les limita o aplaza su pago, su aguinaldo se ha llegado a pagar hasta después de ocho meses o más.

Esto genera un problema para los pensionados que viven al día, que necesita el pago de su pensión para poder sobrevivir, pero eso no es del interés de las políticas laborales y de salud; en tiempos de elecciones es cuando más se tarda el pago, lo que genera la suspicacia de que esos recursos se utilizan con otros fines, a costa del recurso de los jubilados.

Otro de los problemas es el desabasto de los medicamentos, se vuelve imposible recibir un tratamiento completo ya que los almacenes se encuentran vacíos, se trato de dar vales y poder cambiarlos en farmacias externas, sin embargo, cada cierto tiempo esas droguerías dejaban de tener un convenio con el ISSEMyM, ya que los pagos por esos medicamentos los retrasaban hasta un año.

Estos hechos hacen de esta institución un fondo para los políticos de oficio, quienes lo utilizan principalmente en las elecciones sin importar el bienestar de los jubilados que en su mayoría son adultos mayores que dependen de este pago para poder sobrevivir.

Enviamos un fraternal saludo a los pensionados que se están organizando entorno a este abuso que están cometiendo en su contra, y ofrecemos nuestra solidaridad incondicional a su movimiento, porque el derecho a su pensión es producto del trabajo que tuvieron durante su vida, lo que no se debería escamotear.

Atentamente
¡Por la unidad obrera, campesina, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS