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Tsajal Ek´ No. 35. Las falsedades e incongruencias del cuarto informe del gobierno de Chiapas, el pueblo lo sabe y acumula descontento popular

Jueves 15 de diciembre de 2022, por Chiapas

Tsajal Ek´ No. 35
Análisis y propuestas del FNLS en Chiapas
15 de diciembre de 2022

Las falsedades e incongruencias del cuarto informe del gobierno de Chiapas, el pueblo lo sabe y acumula descontento popular

Hace unos días el gobernador chiapaneco a cargo del morenista Rutilio Escandón Cadenas presentó su cuarto informe con una característica peculiar entre políticos de oficio, lleno de falsedades e incongruencias que nada se acercan a la realidad que vive el pueblo chiapaneco. Sus aseveraciones demagógicas van en estrecha sintonía con las del gobierno federal, las contradicciones entre el discurso y el hecho son profundizadas con paliativos que maquillan el origen de las condiciones de pobreza y violencia institucional que vive el pueblo y se traduce en descontento popular que se acumula.

Categóricamente en México no existe una cuarta transformación, menos por la vía pacífica como asegura el gobierno de Chiapas en su cuarto informe como respaldo al gobierno federal, en tal sentido, lo que existe es la continuidad de una política con base en la explotación y opresión que se materializa en la aplicación de un estado de derecho que salvaguarda los intereses del capital. El entorno de paz que pregonan los políticos de oficio esta respaldado con el despliegue de las fuerzas policíaca militares y el uso de estos contra todo descontento popular.

En Chiapas no hay paz para el pueblo, hay un ambiente donde las corporaciones policíacas y militares se imponen con las armas en las manos e inducen la violencia institucional contra el pueblo trabajador. La paz y la seguridad que nombra el gobierno de Chiapas a través de las mesas de seguridad es burguesa, es ficticia y coercitiva, las causas que generan distintos eventos de violencia en particular por la descomposición social y las propias que el Estado genera como política de gobierno, permanecen intactos porque son propios del sistema capitalista imperante.

Para el gobierno morenista, el descontento popular es sinónimo de inseguridad y conducta delictiva, eso es lo que desde las mesas de seguridad se combate. La política que diseñan desde estas mesas son estrategias para combatir las movilizaciones populares, es decir, al pueblo que se organiza por las múltiples exigencias políticas, económicas y sociales.

El informe de gobierno pretende engañar al pueblo, en el país hay un gobierno de carácter democrático burguesa pero no un gobierno del pueblo ni democrático a secas. Las violaciones a los derechos humanos continúan sin parar e incrementan con la presencia militar en las calles, solo que son silenciadas con el poder de la censura y autocensura mediática que imponen desde Palacio Nacional.

En un país donde las necesidades básicas no son garantizadas ni resueltas, cómo sostener que se respetan los derechos humanos. Son cientos de miles las personas que trabajan en la informalidad, en las banquetas y semáforos, niños y adultos deambulando en la ciudad en busca del sustento diaria; el respeto a los derechos humanos no solo se debe observar en momentos de los actos represivos, sino en la garantía del derecho humano al trabajo, a la educación, salud, a la vivienda, a la alimentación… esto no se garantiza en el capitalismo.

En Chiapas el respeto a los derechos humanos solo es discursivo, en los hechos quien se impone por la fuerza de la violencia estatal es el gobierno, el diálogo que dice privilegiar en la atención de los problemas sociales es una falacia, actúan cuando los problemas se desbordan y ese método no cabe en el significado de solución; en el mismo sentido, la conciliación no es efectivamente una solución sino un parche mal pegado que en cualquier otro momento puede desencadenar en desacuerdos.

Atender los problemas no es solo de palabras, se ocupa erradicar las contradicciones que genera el sistema capitalista, es decir, las causas de la explotación y opresión que es precisamente el problema que ignoran y ocultad a la opinión pública. Toda alternativa política que ofrezcan los políticos de oficio al fenómeno de la pobreza, miseria, descomposición social, violencia institucional, desapariciones forzadas y otras graves violaciones a los derechos humanos es momentáneo, son paliativos y está en función de conservar las condiciones de privilegio de la clase burguesa.

En el informe se cuestiona la organización popular, criminalizan y judicializan la protesta popular. Para el gobierno quien genera la ingobernabilidad es el pueblo organizado, pero ellos no hablan de la violencia institucional y la impunidad que mantienen en crímenes de lesa humanidad perpetrado por el Estado mexicano, de la violencia que generan con los grupos paramilitares que actúan bajo la aquiescencia de los gobiernos en turno.

El gobierno de Chiapas no informó que en esta entidad federativa los crímenes de lesa humanidad fueron en aumento en este sexenio, puntualmente con la mayor presencia del Ejército y la Guardia Nacional en el sureste mexicano. Por ejemplo, no habló de las desapariciones forzadas que se presenta en varios municipios de esta entidad y que es responsabilidad del Estado, por tanto, del gobierno en turno.

En cuanto a la salud, cientos de familias permanecen anualmente en “plantón” en las banquetas de los nosocomios en espera de ser atendidos, existe mas presupuestos para las fuerzas castrenses y la construcción de cuarteles militares espaciosos que hospitales para una atención digna.

En el tema de la educación, ninguna medida tomó para superar el histórico rezago educativo profundizada durante la pandemia, la política educativa se dirige a fortalecer los principios burgueses y mantener a la juventud chiapaneca en la venta de su fuerza de trabajo al mejor postor.

En una sociedad burguesa basada en la explotación y opresión del hombre por el hombre es imposible conquistar la igualdad, por esa razón, la “verdadera igualdad” que asume conseguir el gobierno de Rutilio Escandón Cadenas desde su humanismo burgués no puede llegar mas que a contener la efervescencia del movimiento popular mientras el descontento se acumula debido a las necesidades políticas, económicas y sociales no resueltas.

La realidad del pueblo chiapaneco no coincide con el discurso del Ejecutivo estatal morenista en su cuarto informe, prevalece la demagogia para despistar a incautos, pero la realidad se impondrá y el pueblo debe encontrar en la organización popular independiente un espacio de lucha que permita defender los derechos del pueblo que paulatinamente esta administración busca arrebatar.

El Frente Nacional de Lucha por el Socialismo nos mantenemos firmes en la organización popular independiente, hombro a hombro con los distintos sectores populares que tengan la voluntad política de luchar por la justicia social impulsada por los trabajadores del campo y la ciudad, el socialismo.

¡Por la unidad obrero, campesino, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo

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