La absolución de nuestro compañero Armando Hernández Sánchez es el signo inequívoco del carácter político de la prisión de luchadores sociales

Ciudad de México a 16 de octubre de 2021

A la opinión pública

La sentencia absolutoria de nuestro compañero Armando Hernández Sánchez y la libertad incondicional es una prueba concluyente de su inocencia, de la condición de preso político a la que era mantenido por el gobierno morenista de Rutilio Escandón Cadenas, así como la existencia de instancias jurídicas que fungen como instrumentos para criminalizar, incriminar y judicializar la pobreza y protesta popular.

La libertad de nuestro compañero ilustra que la razón siempre estuvo de nuestro lado, no hay elementos jurídicos que puedan colocarse sobre la verdad de forma eterna. La represión y autoritarismo fue evidenciada mediante la acción política de las masas combativas, los buenos oficios de abogados comprometidos y honestos, la solidaridad de organismos defensores de derechos humanos y organizaciones populares.

Hoy un compañero sale de las mazmorras del Estado, pero quedan cinco más, lo que indica que la cárcel y la prisión por motivos políticos es utilizada por gobiernos como el de Rutilio Escandón Cadenas para tratar de cercenar la voluntad de lucha de activistas y luchadores sociales. Su liberación sin cargos es el indicativo de que siempre hemos tenido la razón, nuestros compañeros son inocentes de los cargos que se les imputan.

La absolución después de dos años de prisión injusta no elimina las violaciones a los derechos humanos de los que fue objeto, tales como tortura, tratos crueles inhumanos y degradantes, así como el carácter injusto de los días que fue arrebatado de su comunidad, su familia y de sus compañeros de lucha, por tanto, la exigencia de juicio y castigo a los responsables de tan abominables crímenes sigue firme.

No puede existir la política de borrón y cuenta nueva, hay responsabilidad sobre el cometido de una injusticia y violaciones a los derechos humanos en todos los funcionarios que en su momento fungieron como representantes de Estado en la entidad, ésta pasa por el ex fiscal, Jorge Luis Llaven Abarca, ahora investido con una curul en la legislatura local, así como Ismael Brito Mazariegos, Rutilio Escandón Cadenas y funcionarios de la Secretaría de Gobernación (SEGOB) que en su momento se prestaron a lanzar amenazas contra el FNLS en las mismas instalaciones de esta dependencia federal

La libertad de Armando no elimina la injusticia a la fue sometido por más de dos años, lo mismo que acontece con los demás compañeros que son presos políticos de esta administración. Javier González Díaz también cumplió dos años de injusta reclusión a través de una estratagema jurídica donde fueron creados supuestos ofendidos, testigos y hechos; Venturino Torres Escobar y Asunción Gómez Sánchez están presos por infundios jurídicos; todos ellos presos en el estado de Chiapas por su participación consciente en el FNLS.

La justicia que no es expedita es generadora de impunidad e iniquidad social. Sin duda para quienes formamos parte de las jornadas de lucha y exigencia de la libertad de los presos políticos, significa un logro político ver a uno de los compañeros que recupera su libertad, sin embargo, la lucha no tiene descanso hasta ver en libertad a todos los presos políticos, la cancelación de órdenes de aprehensión y eliminación de carpetas de investigación.

La sentencia absolutoria del compañero Armando es la evidencia de que su reclusión se debió a una carpeta de investigación falsa que no pudo ser sostenida en el proceso jurídico, de tal manera que coloca de relieve la faceta del gobierno de Morena en la entidad chiapaneca, así la expresión de la continuidad de la violencia institucional para intentar mermar la combatividad de las masas y la lucha por mejores condiciones de vida.

La salida de un preso político de la cárcel echa por tierra la sentencia gubernamental de que no hay represión, queda establecido que el derecho está direccionado contra el que lucha y protesta. La cárcel es el mecanismo para intentar cercenar la creatividad del sujeto político que es el objetivo de la violencia institucional. La verdad se impone, en la Cuarta Transformación sí hay presos políticos.

La libertad de los presos políticos es la coronación de la lucha política, jurídica y de derechos humanos, por ello, todas las organizaciones y personalidades solidarias merecen nuestro reconocimiento, no obstante, aún falta trecho por recorrer, quedan todavía cinco presos políticos del FNLS en las cárceles de Chiapas, Michoacán y Veracruz.

En Michoacán sigue preso el compañero Leobardo Reyes Meza, sujeto a un proceso judicial plagado de irregularidades; en Veracruz mantienen preso al compañero Higinio Bustos Navarro mediante una orden judicial que data desde el sexenio de Felipe Caderón Hinojosa, indicativo de que la línea divisoria que trazó la administración federal actual de las anteriores es una simulación y maniobra política.

La administración federal rebasa la mitad de su sexenio, los cambios en su gabinete y en las administraciones estatales la coloca en una condición singular para atender las demandas populares que no son resueltas. En Chiapas y Veracruz gobiernan de forma paralela abanderados con el partido Morena, Michoacán se suma con el arribo de Alfredo Ramírez Bedolla a la gobernatura, por ello, la manera de atender al pueblo tiene origen en la identificación del programa político de la sigla partidista que los representa.

No hay vuelta a la hoja en casos de tortura, el clamor popular se mantiene firme en el juicio y castigo a los criminales de Estado, a los responsables de la tortura contra Armando y Javier; la libertad de todos los presos políticos y el cese a la política de represión contra el pueblo que ejerce su derecho a organizarse de manera independiente.

Fraternalmente
¡Presentación con vida de todos los detenidos desaparecidos!
¡Libertad de los presos políticos!
Por la unidad obrero, campesino, indígena y popular
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS