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“Estoy para servirles, sin simulaciones” es retórica huera más no práctica de los políticos de oficio
Viernes 9 de octubre de 2020, por
Ciudad de México a 9 de octubre de 2020
A la opinión pública
El discurso sin sustento práctico constituye en mentira, este fenómeno es recurrente en la práctica política de quienes dirigen la política interna en Chiapas, en aras de avanzar con los planes del capital monopolista trasnacional, fenómeno que explica la persistente conducta de los hombres del régimen en la entidad.
Son frecuentes las declaraciones tanto del gobernador, el titular de la Secretaría General de Gobierno y la Fiscalía General del Estado en diversos aspectos del la vida política, económica y social de la entidad donde destacan optimismo, disposición para atender las demandas del pueblo, sin embargo, en la entidad, el descontento popular, la precariedad de las familias pobres del campo y la ciudad, además de la violencia paramilitar en diferentes regiones, contradicen sobremanera la opinión de los políticos de oficio.
Por ejemplo, Ismael Brito Mazariegos es un político de oficio cuya función es ambivalente pero funcional a las exigencias del régimen. Lo confuso en apariencia estriba en lo persistente de la violencia institucional, así como de las violaciones a los derechos humanos, situación que aparenta “falta de gobernabilidad”, sin embargo, permite la violencia contra el pueblo, pero avanzan los planes del capital monopolista transnacional.
La retórica del secretario general de gobierno adolece de hechos sustanciales para su materialización, verbigracia “(…) Estoy para servirles, la Secretaría General de Gobierno está de puertas abiertas trabajando para todas y todos” ¿Todos y todas significa para quienes luchamos por la presentación con vida de los detenidos desaparecidos, libertad a los presos políticos, alto a la violencia paramilitar, castigo a los responsables? ¿Incluye a las organizaciones independientes? las respuestas a las interrogantes son obvias, el gobierno y gabinete privilegia intereses empresariales, ahí donde hay intereses del capital, la violencia institucional tiene la connivencia del régimen.
El funcionario abunda con su retórica, que gobierna “(…) sin simulaciones, y cualquier problema que exista lo abordamos, para que juntos encontremos soluciones y acuerdos”, son enormes las fallas a la verdad, para efectos del análisis, ¿a qué se refiere sin simulaciones? Porque es falaz.
Le recordamos al titular de la Secretaria General de Gobierno que simulación significa fingir, disimular, actos que a juzgar por lo persistente de las violaciones a los derechos humanos en Chenalho, Ocosingo, Aldama, los asesinatos dolosos, desapariciones forzadas revela lo fingido de sus declaraciones porque persiste la práctica de la violencia institucional contra el pueblo, porque el Estado no garantiza el derecho a la vida.
El caso Chenalho y Aldama, por ejemplo, demuestra lo inviable de las determinaciones oficiales para la supuesta solución del fenómeno; otra evidencia, es lo persistente del descontento del sector magisterial por temas laborales, así como de falta de pagos de salarios devengados, por tanto, es deducible lo simulado de las mesas de diálogo anunciadas con la supuesta solución a las demandas o de manera perversa, resolverlas parcialmente.
Si continúa el descontento popular de diversos sectores populares en la entidad significa ausencia de acuerdos serios que se traducen en paliar las exigencias populares, con esa actitud promueven la lucha fratricida, en otros términos, esa práctica da a la espalda a su política de respeto a los derechos humanos.
En ese contexto, son notables dos fenómenos, el gobierno chiapaneco reproduce la política de dilación en la solución de las diversas problemáticas de la entidad, condición que favorece las constantes violaciones a los derechos humanos; otro fenómeno es el relativo silencio de los políticos de oficio respecto del proceso de desarrollo de los planes del capital en la entidad, de esto último, tiene primacía por encima de las necesidades apremiantes del pueblo.
De esencia, es fácil advertir cómo el gobierno chiapaneco y su gabinete se constriñe a las exigencias federales, que significa favorecer a la “iniciativa privada”, por esa causa quienes piensen que en la entidad existe falta de estado de derecho únicamente demuestran lo estrecho de su perspectiva política, de fondo, pasan por alto quiénes están detrás de los políticos de oficio: las cámaras empresariales.
El gobierno chiapaneco simula cuando hace el llamado a la unidad, éste en voz de un político del régimen únicamente constituye en ganar simpatía entre las masas, favorecer a quienes comulgan con su política corporativizante, unificar aquella intención oficial es un acto provisto de simulación.
No se puede hablar de unidad cuando las divergencias de intereses son notables, es más, el país enfrenta un fenómeno estructural como la crisis capitalista, este problema coloca al régimen en manos de la clase dominante, para oxigenar el flujo de mercancías y lograr asimismo superar los estragos de la dinámica volátil del mercado.
El concepto gubernamental de “(…) trabajar privilegiando la voluntad popular y el respeto entre todos, para tener un Chiapas con bienestar” es otra mentira, cuando el secretario general de gobernación habla de voluntad popular es un ejemplo de la doble moral de los políticos de oficio, de ser consecuentes con ese concepto las exigencias populares serían resueltas en plenitud.
El anhelado Chiapas con bienestar consiste en primer lugar atender las exigencias de los principales socios de las cámaras empresariales, mantener los ingresos de la iniciativa privada en medio de la crisis económica, relaciones económicas y políticas que derivan también en ingresos para el erario público, en último término están las necesidades de los pobres del campo y la ciudad.
El discurso del gobierno chiapaneco y su gabinete no sorprende su carácter demagógico, por el contrario, permite inferir cómo el curso de las decisiones políticas y económicas en el sureste mexicano están en apego a las necesidades empresariales más no las del pueblo, esta situación es necesario desenmascararla, porque en ella alberga la génesis de las contradicciones que se manifiestan en el descontento popular y la continuidad de la violencia institucional.
En ese contexto, la denuncia juega un papel fundamental, porque a través de ésta es cómo se da a conocer cada injusticia cometida contra los desposeídos; es indispensable desenmascarar la actitud simuladora de quienes presiden la política interna en Chiapas, para esto es necesaria la organización popular independiente.
Atentamente
¡Por la unidad obrero, campesino, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS