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Carta a mis hijos, a las organizaciones solidarias y a mis compañeros de lucha

Miércoles 5 de agosto de 2020, por Ciudad de México

Chiapas, México, agosto de 2020

A mis hijos
A mis compañeros de la organización FNLS
A las organizaciones y personas solidarias que exigen nuestra libertad

Compañeras y compañeros reciban un fraternal y combativo saludo. Hoy me encuentro recluida en el CERSS No. 14. El Amate, municipio de Cintalapa, Chiapas.
Mi nombre es Asunción Gómez Sánchez, tengo 42 años de edad. Soy originaria de la comunidad Pasochiote, municipio de Chiapa de Corzo, Chiapas.

Les escribo a todas las personas solidarias con nuestros casos, a quienes desde sus espacios de lucha exigen nuestra libertad inmediata, para que conozcan un poco sobre mi participación en la organización, esta parte desde mi niñez, cuando mis padres lucharon por la tenencia de la tierra. En el año de 1986, mis padres, debido a la necesidad de contar con un pedazo de tierra para trabajar se unen a un grupo de personas, quienes estaban organizados para recuperar la tierra que los caciques tenían para mantenernos sometidos y esclavizados, en pocas palabras vivíamos como acasillados.

La toma de las tierras fue apoyada por la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ). En el transcurso de la lucha presencie muchos actos represivos del Estado y de los caciques de la región.

El 10 de abril de 1990 sufrimos un desalojo, la policía y los caciques se robaron todas las pertenencias de los compañeros y destruyeron las casas, nos dejaron con la ropa que teníamos puesta. A mujeres y niños nos trasladaron al basurero en donde nos dejaron abandonados. Desde ese lugar caminamos hasta llegar a la iglesia de Santo Domingo (Chiapa de Corzo) frente al Parque Central, ahí nos quedamos unos días para después irnos al municipio de Venustiano Carranza, Casa del Pueblo.

Los compañeros se trasladaron a San Cristóbal de Las Casas para exigir el regreso a nuestra comunidad. Después de plantones y denuncias se logra el regreso. Antes de este desalojo el cacique intentó meterse a las tierras con apoyo de sus pistoleros, pero los compañeros nos protegieron e impidieron que nos hicieran daño. En ese tipo de acciones mujeres y niños nos refugiábamos en el monte para evitar que nos hicieran daño.

El 11 de abril nuevamente sufrimos la represión del gobierno, los compañeros de la comunidad ya no estaban dispuestos a perder sus pertenencias y enfrentaron a la policía; en un primer intento los elementos policíacos se retiraron, pero, regresaron con más elementos por lo que la represión se intensificó con balas, golpes y amenazas, lo que ocasionó que los compañeros se retiraron al monte para protegerse.

De ese acto represivo varios compañeros fueron detenidos; las mujeres y los niños nuevamente nos refugiamos en el monte, pero, un helicóptero nos siguió y nos tapo el paso en un lugar que llamamos “Corral de ganado”, nos apuntaban con sus armas y nos amenazaban de muerte con la intención de que les dijéramos dónde se escondían los compañeros. Recuerdo que una compañera fingió un desmayo porque los volantes y material de propaganda para la denuncia que le encargaron se le cayeron del lugar donde se los escondió. En todas estas represiones estuve presente, era una niña, pero, los momentos los recuerdo muy bien, pasamos hambre, cansancio, sed y sueño, siempre estábamos atemorizadas, pero, con el tiempo logramos superarlo.

Crecí y escuchaba la palabra de la organización, hasta ese momento no comprendía mucho, sólo que teníamos que estar en ella, era evidente que me faltaba profundizar e interiorizar la necesidad de luchar por mejorar las condiciones de vida.

El 6 de agosto de 1996 unas personas intentaron detener o quizás ejecutar a un compañero de la comunidad, los agresores fueron detenidos por las autoridades comunales, pero, en un descuido lograron fugarse en su carro. Los compañeros intentaron detenerlos, pero eso dio motivo para que la policía entrara a la comunidad y detuviera injustamente a dos compañeros.

En ese año tenía 18 años de edad, ya estaba casada, mi compañero tenía una participación más activa en la organización. Fue así como empiece a comprender y adquirir más conciencia sobre mi participación en ella. En 1997 nace mi primer hijo.

En 1998 mi esposo participaba activamente en la organización, por lo que tuvimos que salir de la comunidad, esta decisión para mí fue una decisión muy difícil, no quería alejarme de mis padres. En el año 2000 regresamos, en esa fecha ya teníamos tres hijos. A nuestro regreso, mi esposo pedía las pertenencias que dejó cuando nos fuimos, pero mi suegro le dijo que él era dueño mientras anduviera de andariego con la organización.

A mi esposo le habían regalado dos toros antes de que saliéramos de la organización. Se puso a trabajar las tierras que tiene en su comunidad, al ver esto mi suegro le dijo que fuera a escoger sus toros, propuesta que rechazo porque a cambio le pedía que dejará la organización.

En el año 2005 mi esposo es encarcelado por defender la tierra de un grupo que perteneció a la organización, ellos actualmente ya no están en ella. A dos días de la detención de mi esposo nace una de mis hijas, misma que hoy ella participa en la organización y es una de las que exigen nuestra libertad inmediata. Con mi bebé recién nacida iba a las manifestaciones para exigir la libertad de mi esposo, pase por momentos muy críticos, pues tenía que trabajar para mantener a mis hijos.

El 8 de marzo de 2018 se toma el predio Las Palomas, donde formo parte del grupo posesionario, mi tarea en esta actividad fue dar la conferencia de prensa en San Cristóbal de Las Casas. Durante el tiempo de nuestro regreso la organización nos dio un tiempo, eso dio motivo para que mi esposo empezara a actuar como todo hombre enajenado imbuido en las formas de vida del mundo capitalista, no obstante, nunca es tarde para reflexionar y hoy estamos nuevamente aquí a donde pertenecemos, tener una vida organizada.

Hoy me encuentro en prisión acusada por despojo en agravio de Domingo Torres Patistan. Individuo que en su momento participó en la lucha por la tenencia de la tierra y ahora él nos acusa de despojo de unas tierras que no le pertenecen. Él conoce toda la historia de mi participación en organización, principalmente la de mi esposo, sabe que jamás abandonaremos la lucha y con mayor fuerza exigiremos la libertad de todos los presos políticos, así como castigo a los responsables de las desapariciones forzadas cometidas contra nuestros compañeros. En el momento de mi detención fue él y otra persona quienes le dieron información a la fiscalía sobre la hora y el lugar de mi ubicación.

Al ingresar al penal El Amate llegué a lo desconocido, pero, hubo personas que me apoyaron para poder asimilar esta experiencia. Lo que me preocupaba, en un primer momento, era saber que mis hijos estaban solos, hoy al enterarme de que están con los compañeros de la organización me siento tranquila, sobre todo, al escuchar que hoy son ellos los que exigen mi libertad, me llena de orgullo.

A mis hijos les pido que se preparen y estudien mucho porque en este camino la lucha exige personas preparadas y capaces para enfrentar la represión del Estado. Siéntanse orgullosos de pertenecer a la organización, jamás se cansen de exigir libertad para todos los presos políticos del país, exijan castigo a los responsables de las desapariciones forzadas de nuestros compañeros y presentación con vida de todos ellos.

Compañeras y compañeros, al escuchar las acciones políticas que realizan para lograr la libertad de uno de los compañeros que se encuentran recluidos en las cárceles del Estado me hace sentir tranquila y me da confianza de que ustedes no nos dejaran en el olvido, les pido que no caigan en la desesperación al no poder lograr la libertad inmediata de cada compañero, recuerden que la política del Estado es quebrantar nuestra lucha a través de la desesperación. Yo me encuentro bien no se apresuren, quiero mi libertad, pero, no por apresurarnos aceptaremos condiciones, CONDICIONES JAMÁS compañeros.

Recordemos a nuestros caídos en la lucha por la tenencia de la tierra, ni un paso atrás compañeros, NI PERDÓN, NI OLVIDO.

Porque el color de la sangre jamás se olvida, los masacrados serán vengados, quien los vengará, el pueblo organizado, entonces, lucha, lucha, lucha, no dejes de luchar por un gobierno obrero, campesino y popular.

Atentamente
Asunción Gómez Sánchez
Presa política recluida en el CERSS NO.14. EL Amate, Chiapas
Presa injustamente por defender el legítimo derecho a la posesión de la tierra

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