A 56 años del crimen de Estado cometido contra el sector estudiantil popular, los responsables materiales son protegidos con el manto de la impunidad

Ciudad de México, a 02 de octubre de 2024
A la opinión pública

Se cumplen 56 años de la masacre cometida contra el sector estudiantil popular sin que los responsables del cometido de este crimen hayan sido enjuiciados y castigados, al contrario, fueron protegidos con un manto de impunidad que les ha dotado de mayor poder para el fortalecimiento del estado policíaco militar y el cometido de nuevos crímenes de Estado y de lesa humanidad.
El Ejército, ejecutor principal del crimen cometido hace 56 años ha sido fortalecido para mantener su estatus de columna vertebral del Estado y defensor del régimen económico y político que favorece los intereses económicos del capital monopolista nacional y transnacional.

La masacre que tuvo su cometido el 2 de octubre de 1968 fue producto de la política de gobierno que desde sexenios pasados se diseñó contra el pueblo y que el 2 de octubre se ejecutó contra quienes resistían de manera combativa al recrudecimiento de la opresión política. Crimen de Estado que tiene una ligazón con el contexto político y social que se vivía en ese momento en México y a nivel internacional.

A pesar del tiempo transcurrido el crimen no se borra ni se olvida de la memoria colectiva, este persiste y se revive cada vez que en el cometido de nuevos crímenes contra el pueblo los gobiernos en turno protegen a los responsables del cometido de estos. Al tratarse de un crimen de lesa humanidad, las afectaciones siguen rememorando el significado de los hechos violentos del pasado.

Los hechos represivos del 2 de octubre develan el actuar de las instituciones de justicia y la complicidad de los gobiernos siguientes para encubrir y justificar el crimen cometido, por ejemplo, en el informe que realizó la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, en el gobierno de Vicente Fox Quesada justificó la represión del 2 de octubre y de otros hechos represivos diciendo que estos fueron para generar un cambio social.

Además, que los archivos que se utilizaron para tener la información no tuvieron que ver con la participación del presidente de México de ese momento, lo que protege la participación del más alto nivel en el cometido del crimen que hoy nos ocupa. El acceso a la verdad y la justicia no se accede por consigna gubernamental, porque el ocultamiento de la información tiene que ver con el control que el Estado mantiene en la población.

La institución castrense durante décadas ha ocultado la verdad de los hechos, a través del control de la información protege el actuar de esta institución en el cometido de los crímenes de Estado y de lesa humanidad, porque entregar la información sobre su participación en los hechos represivos desnudaría la forma en que cometen las graves violaciones a los derechos humanos. Además, que con el ocultamiento de la información se pretende manejar a la disidencia política.

Al igual que en sexenios pasados los crímenes que se cometieron en sexenios pasados siguen sin ser esclarecidos porque se pretende mantener en el olvido y en la impunidad los nombres y rostros de funcionarios públicos y los cuerpos policíaco militares, responsables materiales e intelectuales del cometido de los crímenes de lesa humanidad.

La intensión de los diferentes gobiernos de siglas partidistas distintas no es la de de impartir justicia y de erradicar los crímenes de lesa humanidad, al contrario, el objetivo es profundizar la impunidad para garantizar el fortalecimiento del pilar del Estado: el ejército, para mantener intacto al régimen económico y político.

A 56 años no olvidamos ni perdonamos el crimen cometido contra la juventud mexicana que de manera crítica participaban en la vida pública del país y que el autoritarismo gubernamental ejecutó de manera extrajudicial la disposición de lucha. En la presente etapa de lucha se requiere enjuiciar y castigar a los responsables materiales e intelectuales de los crímenes contra el pueblo, por lo que es necesario que el Ejercito se presente a comparecer ante las instancias de justicia y sea enjuiciado y castigado.

Fraternalmente
¡Vivos se los llevaron, vivos lo queremos!
¡Por la Unidad Obrera, Campesina, Indígena y Popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS