DESAPARICIÓN FORZADA FENOMENO TRANSEXENAL INEGABLE

Ciudad de México, a 09 de agosto de 2024
A la opinión pública

La desaparición forzada de personas es un fenómeno que se comete de manera transexenal, cuyo cometido es innegable. Desde el sexenio de Vicente Fox Quesada hasta el de Enrique Peña Nieto se ejecutó como política de gobierno y terrorismo de Estado cuyo pretexto fue el combate a la “delincuencia organizada”, en la actualidad estos crímenes siguen su cometido a través de las prácticas del terrorismo de Estado.

Las víctimas de la desaparición forzada son de la clase trabajadora, del pueblo explotado y oprimido. Si revisamos los casos, nunca vamos a encontrar que son los rostros del hijo, hija, padre, madre de un burgués, quien se encuentre plasmado en un cartel o un volante de exigencia de presentación con vida. La burguesía no sufre el cometido de una desaparición forzada porque ellos están protegidos por los cuerpos policíaco militares.

En la actualidad este fenómeno a todas luces es innegable, a pesar que desde Palacio Nacional el señor presidente declare que ya no se cometen las desapariciones forzadas y que se respetan los derechos humanos, los hechos demuestran lo contrario; las movilizaciones de familiares, organismos defensores de los DH, organizaciones populares e independientes desenmascaran los dichos del Ejecutivo federal.

La política que implementó de “perdón sí, olvido no” se traduce en impunidad para los autores materiales e intelectuales del cometido de este crimen atroz; para las víctimas y familiares se convirtió en burocratismo, dilación, re victimización y criminalización que las autoridades e instituciones vertieron en su contra por mantener a través de la protesta popular; la exigencia de presentación con vida, juicio y castigo a los responsables del cometido de este crimen que lacera a miles de familias en toda la república mexicana.

En la actual administración, la desaparición forzada como práctica del terrorismo de Estado es producto de las estructuras del Estado y de grupos paramilitares; los últimos obedecen a una cúpula policíaco militar, encargada de planificar y ejecutar el cometido de crímenes de lesa humanidad contra el pueblo trabajador. Para legitimar el poder que se ha conferido a las fuerzas castrenses, el Ejecutivo federal lo coloca como una institución heroica, “al servicio de la seguridad” y “protección del pueblo”, es el “pueblo en armas” declara una y otra vez, con lo que intenta limpiar su pasado y presente criminal.

La práctica como criterio de la verdad revela que los cuerpos represivos son los responsables directos del cometido de infinidad de crímenes de lesa humanidad en contra del pueblo organizado y no organizado, la utilización mediática de que es la delincuencia organizada o el narcotráfico los principales responsables de las desapariciones forzadas es con la intensión de deslindarlo de la responsabilidad que tienen en el cometido de estos crímenes.

La utilización de la delincuencia organizada y el narcotráfico es para ocultar la responsabilidad del ejército y demás corporaciones policíacas en el cometido de dichos crímenes, práctica que no es nueva, desde los gobiernos priistas, panistas se utiliza para generar un clima de violencia, terror y zozobra en la población, que sea esta la que pida la salida del ejército a las calles, se tome el control de la población y de algunas regiones del país.

Durante el sexenio del gobierno de MORENA las cifras de víctimas de la desaparición forzada incrementaron de manera acelerada, realidad que el Ejecutivo federal intenta negar; a través de su discurso demagógico y de la reducción en la cifra de detenidos desaparecidos intenta justificar que en su gobierno ya no se cometen las desapariciones forzadas, que estas son una herencia de gobiernos pasados.

En el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa AMLO ofreció garantías de que las investigaciones no se van a cerrar, no habrá carpetazo ni tampoco habrá impunidad para los responsables, la virtual presidenta Claudia Sheimbaum Pardo dijo algo similar “el gobierno de México no encubre ni protege a ninguna persona, en específico, a elementos de alto nivel al interior del Ejercito” discurso oficial que solo queda en promesas porque en realidad ellos protegen a capa y espada a altos mandos militares así como también a funcionarios públicos y políticos de oficio, responsables de la desaparición forzada de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa.

Para garantizarle impunidad a los perpetradores AMLO implemento una ley de amnistía según él para obtener mayor información de personas que estuvieron involucradas en los hechos en especial para los militares, está les ofrece protección y garantías de no estar detenidos llevando su proceso fuera de la cárcel; también destaco la detención de altos mandos de la entonces Procuraduría General de la Republica (PGR) por la construcción de la “mal llamada verdad histórica”.

Lo que no dice es que desde la actual administración también intenta crear otra “verdad histórica”, en la que responsabiliza al crimen organizado como principal ejecutor de la desaparición forzada de los normalistas de Ayotzinapa, no se da a conocer el análisis de balística que arroja que el calibre de las armas utilizadas en la calle Juan N, de Iguala Guerrero, es de 7.62mm, que se usa en los fusiles k47,FN, FAL Y G3, armas de uso exclusivo del ejército, no de la policía municipal de Iguala y Cocula.

La información que se oculta tras la participación de las fuerzas armadas, es para cubrir con el manto de la impunidad a los responsables históricos de las desapariciones forzadas, de ahí que la verdad del Estado sólo los señala como simples espectadores en la escena del crimen. A pesar de la información existente en el caso Ayotzinapa, que conduce a la responsabilidad principal del ejército, el Ejecutivo federal se empecina en protegerlos por encima de la verdad y la justicia.

Si la desaparición forzada es un fenómeno transexenal que por las cifras de las personas que se encuentran en esta condición, es un hecho innegable, el pueblo debe exigir cese al cometido de las desapariciones forzadas que se cometen en el país, para ello las acciones políticas de masas deben desplegarse a nivel nacional.

Fraternalmente:
¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!
¡Por la unidad Obrera, Campesina, Indígena y Popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo