Fragor y resistencia #9. Violencia de Estado en el sur de la entidad mexiquense

Fragor y resistencia
Voz y análisis del FNLS en el Estado de México
Año: 00 - No.: 09 - 31/01/24

Violencia de Estado en el sur de la entidad mexiquense
La violencia institucional que se vive en el Estado de México es parte intrínseca del modo de producción capitalista, violencia que se expresa en los crímenes de lesa humanidad, en el azoramiento que generan los grupos paramilitares que están principalmente en el sur de la entidad.
Es la violencia que se vive en todo el país, producto de la crisis general capitalista y de la descomposición social que genera el régimen económico imperante. Los estados de Guerrero, Michoacán, Zacatecas, Chiapas y Estado de México son la muestra de la violencia institucional que se vive en México.
El objetivo es mantener al pueblo con miedo, sumido en el terror, despojarlos de sus tierras, quitarles el producto de su trabajo y el desplazamiento forzado como forma de violencia de Estado en función de reproducir el capital.
Lo ocurrido en Texcaltitlán el 8 de diciembre del 2023 es la muestra del hartazgo que vive el pueblo trabajador bajo la sombra de grupos paramilitares que los extorsionan y controlan las mercancías que entran a la región.
Estos grupos conocidos como grupos de la “delincuencia organizada” o el “narcotráfico” tienen el control del tránsito de las mercancías, de los productos de la canasta básica, que en la región sur del estado se venden al doble del precio que en otros lugares del territorio mexiquense; fenómeno que afecta a la población trabajadora y no a las grandes empresas, que continúan reproduciendo sus mercancías, mientras el gobierno por años ha dejado hacer y pasar este fenómeno en que el pueblo trabajador tiene que pagar el aumento a la “maña”.
Esto no afecta los negocios de las grandes empresas, al contrario, aseguran la realización de sus mercancías, se ahorran costos de logística, transportación y sueldos a empleados; a diferencia de los negocios locales a los que se les pide el “derecho de piso”, si ya es difícil competir contra los grandes monopolios, con este aumento de precios se vuelve insostenibles los pequeños comercios en esa región.
Las mercancías de la oligarquía se reproducen, las venden a un precio mayor a la población, sin embargo, las grandes empresas no pierden, siguen recibiendo el mismo precio por sus mercancías, el pueblo trabajador es el que paga el aumento a estos productos en beneficio de los grupos que reproducen la violencia institucional y las prácticas monopólicas. Al final del día se re produce el proceso del capital, las mercancías no dejan de circular y las masas trabajadoras continúan sujetas a la opresión y el pauperismo.
Fenómeno que es parte de la violencia de Estado que se ejerce contra el pueblo, para despojarlo y desplazarlo en beneficio de los grandes empresarios, para así, poder explotar los recursos naturales de la región, como sucedió en la frontera norte y Michoacán hace algunos años o lo que actualmente sucede en Chiapas.
A la par con estos mecanismos de la violencia burguesa, otro de los problemas que aqueja a la población es la desaparición forzada de personas, fenómeno que desde las instituciones de gobierno no se atiende en función de la presentación con vida y el juicio y castigo a los responsables, desde el discurso oficial se dice que la desaparición de pobladores del municipio no tiene relación con los hechos ocurridos en diciembre.
La intención es aislar los hechos y no relacionarlos a la violencia institucional que se vive en la región; sin embargo, estos hechos no son aislados, son parte de las prácticas de terrorismo de Estado que se vive desde hace años en ese territorio.
Aún se encuentran en condición de desaparición forzada 7 personas pertenecientes al municipio de Texcaltitlán, lo que expresa la violencia de Estado y el cometido de crímenes de lesa humanidad en la entidad mexiquense, los otros 7 individuos que se encontraban en esta condición fueron reportados por una “llamada anónima”, sin que el gobierno emita mayores explicaciones al respecto.
La presencia de los cuerpos policíaco militares no resuelve el problema de la violencia en la región, al contrario, ahí donde se encuentra la Guardia Nacional (GN) y el Ejército mexicano se cometen más violaciones a los derechos humanos y más crímenes de lesa humanidad.
El que se les ceda un terreno para que ahí se instale un cuartel de la GN es la expresión del hartazgo y la desesperación del pueblo trabajador para salir de la violencia en la que se encuentran; sin embargo, la presencia de los cuerpos castrenses solo va a aumentar la violencia contra el pueblo trabajador bajo el objetivo de militarizar la región sur del estado.
El ejemplo es lo que sucede en el estado de Chiapas, donde la presencia de los cuerpos policíaco militares conviven con los grupos de la “delincuencia organizada”, donde se observan retenes de las dos fuerzas a una distancia de 400 metros entre ellos, lo que denota su complicidad y de que sirven al mismo amo, el dinero.
En Guerrero el pueblo está harto de la presencia de la GN y el ejército, puesto que son los que ejercen la violencia contra los oprimidos, hay un descontento general que pide que salgan de sus comunidades, ya que son los que cometen crímenes y violaciones a los derechos humanos contra la población.
El pueblo de Texcapilla dio un ejemplo de organización y rebeldía contra la violencia que emana del Estado, producto del hartazgo, es la muestra de que cuando el pueblo se organiza bajo los intereses populares no hay fuerza represora que los detenga, sin embargo, dicha voluntad debe transitar por medio de la organización popular que construya poder popular para garantizar sus derechos y su seguridad colectiva.
La respuesta a la violencia que vivimos como pueblo trabajador es la organización popular e independiente, alejada de todo marco corporativo, fuera de la lógica del Estado y sus fuerzas represivas, en función de los intereses del pueblo trabajador. La presencia de los cuerpos policíaco militares solo va a representar la militarización de la región y ello llevará al incremento de la violencia de Estado contra la población indefensa.

¡Por la unidad obrera, campesina, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo