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Seguimiento policíaco, método de investigación contra el FNLS

Martes 9 de agosto de 2022, por Ciudad de México

Ciudad de México, a 9 de agosto de 2022
Crónica política

Desde el uno de agosto de 2022, instalamos un plantón en la ciudad de México, específicamente frente a la máxima instancia de procuración de justicia, la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Inmediatamente el gobierno de la Ciudad de México y Gobierno federal desplegaron elementos policiacos para el seguimiento y hostigamiento, método de investigación contra nuestra.

Esta actividad política de masas la realizamos con diferentes esfuerzos organizativos como el Comité de Familiares Hasta Encontrarlos, Comité CEREZO México, Organización de Lucha por la Emancipación Popular –OLEP- y otros colectivos en lucha. El objetivo es exigir justicia, verdad y garantías de no repetición de crímenes de lesa humanidad y de Estado como la desaparición forzada.

El día primero, el contingente compuesto por compañeros de diferentes regiones del país, se acerca a las cercanías de la majestuosa plaza de la capital del país que históricamente ha atestiguado batallas políticas del pueblo organizado, el Zócalo. Los radios de comunicación fueron activados, incluso se pueden escuchar el paso de vos de policía a policía, por la llegada de tal contingente.

Se encienden, en forma de serie, las luces rojas de los radios de comunicación de corporaciones policíacas, se activa el mecanismo de seguimiento, de todos los rincones de los edificios que alberga políticos de oficio se asoman elementos para tomar nota, fotos y videos para informar a sus mandos acerca de la protesta inesperada de un pueblo organizado.

Se activa el mecanismo de seguimiento, todas las corporaciones policíacas, identificados por sus uniformes, otros por su pertrecho casi militar, otros vestidos de civil que bajo la playera o camisa guardan discretamente su radio, pero distinguidos por sus teléfonos celulares que teclean a cada instante después de disparar flashazos que capturan los rostros de los manifestantes, en este caso del FNLS.

A unos metros del edificio, donde los magistrados “discuten” la justicia, en la entrada principal se escucha una voz, emitido vía aparato de sonido que multiplica el eco del inicio de la conferencia de prensa convocada días previos para dar a conocer el motivo de la llegada del contingente.

De forma sintonizada se extienden lonas con rostros de desaparecidos, esta sintonía es seguida por hombres uniformados de todas las corporaciones policiacas que “cuidan” los accesos a la zona centro, mas bien, que impiden el derecho a la manifestación del pueblo víctimas de la violencia institucional.

Así reciben al pueblo en lucha que exige justicia. Contrario a disminuir este acto de hostigamiento aumenta, solo para ilustrar, más de dos centenares de elementos policiacos para preguntar de la actividad, todos, para informar a sus jefes. A unos metros, vallas metálicas que impiden acercarse al edificio “histórico” hoy casa habitación del presidente, la calle que se encuentra a un costado de la SCJN lleno de policías dispuestos a actuar.

Cada corporación policiaca procura dar información lo más exacta posible a sus superiores esperando ser los primeros en sorprender al jefe con una novedad del día o la noche.

Los primeros días experimentamos un cerco policíaco, pueden salir pero no entrar, expresaban los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), tengo órdenes de no dejar entrar a nadie, después de nuestra insistencia y exigencia de respeto al libre tránsito y respeto a nuestro derecho a la protesta dijeron, bueno, cuantos salen para saber cuántos entran. Es la opción ofrecida por algún elemento más “civilizado” encargado de mantener el cerco policíaco.

La policía uniformada y civil, pertenecientes a las diferentes dependencias gubernamentales, dan seguimiento a nuestras actividades no para nuestra seguridad, sino para la vigilancia como forma de investigación que los gobiernos implementan contra todo esfuerzo organizativo, en este caso contra nuestra.
Cada elemento del Estado busca colocarse lo más cerca posible o lo menos visible para obtener la información más precisa, cual espías en tiempos de la Inglaterra del siglo XVI, empero, su disimulo es delatado por sumo fracaso en su aspecto camaleónico.

Al amanecer, día 2 del plantón, se cerraron todos los accesos a nuestro plantón, es para impedir el paso a mas manifestantes, manifiestan los policías, es una orden, decían. Esto fue la preparación de un desalojo contra comerciantes y también fue para aislar nuestra actividad de exigencia de justicia y verdad para evitar que el pueblo se entere de la magnitud de la impunidad en el país en casos de desaparición forzada.

El paso es cerrado abruptamente para los que llegaban de una actividad política, no pueden pasar, exclamó un policía de la SSC, su instrucción de cancerbero lo pone de manifiesto al lanzar un empujón contra una compañera, quien de forma decidida desvía la dirección del golpe, a pesar de la abismal ventaja, entre el elemento pertrechado con equipo especial y la mujer joven, activista político.

La bravura del agente, se truncó con la repuesta de nuestras compañeras, una quien desvía el golpe y la otra con una menor de edad en la espalda se planta decidida a romper el cerco policíaco colocado a unos metros del plantón. He aquí la muestra, la represión no distingue sexos, esta se ejerce contra el pueblo, en este caso contra el pueblo organizado y en lucha.

Por calzada de Tlalpan los elementos de la SSC, amenazan de detener a nuestros compañeros quienes pegaban carteles con rostros de los detenidos desaparecidos en la vía pública, en la glorieta de los desaparecidos, es vigilada la actividad, en el hemiciclo a Juárez la policía montada, disfrazado de charro vigila el mitin.

Afuera de la Catedral de la CDMX, nuestros compañeros instalados en mitin son hostigados por diferentes corporaciones policíacas, antes una comisión ya había llenado un formato del mecanismo de protección, activado por la denuncia hecha pública, que trajo consigo elementos de la Dirección General de Derechos Humanos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

Vamos a ver todo lo que comentan, manifestaron los elementos de Derechos Humanos, que contradictoriamente son los que vigilan un desalojo o represión contra el pueblo en lucha. La visita de una comisión de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de la CDMX, no hiso la diferencia en cuanto al seguimiento.
Así como atestiguamos el descontento popular con manifestaciones en la primera cuadra de la CDMX, también del despliegue de cientos de elementos de la SSC y de vallas metálicas para impedir la llegada de cualquier contingente a la plancha del Zócalo que “perturbe” la transmisión de la conferencia mañanera del ejecutivo federal, cual todo poderoso, define lo bueno y lo malo, y la realidad en que debe vivir el pueblo por más fantasiosa que parezca.

El odio de clase está a flor de piel, con la lluvia buscamos un lugar para pernoctar, el único espacio era el corredor del edificio en el que se encuentra el gobierno central de la CDMX, que esta atrás de nuestro platón, sin embargo, cuando nos disponíamos a tender nuestros plásticos, inmediatamente los desclasados policías, que resguardan el edificio de sus jefes, se acercan para impedir resolver nuestra necesidad.

De dos se hicieron tres, luego cuatro, mas tarde otros de civil pero pertrechados con equipo policíaco, todos manifestaron en un momento lo resolvemos, que en realidad, era para ganar tiempo y pensar en una forma para negarnos el espacio, ya no era sorpresa, es una forma de mandarnos a la chingada, yo los conocemos.

En minutos idearon un plan, se sacaron de la manga, ¡que ocurrentes! Lavar el pasillo justo en ese momento, seguimos un plan de limpieza, decían, y ¿cada cuando lavan entonces? A veces diario, a veces cada ocho días, resulta que justo este día toco ese a veces. “Nomas para chingar, expresó un compa”.

La finura del seguimiento e investigación solo ocurre en las novelas policíacas, en la vida real, en este sexenio, ¡qué más da! Son ordenes, por lo tanto, no se ocupa la discreción, el disimulo, porque es una política de gobierno.

Así transcurre el plantón, frente a la suprema corte de justicia, que este 10 de agosto sesionará para resolver el caso de los revolucionarios Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, en lo jurídico. No es cosa menor, manifestó también el periodista Zósimo Camacho, en una conferencia política, expresión que compartimos, el Estado mediante sus instituciones judiciales deben enjuiciar al ejercito, columna vertebral del gobierno actual, así como lo ha sido en las distintas administraciones federales.

Se tocan fibras sensibles del Estado, las cuales conectan directamente al gobernador de Oaxaca y el ejecutivo federal de ese entonces, 2007, hombres del régimen que fungieron como fieles defensores del capital privado, encargados de aplicar el terrorismo de Estado para objetivar las políticas neoliberales en el país.

Amenaza y represión se ejerce contra los que han puesto en esta encrucijada al Estado. Los ministros, en palabras del periodista Zósimo Camacho, por el simple hecho de ganar salarios de casi medio millón de pesos ya son corruptos, tiene que resolver el caso de los revolucionarios. Un caso comprobado de desaparición forzada, en la que participaron un escuadrón de 37 fusileros con dos oficiales y todas las corporaciones policiacas de esa entidad.

El seguimiento como método de investigación contra el FNLS se mantiene en esta administración autonombrado de la cuarta transformación, la muestra es lo acontecido en estos nueve días de plantón en la Ciudad de México.

Fraternalmente:
¡Alto a la persecución política!
¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo FNLS

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