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8 de marzo: fecha para reivindicar la lucha de la mujer proletaria
Lunes 8 de marzo de 2021, por
Ciudad de México. 8 de marzo de 2021
A los medios de comunicación
A las organizaciones populares
Al pueblo en general
8 de marzo: fecha para reivindicar la lucha de la mujer proletaria
La lucha de la mujer proletaria es la lucha de la clase trabajadora por su emancipación del yugo capitalista, esto es lo que le da contenido político a esta fecha histórica en la cual reivindicamos y recordamos a todas aquellas mujeres entregadas a la lucha del pueblo, quienes demuestran por la vía de los hechos que sin importar el sexo es posible arribar a la unidad popular en función de alcanzar nuestro objetivo histórico: terminar con la explotación y construir una sociedad justa.
Existe otra definición de esta fecha pero que emanan de la ideología dominante o del oportunismo - reformismo, se le conoce como feminismo burgués, la cual busca encauzar la lucha de las mujeres hacia reivindicaciones banales que terminan por generar una confrontación fratricida con sus hermanos de clase, es decir, en una lucha entre géneros que únicamente sirve a la clase en el poder porque mantiene a las mujeres alejadas de la lucha contra el capital, germen de la desigualdad y la violencia.
Esa forma de feminismo fue ampliamente criticada por Clara Zetkin, mujer entregada a la causa obrera, quien en 1896 expresó: “Por ello la lucha de la emancipación de la mujer proletaria no puede ser una lucha similar a la que desarrolla la mujer burguesa contra el hombre de su clase; por el contrario, la suya es una lucha que va unida a la del hombre de su clase contra la clase de los capitalistas.”
Tesis que tiene sustento teórico en la ciencia del proletariado y que puede ser comprobado por la realidad, por ejemplo, en la historia de nuestro país, donde la participación de la mujer en la gestas de independencia (1810), revolución mexicana (1910) y en la lucha por la tierra en los años 80 y 90, fue indispensable para terminar con la colonia, la dictadura porfirista y el caciquismo respectivamente.
Los historiadores indican que las mujeres en la revolución mexicana tenían diversos papeles, eran soldados, cocineras, ayudaban a pasar armas a los soldados villistas o zapatistas, eran madres, profesionistas, todas en el lugar que ocuparon contribuyeron a la lucha contra la opresión en aquella época.
En los años 80s y 90s el país lleno de caciques y terratenientes, los campesinos decidieron recuperar las tierras para usufructuarlas sin tener que trabajar para el patrón y aguantar las vejaciones que éste hacía en su contra, el testimonio de Julia Sanchez (http://fnls.mayfirst.org/spip.php?article3200), nos ayuda a comprender que las mujeres jugaron un papel importante en la lucha por la defensa del derecho a la tierra, en ella relata cómo sortearon la represión y lograron mantener la posesión de las tierras.
En el presente la lucha no ha cesado, nos enfrentamos a una sociedad capitalista donde domina el interés privado de unos cuantos mientras que la gran mayoría de la población vive en deplorables condiciones, además de tener un gobierno que reprime la crítica política, esto ha hecho que la lucha de hombres y mujeres se mantenga con reivindicaciones políticas de carácter proletario.
El Estado para desviar esta lucha ha engendrado al feminismo burgués y la lucha por “la igualdad de género”, esa supuesta igualdad sólo es mera formalidad jurídica, la realidad es que existe una enorme brecha de desigualdad entre el pueblo y la oligarquía, mientras exista propiedad privada no existirá igualdad, sólo explotación económica y opresión política.
Sociológicamente la mujer en la actual sociedad presenta características particulares en cuanto a su lugar en la vida económica, política, o cultural, sin embargo, la esencia no cambia, al pertenecer a la clase de los oprimidos vive en las mismas condiciones de pobreza y miseria al igual que sus similares, sea hombre o mujer.
Veamos, la mujer en alguna actividad económica productiva, su fuerza de trabajo es tasado por un salario al igual que todo obrero, salario que está determinado en un mínimo y que apenas alcanza para sobrevivir. Por otra parte, la mujer en el capitalismo está sometida a las labores domésticas, expresión de que su papel es reducido a la procreación de la especie humana, económicamente ´hablando creadora de fuerza de trabajo cual más maquinaria.
La sociedad dividida en clases ha generado una rápida descomposición social, expresado en alcoholismo, drogadicción, prostitución, familias disfuncionales, en la cual la mujer está inmersa de una u otra manera, la violencia a la que está sometida emana del régimen, en está tiene su génesis y no en su sexo opuesto como indica el feminismo burgués.
En el campo la mujer está relegada de la vida cultural, la gran mayoría no termina ni el nivel básico de educación, sus condiciones de vida son precarias, sin acceso a los servicios de salud.
Todo esto es la violencia que emana del Estado, la cual no distingue edad ni género, son miles de víctimas de la pobreza, muertes por inanición, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, desplazamiento forzado y demás graves violaciones a los derechos humanos, por ejemplo, Asunción Gómez Sánchez, presa política en el estado de Chiapas por pertenecer al FNLS y luchar por mejores condiciones de vida.
En esta condición se encuentran otras tantas mujeres, otras más viven la persecución política por su activismo político tal es el caso de nuestra compañera la Psicóloga Noemia Calles Rios, otras viven el calvario de tener un familiar detenido desaparecido o ejecutado extrajudicialmente, mujeres que han transformado esa indignación y dolor en organización y lucha por justicia y por la presentación con vida de su ser querido.
Son ellas las que día a día demuestran que existen razones para unificar esfuerzos, y luchar juntos como clase para acabar con la violencia capitalista, para ello hay que enfrentar férreamente las posiciones no proletarias que únicamente sirven para mantener el status quo.
Estudiar científicamente la realidad nos ayuda a tener claridad sobre el rumbo a seguir para lograr la emancipación de la mujer, que como dijimos al principio es la emancipación de la clase trabajadora.
¡8 de marzo no es de fiesta, es de lucha y de protesta!
¡Por la unidad obrero, campesino, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo