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Testimonios de la agresión contra mujeres y hombres del FNLS
Lunes 19 de octubre de 2020, por
Ciudad de México a 19 de octubre de 2020
A la opinión pública
La agresión física contra nuestras compañeras por provocadores vestidos de civil en la estación del metro Pino Suárez el pasado 16 de octubre del año en curso es un acto condenable que devela la práctica del gobierno de la Ciudad de México con supuestos vendedores del Centro Histórico para justificar el cometido de violaciones a los derechos humanos contra el pueblo organizado. Para muchos no es un secreto que esos sujetos son los que deciden quién puede vender y quien no, son los que cínicamente dicen “somos los dueños de la plaza”. Les anexamos los testimonios de compañeras que fueron agredidas.
Testimonio 1 de una compañera agredida:
Estaba parada al lado de la manta, cuando llegó un sujeto y nos dijo que nos quitáramos de ese lugar, ¡sálganse, váyanse! Y empezó a patear la caja de las artesanías. Yo no me quise salir y fue ahí cuando me dio una patada.
Me dijo, “dame el palo porque si no te voy a pegar”. Como no le di el palo, me dio una patada y caí al suelo. En ese momento quise vomitar, pero ya no pude, sentí que me iba a desmayar porque vi todo oscuro. El señor que me pateó era alto, tenía una sudadera amarilla.
Después de que me levanté, me hice a un lado. Vi que nos quitaron la manta, patearon y pisaron las revistas, golpearon a una compañera, le jalaron del pelo. Eran como 20 hombres y en cuanto éstos empezaron a golpear a nuestras compañeras, llegaron las mujeres que estaban vendiendo a un costado de la plaza, eran como 10 mujeres, fue cuando empezó otra pelea con las compañeras.
Testimonio 2 de una compañera agredida:
Estaba grabando con el celular, vi cuando agredieron a dos compañeras a una le rajaron la cabeza y a la otra compañera le agredió un hombre chaparrito, gordito, traía una sudadera gris, la golpeó con un palo en la cabeza.
A mí me querían quitar el celular, pero yo no me dejé y me golpearon también. Éstos eran dos muchachos un alto y moreno y el otro medio chaparro y gordito.
También vi que a uno de nuestros compañeros lo estaban ahorcando y lo arrastraron y le pegaron con el palo en la espalda, eran como cinco hombres.
De ahí jalé a mi compañera para que nos alejáramos de ahí. De ahí ya no supe nada.
Testimonio 3 de una compañera agredida:
Apenas nos estábamos instalando, estaba con mis compañeras que habían puesto la manta. De repente llega un señor de sudadera amarilla, muy agresivo y prepotente nos decía que nos quitáramos de ahí, que qué estábamos haciendo, que estorbamos, que no dejamos pasar a la gente que pase a comprar, que les estábamos quitando el lugar de ellos, que los estorbamos con nuestras chingaderas, que nos vayamos a otro lado al zócalo o a cerrar las calles.
Yo estaba protegiendo a mis compañeras que estaban ahí con la manta para que no se les acercara nadie. En eso viene un sujeto y me quita el palo que yo traía, este es un símbolo de lucha y nuestra defensa que cargamos en las actividades políticas. Me arrebata el palo, quita la manta, la patea, empuja a tres de nuestras compañeras que sostenían la manta, ellas se resisten. Llegan otros dos sujetos y les arrebatan la manta, la patean. Entonces viene mi compañera y les arrebata la manta y les dice que no nos vamos a quitar de ahí.
Estaban dos compañeros con nosotros, a ellos los empujaron, uno fue golpeado en el brazo. Después llegó más gente, uno de ellos fue avisarles a los demás comerciantes ambulantes, hizo su recorrido en toda la explanada donde están los puestos de ellos. Llega con muchísima más gente con más prepotencia, nos gritaban, nos decían que nos fuéramos que no teníamos nada que hacer ahí. Yo defendía a mi compañera porque la empujaban, le pegaron con un palo en la cabeza, la arañaron en la cara y el cuello.
Yo empujaba a esas personas para que no entraran, yo les decía que nos dejaran, que no íbamos a tardar, que estamos realizando una protesta, que somos mujeres, y dicen “No, ustedes nomás vienen a chingar hijas de su pinche madre, qué andan buscando aquí, díganle a su compañera que se calme, que se controle. Váyanse de aquí. No queremos pelear” y les digo, pues nosotros tampoco, hay que hablar… y en eso que me agarran de los cabellos porque me acerqué a defender a mi compañera que la estaban agarrando los hombres y fue cuando las mujeres comerciantes me agarran de los cabellos, no vi cuantas, eran como 8 o 10. Me agarran de los cabellos y me golpean en la cabeza, la verdad no vi con qué e golpearon pero en cuanto yo siento que la sangre me escurre por el cuello.
Pido ayuda a mis compañeras, que se metan a ayudarnos, que me quiten a las mujeres que me tenían agarrada del cabello. No sé porque se quitaron de ahí, a lo mejor porque vieron que yo estaba sangrando. Entonces yo vi que no la íbamos a armar entre nosotras y entonces yo salí corriendo a la calle a buscar a la policía, yo le gritaba, pedí auxilio a la policía. La policía se acercó hacia donde estábamos nosotros, venían corriendo tres policías y luego la gente me rodeo, mis compañeras empezaron a limpiarme, entonces ya cuando terminamos regresamos a la plaza y ya vi que habían llegado todos mis compañeros.
Testimonio 4 de un compañero agredido:
Desde el momento en que llegamos, se presentó el sujeto vestido de azul, una compañera lo enfrentó le dijiste que no nos íbamos a quitar. El todo el tiempo su idea fue que nos quitáramos. Le dijimos que no nos íbamos a quitar. Cuando se acercaron las compañeras, este sujeto le dijo a otro que estaba con él que llamara a sus compañeros. Cuando este regresa, llegaron varios, primero de 5, de 10 y así. Se hizo más fuerte la discusión, ellos a que nos quitáramos y nosotros a que no nos íbamos a quitar, pero para esto ya habían empezado a patear las revistas, las mantas, los volantes, en ese lapso empezó el forcejeo. Posteriormente llamaron a las mujeres, pero para esto el señor ya traía un palo que había quitado a una de nuestras compañeras y con ese palo me amenazaba que me iba a chingar, todo el tiempo me amenazaba: que yo personalmente a mí me iba a chingar, él tenía ganas de que me agarrara a madrazos con él. Todos los demás agresores que llegaron, eran chavos fornidos que se me acercaban, provocando. En cuanto me distraje porque agarraron el palo a una compañera que se lo iban a quitar, aventé la mano para ayudarla y que no se la quitaran y nos arrastraron. En ese lapso me golpearon con un palo en la espalda. Del grupo había algunos que decían que no agredieran y otros que incitaban a la agresión. A las compañeras les quitaron los volantes, las mantas, lonas, todo les quitaron.
Frente Nacional de Lucha por el socialismo
FNLS