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Tinta Socialista No. 129. Impedir la pega de carteles o la realización de mítines expresa la política autoritaria de gobiernos que dicen ser respetuosos de los derechos humanos, pero en los hechos los transgreden

Martes 4 de agosto de 2020, por Ciudad de México

Ciudad de México a 4 de agosto de 2020

Descarga aquí Tinta Socialista No. 29

La pega de un cartel en la calle, la distribución de un volante o la realización de mítines en las plazas públicas no son delitos, son actividades de protesta y difusión que realiza el pueblo ante la transgresión de sus derechos y libertades políticas. Los gobiernos que criminalizan el uso de estos derechos establecidos en la Constitución y derechos universales son en la vía de los hechos Estados autoritarios que no consienten a las voces críticas al régimen, mucho menos aquellas que a través de la libertad de expresión denuncian las transgresiones de las que son objeto.

Los derechos y libertades políticas son conquistas que a través de los años el pueblo obtuvo mediante la lucha organizada; de ninguna manera son concesiones ni dádivas de los grupos de poder político y económico, mucho menos buenos deseos de personeros o políticos de oficio; el hecho de que estén establecidos en leyes, tratados y acuerdos son parte de esa lucha constante por mejorar las condiciones de vida de las masas explotadas y oprimidas.

Las detenciones arbitrarias, intentos de detención en la Ciudad de México y el Estado de México contra organizaciones populares por realizar pegas de cartel en la calle, así como amenazar con detener y poner un cerco policíaco contra organizaciones que realizan mítines frente a Palacio Nacional o en las inmediaciones de la estación del metro en la CDMX e impedir que instalen mantas y lonas con los rostros de sus seres queridos, son expresiones de las violaciones a los derechos humanos, como la libertad de expresión, libertad de manifestación, organización y a la protesta. En sí, son políticas institucionales que criminalizan la protesta popular y vulneran en la vía de los hechos los derechos.

En su momento los gobiernos priistas y panistas aplicaban esa política de gobierno, trataban como delincuentes a aquellos que realizaban pegas o pintas de denuncia; lo curioso es que hoy los gobiernos morenistas aplican la misma política contra las organizaciones de carácter popular e independiente.

Los argumentos de los elementos policíacos como, “no está permitido pegar propaganda en la vía pública”, “dónde está su permiso” o si “trae la denuncia o averiguación previa” denotan una actitud indolente y una política institucional por querer reglamentar la protesta del pueblo, en los hechos es la corporativización de las organizaciones populares que luchan por la vía independiente.

Es indignante que un policía de la Ciudad de México le exija a Nadin Reyes Maldonado, la denuncia sobre la desaparición forzada de su papá Edmundo Reyes Amaya y su compañero Gabriel Alberto Cruz Sánchez, para “permitirle” la pega de carteles en las calles, los cuales, llevan la consigna, ¡PRESENTACIÓN CON VIDA YA!, incluso le insista que presente la denuncia para saber “con qué fin hace eso”. Con ello lo que expresan es prepotencia y abuso de autoridad al intentar imponer una posición institucional no justificada.

Nadin es integrante del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos Hasta Encontrarlos, quién junto con Margarita Cruz Sánchez, desde hace 13 años exigen la presentación con vida de sus familiares Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, detenidos desaparecidos por agentes del Estado en la ciudad de Oaxaca, el 25 de mayo de 2007. Crimen de Estado y de lesa humanidad en el que está plasmada en tribunales colegiados y organismos de derechos humanos la responsabilidad del Estado mexicano en el cometido de está grave violación a los derechos humanos.

El actuar del elemento policíaco no se justifica, además, de no ser casual ni espontáneo, obedece a la forma en que son entrenados y preparados por sus mandos para supuestamente “brindar seguridad” a la ciudadanía y en su lógica considerar como “delincuente” a todo aquel que proteste, realice acciones de denuncia o ejerza su legítimo derecho a la protesta. Con ello lo que hacen es revictimizar a los familiares, quienes enfrentan, aparte de ser víctimas indirectas de un crimen de lesa humanidad por la desaparición forzada de su ser querido, son violentados por las mismas autoridades, enfrentan la indolencia y abuso de autoridad de agentes policíacos.

El hecho nos expresa que la policía no está para defender al pueblo y menos al organizado, el papel de las policías sea hombre o mujer, en Chiapas, CDMX, Michoacán o en cualquier parte del país son agrupaciones de hombres y mujeres armados para proteger los intereses de una minoría de grandes empresarios que se apropian de la riqueza social, producida por millones de mexicanos, los cuales, no actúan sin la autorización de sus mandos y jefes de Estado.

La misma actitud de los elementos policíacos fue la que asumieron contra integrantes del del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) al poner a mujeres en las vallas frente a Palacio Nacional para impedir que colocarán las mantas con las consignas de ¡Presos políticos libertad! Y las lonas con los rostros de los presos políticos en los estados de Chiapas y Michoacán durante los mítines que se realizan los días lunes, miércoles y viernes de la semana en la CDMX o intentar detener a compañeros por realizar un mitin en las inmediaciones de la estación del metro.

Actividades a la que se han acercado diversos funcionarios de Atención Ciudadana del gobierno federal y de la Ciudad de México para “según” atender las demandas, pero en los hechos lo que hacen es hostigar e intentar impedir la protesta. La presencia de diversos funcionarios no es casual, obedece a una política de gobierno, la cual, consiste en desgastar la voluntad de luchar del pueblo organizado.

El hecho de que mujeres policías pongan un cerco en torno a los manifestantes, implica impedir en la vía de los hechos la libertad de expresión, además de intentar imponer medidas o “protocolos” que frenen la realización de la protesta, con ello, lo que hacen es anular este derecho, imposibilitar que coloquen las mantas o intentar impedir la realización de mítines a la salida de un metro, en plazas o lugares públicos sólo tiene un nombre: represión.

El policía por el proceso de formación que lleva en las instituciones represivas, aunque en su mayoría tienen un origen humilde son hombres y mujeres desclasados, convertidos en bestias, quienes ven en un hermano de clase a un enemigo sin comprender que, al golpear y reprimir, al hostigar a quienes protestan por causas justas se convierten en verdugos del pueblo.

Los hechos ocurridos en la Ciudad de México y el Estado de México expresan la política de los gobiernos en turno a aplicar contra las organizaciones populares e independientes, son dos gobiernos, uno municipal y el otro estatal que tienen un común denominador son del partido político de Morena, el que en los sexenios pasados fueron férreos defensores de los derechos del pueblo, hoy con esas acciones se convierten en transgresores de lo que en antaño dijeron defender.

No vamos a renunciar a la defensa de nuestros derechos y libertades políticas, mientras las violaciones a los derechos humanos imperen, las razones de luchar permanecerán, las razones de realizar pegas de cartel, volanteo informativo en mítines y actividades de protesta serán las voces críticas que denunciarán las transgresiones que cometa el gobierno mexicano.

Atentamente
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS

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