Violencia paramilitar e intereses empresariales

Chiapas a 02 de julio de 2024

A las medios de comunicación
A la opinión pública

Violencia paramilitar e intereses empresariales en Chiapas

La violencia institucional instrumentada a través del paramilitarismo no esta desligada de los intereses empresariales que dan continuidad a la política económica neoliberal, se materializan en desplazamientos forzados y otros crímenes de lesa humanidad y de manera simultánea se inaguran nuevas rutas para facilitar el flujo de mercancía de todo tipo.

La inaguración del puente atirantado por el Ejecutivo federal y estatal que cruza la presa La Angostura para comunicar la región frailesca, fronteta con Guatemala y Sierra Madre de Chiapas con la región centro del estado y viceversa, es la conclusión de los proyectos de carácter neoliberal propuesto por el entonces gobierno de Felipe Calderón y que culmina en esta administración.

Mas allá de los "beneficios" para la población como se propalan desde las vocerías oficiales y de los medios de comunicación, la infraestructura se empeña en permitir la libre circulación de la mercancía de los empresarios mexicanos y extranjeros, acortando tiempo y distancia, es decir, reduciendo los costos en beneficio del sector empresarial nacional y extranjero.

Esta obra no es expresión de la buena voluntad del gobierno en turno hacia el pueblo trabajador, en concreto es la continuidad de la política neoliberal a costa de las decenas de personas víctimas de la violencia institucional a través del paramilitarismo quienes actúan con la omisión, comisión y aquiescencia del gobierno en turmo.

La culminación de este proyecto de infraestructura contrasta con la situación que prevalece en las regiones que roden la presa hidroeléctrica, violencia institucional que ha dejado muertos, desapariciones forzadas y desplazamiento forzado de comunidades y pueblos enteros, sin que las autoridades intervengan para proteger a los pobladores de estos municipios, mas bien, dejan campo abierto a los grupos paramilitares que generar el terror e imponer intereses empresariales.

Es cuestionable el hecho de que en medio de una creciente violencia contra el pueblo, las corporaciones policíacas y militares solamente actuen para garantizar los intereses de empresarios, lejos de "proteger al pueblo", éstos son víctimas de las agresiones paramilitares que se disputan el control de la zona bajo el manto de la protección y la impunidad.

Mientras el pueblo chiapaneco padece las consecuencias de prácticas del terrorismo de Estado, carecen además de los medios necesarios de subsistencia que no llegan por los retenes en las carreteras instalados por las corporaciones policíaco militares y paramilitares. El Estado deja a los supuestos carteles, actuar con toda libertad.

La desmesurada violencia contra el pueblo en estas regiones del estado chiapaneco, está presente y aumenta como política gubernamental. Nada de lo que acontece en esta región esta fuera del control del Estado.

El actuar de estos grupos paramilitares justifican la militarización. La mítica delinciencia organizada y el narcotráfico está en función de una política contraimsurgente, además de que a través de ellos se hostiga, amedrenta o ejecutan crímenes contra integrante de pueblos organizados que luchan por defender sus derechos elementales, ejemplo de ello es Chicumuselo, donde las comunidades organizadas han luchado por expulsar de su territorio a una empresa minera canadiense.

Contra ellos, el Estado mexicano implementó una agresión disfrazada de delincuencia organizada y grupos de narcotráfico para doblegar su voluntad de lucha y desarticular toda organización que se gestara en esa región chiapaneca.

El gobierno de la denominada cuarta transformación engaña al pueblo con sus acciones "benevolentes", en esencia son la punta de lanza de políticas imperialistas que ha puesto los ojos en la región sur sureste de nuestro país y bajo una política contra insurgente se imponen intereses de la oligarquía que tendrá continuidad con la siguiente administración.

Para el pueblo sólo sufrimiento y dolor, víctima de la indolencia gubernamental que los ha arrebatado de sus tierras, desplazándolos sin la certeza de un retorno, menos aún que vuelvan a trabajar sus propias tierras.

La violencia tiene origen en el Estado mexicano instrumentada a través del paramilitarismo para "deslindar" al Estado de la responsabilidad ante cientos o milies de víctimas. Los intereses empresariales cobran sus víctimas, asesinato impunes, desapariciones forzadas, desplazamiento forzado que se verá opacado desde los medios de comunicación ante la inauguración del puente en la región de La Concordia a beneficio de las cámaras empresariales.

Atentamente
¡Alto a la militarización y paramilitarización!
¡Por la Unidad Obrero, Campesino, Indígena y Popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo