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CARTA ABIERTA: Al C. Lic. Andrés Manuel López Obrador Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos

Viernes 19 de enero de 2024, por Chiapas

Chiapas a 19 enero de 2024

A la opinión pública

CARTA ABIERTA:
Al C. Lic. Andrés Manuel López Obrador
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos

A usted como presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos hacemos llegar esta carta abierta ante la ola de violencia institucional que el pueblo de Chiapas vivimos con la presencia de grupos paramilitares que actúan por omisión, comisión y aquiescencia. El pueblo quien usted dice representar, es quien hoy es víctima de las prácticas del terrorismo de Estado y otras graves violacioles a los derechos humanos.

Compartimos tres testimonios de habitantes que viven las consecuencias de la violencia institucional en los municipios fronterizos.

Primer testimonio. Habitante del municipio de Mazapa de Madero.

  • Hace tres meses tuve que ir a la ciudad de Comitán de Domínguez por un asunto familiar. Salí temprano para regresar a buena hora, a la altura de Chamic se detuvo el transporte público por un retén, pensé que era el ejército porque es donde acostumbran hacer retenes, pero no, erán hombres vestidos de civil con armas cortas y largas. A todos los pasajeros nos pidieron que nos identificáramos, nos pidieron el celular por muy viejo que estuviera, revisaron los contactos y mensajes y nadie puede decir nada. Por la tarde, al regresar, me tope con otro retén en el mismo lugar, pero ahora era del ejército, ya parece que se turnan, a mi me pareció extraño, pero uno qué puede hacer, a la gente no le hacen caso. En esos meses ya se hablaba de muchos desaparecidos y asesinados, también desplazados de municipios aledaños, no todos hemos aguantadado, unas veces tenemos que escondernos porque uno ya no sabe quien es quien, la verdad es que hambre si hay y como campesinos hemos visto como otros se han ido y dejan su casa, su tierra, pero yo no tengo donde ir, no tengo dinero y aunque sea un pedazo de tierra no la puedo dejar, se que estoy con el riesgo de perder la vida así como están las cosas por acá.

Segundo testimonio. Habitante de Belizario Domínguez, municipio de Motozintla.

  • Yo soy comerciante, como los demás que trabajamos aquí en el mercadito vivimos al día, si no vendemos no comemos. Pero hace poco llegaron aquí los llamados Maíz, bien armados, nos amenazaron para que paguemos derecho de piso, que si no pagamos no podemos abrir nuestro local, para eso nos piden mil pesos por locatario si queremos seguir trabajando. No hay sindicato que ayude, están obligados a pertenecer dizque de uno u otro bando, aunque lo que vemos es que la policía no le hace nada.

Tercer testimonio. Habitante del municipio de Motozintla.

  • Yo soy habitante del municipio de Motozintla. A mediados del mes de diciembre fuí por mi hija al municipio de Huixtla, bajé por la mañana y antes de salir me advirtieron mis conocidos de cómo están las cosas y que era mejor que llevara mi credencial. Entonces salí sin mayor dificultad. Sabía de los retenes que están en las carreteras, en las entradas y salidas de las cabeceras y pueblos vecinos. Salir de un municipio es más fácil que entrar. Cuando yo estaba de regreso, a la altura de Belizario Domímguez, municipio de Motozintla, me encontré con dos retenes, uno era del ejército, la Guardia Nacional y la policía y la otra era de gente encapuchada vestida de civil igual bien armados y estaban casí a una distancia de 50 a 100 metros uno del otro retén. No puedo creer que a unos metros la autoridad tenga a los delincuentes sin hacer nada, ambos me pidieron que me identificara, de lo contrario no me dejarían pasar y quien sabe que me abría pasado porque a muchos los desaparecen al creer que es gente contraria a ellos

La ola de violencia en Chiapas es de conocimiento público, los crímenes de lesa humanidad como la desaparición forzada y la ejecución extrajudicial día a día va en aumento, logicamente genera el terror en la población, a la mayoría los paraliza y callan, los causes institucionales a infinidad de denuncias y quejas caen en saco roto. La realidad es terca, los datos que presenta su gobierno sobre el número de víctimas no coincide con los que el pueblo llora y se desgarra por la desaparición forzada de algún ser querido.

El desplazamiento forzado no es un fenómeno nuevo en esta entidad, durante su gobierno se acentúa en la región en referencia por la actuación de grupos paramilitares que actúan por omisión, comisión y aquiescencia de su gobierno. Bajo qué lógica podemos entender la presencia simultánea de las fuerzas policiáca militares y las de la "delincuencia organizada" a la altura del pueblo de Belizario Domínguez, municipio de Motozintla y otros puntos de pueblos circunvecimos.

No es el único testimonio, existen cientos de ellos con la misma incógnita, cómo es posible la convivencia entre agentes uniformados y los llamados "cárteles de la droga" o en su correcta conceptualización, entre grupos paramilitares a escasos 100 metros uno del otro. La mayoría prefiere guardar silencio y de forma dócil aceptar su condicíon de oprimido, no hay confianza en las autoridades gubernamentales.

La desconfianza se define cuando ven a las fuerzas policíaca militares como el ejército mexicano y la susodicha Guardia Nacional despejan el campo para que los grupos paramilitares accedan sin la resistencia de los pueblos.

Los últimos hechos en Nueva América, municipio de Chicomuselo, actúo el ejército contra campesinos que tenían puesto una barricada para repeler la agresión de dos cárteles en supuesta disputa de territorio, el ejército llegó a confirmar que tampoco es de confianza, todo lo contrario, el pueblo fue testigo de la prepotencia y la agresión armada del ejército que dejó heridos, la destrución de viviendas y cientos de desplazados.

A través de tres testimonios, podemos concluir la colusión existente entre grupos paramilitares con careta de cárteles del narcotráfico y gobierno, sea a través de subordinados o de altos mandos policíaco militares, una jugosa empresa porque detrás de ello están por garantizar el flujo del capital transnacional.

La similitud de estos hechos con los que ocurrieron en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa en los estados del norte del país no es casual, es la misma táctica contrainsurgente. Sembrar el terror en la población, mayor presencia del ejército en las calles bajo el fetiche de la seguridad, desplazamientos forzados masivos, en tanto, las empresas se apoderaban de tierras, convertían pueblos fantasma en condominios o complejos habitacionales.

Los grupos paramilitares con careta de cárteles y las fuerzas policíaco militares tiene la finalidad de generar el terror a través del cometido de los crímenes de lesa humanidad y apoderarse de regiones de interés del capital transnacional, así lo atestiguan cientos o miles de víctimas en estos municipios. Chicomuselo es ejemplo de ello, la empresa canadiense vuelve a activar sus actividades extractivistas.

La actuación de las fuerzas policíaco militares en la región de la frontera sur del país y sierra madre de Chiapas, es mediática, se asoman como garantes de seguridad cuando están los reflectores mediáticos y en lo oscurito el pueblo trabajador se vuelve carne de cañon.

La graves violaciones a los derechos humanos es una realidad, no puede existir otros datos en su gobierno mas que los miles de desplazados que son víctimas a la luz de la colusión gubernamental. La realidad que denuncia el pueblo organizado o no, tiene como finalidad exigir un alto a la violencia encarnada en la política gubernamental.

El llamado que su gobierno hace al pueblo de estos municipios de no aceptar estar con uno u otro bando paramilitar, esta fuera de lugar, estos no avanzarían si los cuerpos policíaco militares no estuvieran coludidos. Precisamos que en esa región no faltan elementos militares, el problema es lo señalado punto arriba.

Al pueblo trabajador es la víctima y la responsabilidad inmediata recae en el gobierno estatal y federal, por ende, en los altos mandos policíacos y militares.

Hacemos un llamado a su gobierno, poner un alto a la violencia institucional que siembra el terror en la población a través de las fuerzas policíaco militares y paramilitares.

No hacemos señalamientos infundados como suele formularse contra el pueblo organizado de forma independiente, la realidad pone en entredicho el discurso gubernamental que niega constantemente los hechos de violencia institucional contra el pueblo pobre explotado y oprimido.

Antentamente
¡Por la Unidad Obrera, Campesina, Indígena y Popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo

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