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El paramilitarismo es la forma en que se ejecuta la represión en el territorio chiapaneco

Viernes 10 de noviembre de 2023, por Chiapas

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 10 de noviembre de 2023

A los medios de comunicación
A la opinión pública

El paramilitarismo es la forma en que se ejecuta la represión en el territorio chiapaneco

La política represiva del gobierno de Rutilio Escandón Cadenas se mantiene como signo característico de su mandato. El paramilitarismo es la forma en que se ejecuta la represión en el territorio chiapaneco.

Se lanza contra el movimiento popular y contra el pueblo no organizado, en cada una de ellas se busca un objetivo político en particular. Contra el primero se pretende desarticular a los esfuerzos organizativos y en el segundo evitar que surja la organización del pueblo.

Esa es la paz y la denominada gobernabilidad institucional que se ha erigido con las siglas de Morena. Se trata de una política fincada en la contrainsurgencia típica de los manuales imperialistas, donde se crean grupos paramilitares por doquier para ejercer la violencia, eso se traduce en los hechos en prácticas del terrorismo de Estado, así lo evidencian las
cifras y notas de prensa sobre crímenes de lesa humanidad cometidas de manera ininterrumpida en Chiapas.

La proyección institucional de un Chiapas en paz y sin violencia choca a diario con los testimonios de familiares de víctimas de violencia y crímenes de lesa humanidad, así como la ola de protestas por la falta de solución a demandas de distinto orden, ya sean políticas, electorales o económicas, lo que destaca y es un común denominador, es la existencia de violencia para acallar toda voz inconforme u opositora. Por citar un ejemplo, independientemente de sus demandas o reivindicaciones, está lo que ocurre en Altamirano.

La contradicción entre dos facciones que pugnan por ser parte de las estructuras de gobierno y por acceder a recursos económicos, como un modus vivendi, llevó a que uno de los bandos recurriera a acciones políticas de masas con mayor contundencia para presionar en la negociación. Esto fue visto por parte del gobierno como una afrenta y no como un signo de inconformidad, por lo que el gobierno estatal generó las condiciones políticas para dar paso a la represión con el uso de paramilitares.

A una de las partes, quienes mantenían acciones políticas de masas que, dicho sea de paso, aunque no fuese su intención afectaba política y económicamente los intereses del gobierno y de los empresarios, fueron quienes padecieron la violencia institucional. Esa fue la razón por la que sobre ellos recayera en ese momento la represión.

El gobierno hizo circular en las redes sociales la existencia de un grupo armado que decía estar en contra de todo aquel que bloqueara carreteras. Días después, la parte que fue a negociar y mantenía bloqueada las entradas y salidas del municipio, fue interceptado y retenido violentamente por un grupo armado, justo después de regresar de la “negociación” con funcionarios del gobierno estatal.

En la carretera entre Chanal y San Cristóbal fueron interceptados y trasladados a una casa de seguridad del grupo armado anunciado con anticipación en redes socisles, donde obligaron a todos a firmar el retiro del bloqueo y a no volver a recurrir a esas formas. Sin recato alguno el grupo armado decía actuar a nombre del gobierno y se comunicaba en tiempo real con funcionarios del orden estatal para establecer los términos en que se redactaría el documento. Al día siguiente se levantaría el bloqueo.

Independientemente de la demanda y la pugna que mantienen las dos posiciones por ser los administradores municipales, lo que destaca es la forma en que el gobierno ejerce la violencia, en este caso el grupo armado es la forma en que opera un grupo paramilitar y confirma la relación con el gobierno.

Una prueba más del paramilitarismo en Chiapas, que lo mismo se utiliza para reprimir a organizaciones populares como a opositores, y aquellos que osan no respetar los condicionamientos institucionales son presa de la violencia gubernamental.

A quienes se oponían a la opción del Consejo en Altamirano fueron frenados en seco con violencia institucional, por medio del paramilitarismo. En algunos medios de comunicación se refirieron a este hecho como si fuese cometido por la delincuencia organizada, cuando en realidad se trató de un grupo paramilitar bajo órdenes de las estructuras del gobierno y del Ejército mexicano.

Como organización independiente somos ajenos a la pugna entre los dos bandos en cuestión, y hacemos evidente lo que para algunos fue percibido de manera distorsionada, de que en Chiapas el gobierno de Morena aplica la represión y desarrolla el paramilitarismo como una forma de encubrir tal forma de proceder.

Nuestro llamado es al pueblo que hoy es usado como carne de cañón para intereses ajenos a sus intereses de clase, a que retome la forma de organización independiente y haga valer la defensa de sus derechos por la vía de los hechos, lejos del proceso electoral
que sólo augura mayor violencia del gobierno.

Rutilio Escandón Cadenas y su equipo administrativo, como las instituciones castrenses han optado por responder de manera represiva a las demandas de los diferentes sectores. Al final del mandato de Escandón Cadenas en Chiapas la represión se mantiene, las demandas estudiantiles y gremiales no han sido resueltas y todo intento de exigir lo que por derecho les corresponde son atendidas con la represión policíaca como el caso de los normalistas de Mactumactza en Tuxtla Gutiérrez.

Contra el FNLS hay consigna gubernamental de ejecutar de manera extrajudicial a cualquiera de sus militantes, como sucedió el 2 de octubre con los compañeros en el municipio de Venustiano Carranza, donde el comandante de la policía accionó su arma de
cargo en varias ocasiones contra quienes repartían los volantes, pero no funcionó.

Este acontecimiento devela la intención y el proceder de las fuerzas represivas, que se explica sólo por la existencia de una política y consigna de reprimir al FNLS. Escandón Cadenas pasa a la historia como un personaje gris, sin mayor talento, y como un retrógrada con careta y manto progresista, que sólo aparece para inaugurar obras de poco impacto social. Es también responsable de crímenes de lesa humanidad cometidos en su mandato.

Atentamente
¡Por la unidad obrero, campesina, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS

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