En la actual administración se utiliza la vieja práctica priista para sobornar al comisariado ejidal de un pueblo organizado

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 04 de octubre de 2023

A los medios de comunicación
A la opinión publica

En la actual administración se utiliza la vieja práctica priista para sobornar al comisariado ejidal de un pueblo organizado.

En días recientes en el poblado Nueva Altamira, el Estado busca la forma de cómo generar las condiciones por medio de la corrupción para destruir la organización, a través del condicionamiento de la solución de obras de servicios y la entrega de dinero en efectivo.

El presidente municipal de Acála y funcionarios de gobierno del estado de Chiapas, en repetidas ocasiones han propuesto al comisariado ejidal que firme un acuerdo, donde se comprometa a plantear que ya no son parte del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo y así los gobiernos municipal y estatal se comprometen a concretar las obras y retirar ordenes de aprehensión en su contra.

Esta práctica no es nueva, es la misma que usaba el PRI durante los más de 70 años de gobierno, el Estado siempre busca destruir toda organización con principios organizativos que lucha por mejores condiciones de vida del pueblo, los ejemplos claros son las organizaciones que en su momento fueron combativas, por medio de “proyectos económicos” para los que llamaban dirigentes de organizaciones, muchos de ellos se encuentran en las cárceles y algunos fueron asesinados.

La intención de sobornar al comisariado ejidal de nueva Altamira Dionisio González Hernández, es con el objetivo de obtener información y así cometer asesinatos contra sus propios compañeros, la maniobra es echarlos a pelear por unos cuantos pesos, dos millones por lo menos, y dejar la puerta abierta para realizar ejecuciones extrajudiciales.

El ejemplo claro, es cuando el comisariado ejidal asistió aúna reunión en Villa de Acála para ponerse de acuerdo acerca de las obras prometidas para Nueva Altamirao, el presidente aprovecho el momento para que les tomara foto con dos millones de pesos en mano, que los compañeros mencionan nunca llego a la comunidad, el argumento del comisariado es que fueron engañados para posar con los fajos de billetes, es así como el presidente se deslinda de esas demandas que hoy exigen.

El presidente se lava las manos diciendo que ya fueron beneficiados con 2 millones de pesos para sus obras y además se les dio un proyecto de panadería con sus respectivos materiales, cabe mencionar que lo único que se les dio a la comunidad es un horno y pocas charolas, el proyecto fue incompleto y no cumplió lo acordado como organización. Las preguntas respecto a este comentario ¿Dónde están los dos millones de pesos que hace mención? ¿Quién se quedó con el dinero?, ¿acaso será que el presidente utilizo el dinero de las obras para uso en campañas políticas?

La forma de actuar del presidente municipal de Acála y funcionarios de gobierno estatal contra el pueblo de Nueva Altamira es corrupta, quiere a toda consta comprar por unos millones de pesos al comisariado ejidal, al mismo tiempo meter la descomposición al interior del pueblo para destruir la voluntad de luchar.

La corrupción es un caso que sigue prevaleciendo en la actual administración de la llamada “cuarta transformación” que por medio del dinero es como sobornan al pueblo para que no luche y exija justicia de los crímenes cometidos por el Estado y no luche por sus derechos.

La práctica que se está utilizando contra los que fungen con una función en una comunidad organizada no es nueva, son las mismas prácticas que se utilizaron en los gobiernos priistas y panistas, hoy se vuelve realizar en la administración actual, donde la corrupción es la manera de “resolver” los problemas políticos y sociales que enfrenta el pueblo.

La táctica del estado para destruir un pueblo organizado, es por medio del dinero y la descomposición, los proyectos que se les ofrece a los habitantes de Nueva Altamira tiene la intención de generar una contradicción al interior del pueblo, la exigencia de firmar el documento donde se comprometan de no realizar acciones políticas de masas y de no ser parte del FNLS, lleva consigo cometer una serie de violaciones a los derechos humanos.

Como organización no estamos de acuerdo a las peticiones que se les está obligando a los compañeros de Nueva Altamira, dejar de luchar significa ser presa fácil del Estado, debemos de ser conscientes en la toma de decisiones porque aceptar la maniobra de los funcionarios significa ser un pueblo fracasado y sin condiciones para defenderse.

Atentamente
Frente Nacional de Lucha Por el Socialismo
FNLS