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La prioridad del gobierno actual en Chiapas no es la salud sino la represión
Miércoles 15 de abril de 2020, por
Chiapas, México. 14 de abril de 2020
Al pueblo en general
La prioridad del gobierno actual en Chiapas no es la salud sino la represión
No resulta complicado saber cuáles son las prioridades de este gobierno, en medio de la contingencia sanitaria saltan a la vista las carencias, dificultades, contradicciones y fortalezas que demuestran los temas y ámbitos de interés del gobierno chiapaneco. Las necesidades del pueblo trabajador no son atendidas ni resueltas, por el contrario, existe un fortalecimiento y despliegue de las corporaciones policiacas militares para acciones de hostigamiento y violaciones a los derechos humanos.
Los estragos que el Covid-19 causa a nivel mundial, en consecuencia, en México, trastocan en específico los intereses del pueblo explotado. Nadie duda de la existencia de la pandemia, sin embargo, como resultado de las contradicciones de clase y la crisis económica actual, éste golpea con mayor crudeza a los trabajadores por sus condiciones de vida de pobreza y miseria producto de la explotación, sobre él se esparce también la muerte por inanición agravada por la contingencia.
Mientras el pueblo se debate entre la miseria que es generada por el sistema de explotación capitalista en el país, los empresarios se preocupan únicamente como garantizar sus ganancias y no tener “pérdidas” económicas. Los trabajadores del campo y la ciudad que no perciben un salario y viven al día difícilmente pueden soportar un encierro y “respetar” la cuarentena, las condiciones de vida de un desposeído con la de un político de oficio u explotador expresa contradicción de clase.
El pueblo no tiene ningún medio de subsistencia frente a una contingencia, debe, si desea sobrevivir, enfrentarse a las leyes del capital, vender su fuerza de trabajo a costa de su propia existencia para que el capitalista salga triunfante. Con o sin contingencia sanitaria siempre está al filo de la muerte, sea por hambre o por algún crimen de lesa humanidad es presa sistemáticamente de la violencia de clase e institucional.
La contingencia sanitaria esconde la magnitud de los efectos de la crisis económica y con ello un sistema económico que no corresponde a la necesidad de los trabajadores, aflora toda clase de dificultades que el gobierno busca afrontar con paliativos y medidas bajo la lógica mercantilista, da rienda suelta a la iniciativa privada en materia de salud so pretexto de la contingencia y solidaridad.
“Unir esfuerzos” entre la iniciativa pública y privada lleva consigo la conciliación de clase, pretende diluir la responsabilidad de este último como factor de explotación y opresión, presentan de benefactor a un sector que desangra al pueblo, significa la tolerancia de quien lucra con la salud del pueblo y su privatización. Además, es reflejo de la incapacidad del Estado mexicano de garantizar el derecho humano a la salud, es el ejemplo real de la falta de voluntad política para garantizar la integridad física y sicológica del pueblo.
Se desenmascara una política antipopular, desde inicios de este sexenio se destina indiscriminadamente recursos económicos e infraestructura para la creación y fortalecimiento de corporaciones policíaco militares. Para la creación de la Guardia Nacional (GN) se dispuso toda la voluntad política que permitió su despliegue de forma inmediata en territorio nacional, sin embargo, el gobierno deja en segundo plano la atención a las exigencias y necesidades populares como la salud pública y gratuita.
El pueblo no peca de ingenuidad, la creación de la Guardia Nacional y su despliegue a nivel nacional y particularmente en el sur-sureste de México no es una necesidad fundamental o prioritaria para los trabajadores, quienes sostienen la necesidad del fortalecimiento de las corporaciones policíacas y militares no es el pueblo, son las cámaras empresariales, la iniciativa privada y el gobierno que se desenmascara pro empresarial.
Los sectores populares en Chiapas no exigen presencia y fortalecimiento militar, no es una necesidad para el pueblo del campo o la ciudad, ellos exigen históricamente solución a diversas demandas sociales, económicas y políticas. El pueblo demanda tierra para trabajar y vivir, atención al campo, vivienda digna, educación científica y popular, pago de salarios devengados, trabajo, respeto a la posesión de las tierras, libertad de los presos políticos, justicia por los crímenes de lesa humanidad y de Estado perpetrados en éste y sexenios pasados.
¿Por qué invertir en un instrumento represivo y no tener como prioridad la educación y la salud del pueblo? Con el fortalecimiento de las corporaciones policíaca militares se garantiza la seguridad de los inversionistas que explotación hasta desangrar al pueblo trabajador, la presencia de miles de elementos de la GN en Chiapas corresponde a esa necesidad de la oligarquía. Las necesidades del pueblo pasan a segundo término, en el gobierno actual “basta” en convencer que quedan algunos años de gobierno para ello.
Se resguardan los intereses del capital privado, aseguran la inversión de ese capital en mega proyectos y vías privadas para la circulación de mercancías, pero la educación y la salud del pueblo junto a otras exigencias para los que vivimos en la pobreza y miseria esperan sexenio tras sexenio. Ya el pueblo tiene la experiencia con el gobierno de Felipe Calderón, priorizan la militarización pero jamás la educación o salud de los trabajadores.
Detrás de la alternativa gubernamental a la pandemia se encuentran los privilegios de unos y el sometimiento de otros, mientras el gobierno sostenga en segundo plano la solución a las demandas populares como la salud y privilegie el fortalecimiento de las fuerzas represivas, los explotados vivirán una y otra vez panoramas como éste. Solo con la organización popular y unidad de todos los sectores se podrá hacer frente la embestida oligárquica.
Combativamente
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo