Un año de impunidad contra un comunicador honesto y solidario

Yajalón, Chiapas a 24 de septiembre de 2019

A los medios de comunicación

Al conjunto del movimiento popular

Un año de impunidad contra un comunicador honesto y solidario

El 21 de septiembre se cumplió un año de la ejecución extrajudicial de Mario Gómez, el comunicador honesto y solidario que se esforzó por informar objetivamente a todo el pueblo. Como toda víctima de un crimen de Estado los responsables materiales e intelectuales permanecen en total impunidad, no existe voluntad política por castigar y enjuiciar a los responsables, mucho menos parar la ola de violencia de Estado contra comunicadores en el país.

El crimen perpetrado contra la humanidad de Mario Gómez es un crimen de Estado, se circunscribe en un contexto de terrorismo de Estado para callar toda voz y tinta que denuncie y desenmascare el origen e intrínseca relación entre el gobierno, la violencia de éste contra el pueblo y la descomposición social que priva donde los intereses empresariales están por encima del interés popular.

La violencia de Estado contra el pueblo continua, se siguen perpetrando crímenes contra sectores organizados y no organizados, entre ellos, los crímenes de lesa humanidad a periodistas en varias regiones del país, lo que devela que el intento por imponer la censura y la autocensura mediante la violencia de Estado deja en entre dicho las reiteradas afirmaciones del gobierno en turno de la no violencia, no a la censura y la libre manifestación de ideas.

En lo que va del nuevo gobierno que se proclama así mismo como gobierno del cambio, se han cometido 12 ejecuciones contra periodistas, hechos lamentables porque estos crímenes representan no solo la censura a punta de represión y sangre derramada de quienes en la loable labor periodística informan imparcialmente al pueblo, representa terrorismo de Estado que se impone como voluntad empresarial.

El pueblo ha perdido a valientes trabajadores de la comunicación como Mario Gómez, Miroslava Breach, Alejandro Márquez, y muchas víctimas más que por su honesta labor periodística han sido presa de la violencia que emana únicamente de las estructuras del Estado.

Los crímenes de lesa humanidad perpetrados contra comunicadores no son hechos aislados, son la continuidad de la violencia de Estado contra el pueblo que busca exterminar las voces que coadyuvan en desenmascarar el origen de la violencia de clase burguesa. No es la “omnipotente” delincuencia organizada o el narcotráfico por sí solo quienes ejecutan los crímenes, éstos encuentran su origen y razón de ser en el Estado burgués, por tanto, los responsables materiales e intelectuales están en las estructuras de gobierno en turno.

En Chiapas, particularmente, se mantiene la violencia de Estado contra el pueblo y con ello la impunidad como política de gobierno. Las declaraciones del gobierno chiapaneco de “no más violencia y cero impunidad” es una mentira que se asemeja a un gobierno autoritario, que manipula la información a conveniencia para imponer la voluntad de caciques y empresarios con la finalidad de evitar cuestionamientos y condenas ante la opinión pública, es una política perversa para engañar al pueblo porque en los hechos la violencia es perpetrada por los cuerpos policíacos, militares y paramilitares.

Extendemos nuestra solidaridad incondicional a la familia de Mario Gómez, la exigencia de justicia y verdad la mantendremos en alto por que Mario es un hijo del pueblo víctima del terrorismo de Estado. Si el terrorismo de Estado se mantiene como política de gobierno, la impunidad, la dilación, el burocratismo son la barrera que se opone a la exigencia de justicia, por tanto, el pueblo debe condenar y mantenerse firme en la denuncia de cualquier acto de violencia y graves violaciones a los derechos humanos contra ella que haga posible el castigo a los criminales de Estado.

Fraternal y combativamente

¡Por la unidad obrero, campesino, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo.