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A 530 años de lucha indígena, la resistencia popular por justicia, verdad, libertad y por el derecho a la organización

Miércoles 12 de octubre de 2022, por Ciudad de México

Ciudad de México a 12 de octubre de 2022
A la opinión pública

A 530 años de lucha indígena, la resistencia popular por justicia, verdad, libertad y por el derecho a la organización

A 530 años de lucha y resistencia indígena a los empates del colonialismo español, su paso por la consolidación del Estado burgués y la dependencia de México respecto al imperialismo norteamericano principalmente, las reivindicaciones de resistencia popular por justicia social continúan, verdad por los crímenes ejecutados por el Estado cometido contra los distintos sectores del pueblo trabajador.

A partir de la presencia española el año de 1942 al continente americano se inició el saqueo de las riquezas de nuestro país para el bien extranjero y el crecimiento del capitalismo en Europa a principios del siglo XV; a los pueblos de América se impuso rasgos esclavistas, feudalistas y capitalistas para la explotación y opresión.

La espada y la cruz son símbolos de sometimiento, aceleró la división de la sociedad en clases sociales. México experimentó el exterminio, la destrucción de vidas humanas y culturas donde se erigió edificios imponentes que albergan representantes del poder burgués.

Nada que celebrar ni añorar, el presente es producto de la lucha de clases, de los intereses contradictorios, irreconciliables entre los dueños de los medios de producción y del pueblo trabajador arrebatado de éste, más que su fuerza de trabajo.

Se impuso una forma de organización social, con la concepción del mundo, de la vida, del hombre y la sociedad y se impuso de manera abrupta una ideología basada en la explotación y opresión, en el robo, la violencia que agudizó las contradicciones desencadenándose en la Independencia de México. Sin el combate radical a las raíces que causan la explotación y opresión, el proceso de lucha popular continua, la revolución mexicana es reflejo de ello.

La lucha y resistencia de los pueblos se objetivo durante más de 300 años de colonia española en más de 300 levantamientos armados; en los siglos posteriores se presentarían luchas internas contra los grupos conservadores y liberales que pretendían mantener sus privilegios y servían para defender los intereses extranjeros.

Después de la revolución mexicana, la burguesía nacional se fortaleció y el capitalismo tomó fuerza; las aspiraciones libertarias del pueblo fueron truncadas, la burguesía fue la que se sirvió de la sangre derramada del pueblo para que finalmente fuese esta la que se quedara en el poder y a través de partidos electoreros asegurara el fortalecimiento del Estado como instrumento de opresión de la burguesía sobre el proletariado.

Desde los años 60 del siglo pasado con los intereses del imperialismo yanqui sobre nuestro país, se diseña y ejecuta una política injerencista que garantizo el saqueo y rapiña, junto a los gobiernos serviles de México aplicaron una política de contrainsurgencia. Su objetivo, contrarrestar el descontento popular de campesinos, indígenas, obreros, y estudiantes.

Las condiciones sociales de existencia del pueblo permanecieron en su condición de pueblo sometido, por esa razón, la violencia de Estado contra el pueblo se perfecciona para causar el mayor daño posible al pueblo organizado, sexenio tras sexenio, el gobierno de México, cumple con los intereses del capital monopolista trasnacional, lo que no alcanza a realizar un determinado gobierno, el siguiente inquilino de palacio nacional debe cumplir con los compromisos pactados.

Por medio de la democracia burguesa se asegura la continuidad y fortalecimiento del capitalismo como modo de producción en el que prevalece la explotación económica y opresión política para que el pueblo se mantenga controlado y alienado. El discurso benevolente del gobierno actual hacia la población indígena es demagógico, objetivamente, la política económica que instrumenta solo garantiza los intereses de la clases en el poder político y económico y no para erradicar la condición de explotado de este sector.

La violencia de clase persiste y a la fecha se intensifica de manera velada en el cometido de crímenes de Estado y de lesa humanidad, ésta se ha perfeccionado contra las masas trabajadoras y contra aquellos que mantenemos en alto las banderas de justicia, verdad, libertad y el derecho a la organización de nuestro país.
Los resabios de atraso cultural persisten sin que al pueblo se le respete los derechos humanos que son una conquista en la lucha por la liberación, una evidencia más del carácter antipopular de los gobiernos en turno, mientras no cuestionen y busquen erradicar al sistema capitalista.

A la fecha la violencia contra el pueblo se intensifica y el genocidio contra la población indígena se ha convertido en ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y desplazamientos forzados, prácticas del terrorismo de Estado que la actual administración aplica en beneficio del capital monopolista nacional y trasnacional, que en los hechos fortalece la política represiva del Estado.

En la actualidad el gobierno estadounidense mantiene una política injerencista hacia los asuntos internos del país, lo que en los hechos se traduce en mantener una economía dependiente del imperialismo norteamericano que abarca varios aspectos de la vida de nuestro pueblo.

Se cumplen 530 años de lucha y resistencia del pueblo, tiempo en el que el acceso a la verdad y la justicia no alcanza a los responsables materiales e intelectuales de los crímenes de Estado y de lesa humanidad, contrario a ello se les premia con nuevos cargos de gobierno para proteger su historial criminal que delata la función de cada estructura del Estado.

Las condiciones de vida del pueblo persisten en la miseria y pobreza; sin que la justicia social se refleje en condiciones dignas en todos los ámbitos de la vida social de los trabajadores del campo y la ciudad que dignifiquen al hombre como ser genérico. Hoy se fortalece el Estado policíaco militar, sin embargo, no es para proteger al pueblo trabajador, éste responde a una política antipopular que se prepara para la represión masiva y selectiva en los tiempos venideros.

La experiencia de lucha del pueblo arroja la necesidad de fortalecer la organización popular independiente con los diversos sectores para arribar a formas superiores de organización que permitan a construir el socialismo como forma de organización social en el que la justicia, verdad, libertad y la autodeterminación del pueblo mexicano sea una realidad sin que se tenga que regatear; es la única alternativa que tenemos los explotados y oprimidos, el socialismo.

La lucha por mejores condiciones de vida es una demanda de todo el pueblo trabajador, por lo que en la actualidad campesinos, indígenas, obreros, estudiantes, profesionistas debemos unificar esfuerzos para construir espacios de voluntad popular y arribemos a una sociedad nueva, sin explotación ni opresión

Fraternal y combativamente
¡Por la unidad obrero, campesino, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo FNLS

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