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MANIFIESTO ANTE LA AGRESIÓN IMPERIALISTA
Domingo 2 de febrero de 2025, por
México, a 2 de febrero de 2025
A los medios de comunicación
A la opinión pública
La imposición de aranceles del 25% a México y Canadá y del 10% a China es una medida económica cuyo fin es garantizar la sumisión de los dos primeros países respecto al imperialismo norteamericano y, para el tercero, la ejecución de una añeja ofensiva para tratar de limitar el crecimiento del país socialista.
La medida arancelaria sobre productos de importación provenientes de México viene a traer severas consecuencias para nuestro país, el cual se encuentra en una posición de dependencia económica a los Estados Unidos al grado que más del 80% de nuestras exportaciones son dirigidas al país del norte (siendo alimentos, manufactura automotriz y electrónica lo que más se envía), es el principal receptor de remesas y ha estado sujeto a lesivos tratados comerciales como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el Tratado Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC). Contrario a lo que se dice desde la voz oficial, la realidad señala que, en caso de perdurar esta medida, un escenario de recesión económica es posible.
La esencia de la imposición de los aranceles es motivar el regreso de las empresas estadounidenses que tienen inversiones en México por la política del nearshoring y obligar a nuestro país a adoptar otra agenda económica y migratoria, en otras palabras, es una acción cuya motivación es salir de la crisis económica que asola constantemente a los Estados Unidos, por lo que intenta generar condiciones favorables para renegociar el T-MEC y ajustarlo a la política de la nueva junta administrativa y los intereses del grupo oligarca que representa Donald Trump.
Es importante recordar que en 2019, bastó con la amenaza de imponer aranceles para que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aceptara desplegar al Ejercito Mexicano y la Guardia Nacional para ejercer la labor de patrulla fronteriza y la adopción del programa “Quédate en México”. Ahora bajo la administración de Claudia Sheinbaum Pardo, se recurre al discurso nacionalista donde se presume defender la soberanía nacional, pero defendiendo las actuales condiciones del T-MEC, las cuales desde su imposición han traído para nuestra nación la anulación de los derechos de los trabajadores y mayor sometimiento económico a través del nearshoring y la exportación.
Si en verdad nuestro gobierno busca defender la soberanía nacional, la salida de nuestro país del T-MEC debe ser necesaria. Nada nos impide crear nuestra propia industria, reconquistar la soberanía alimentaria y estrechar lazos con otras naciones como Rusia o China; en un mundo denominado multipolar, lo más correcto es buscar relaciones comerciales que no se basen en la imposición sino en el mutuo acuerdo como es el caso de los BRICS. De otra manera, mantener nuestro papel como “principal socio comercial” o sostener una “coordinación” implica en los hechos sumisión. Coincidimos que es necesario cerrar filas ante el imperialismo norteamericano, pero bajo el objetivo de realmente defender la soberanía nacional y hacer frente a las ambiciones estadounidenses.
La soberanía nacional reside en el pueblo, en los obreros, campesinos, estudiantes, maestros y demás sectores populares que conformamos el proletariado del campo y la ciudad. Por ello es que hacemos el llamado a levantar la voz y ejercer la protesta en sus diferentes formas para repudiar la política agresiva del imperialismo norteamericano y exigir al gobierno mexicano tomar verdaderas medidas ejemplares contra los intentos del Tío Sam por vulnerar nuestra soberanía. Retomemos el ejemplo de los Niños Héroes que prefirieron sacrificar su vida antes que entregar nuestra bandera a los “gringos”, la congruente postura de Melchor Ocampo que se opuso a deponer las armas durante la primera invasión norteamericana, la tenacidad de Pancho Villa en Colombus y otras experiencias que nos enseñan que la defensa de la soberanía está en el pueblo. Que en todas las calles se escuche las consignas: ¡NO QUEREMOS Y NO NOS DA LA GANA, SER UNA COLONIA, NORTEAMERICANA!, ¡SI QUEREMOS, Y SI NOS DA LA GANA, SER UNA PATRIA LIBRE, LIBRE Y SOBERANA!
Desde nuestras trincheras de lucha, sostenemos que la alternativa para enfrentar la agresión imperialista es la construcción de nuestra independencia económica y política, por ello es que las banderas de la lucha por el socialismo son al mismo tiempo banderas de lucha antiimperialista.
Atentamente:
¡Por la Unidad Obrera, Campesina, Indígena y Popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS