A 30 años de la masacre de Aguas Blancas persiste la impunidad

Michoacán, a 28 de junio de 2025

A los medios de comunicación
A la opinión pública

Un 28 de junio de 1995 el gobierno estatal de Guerrero encabezado por el asesino priísta Rubén Figueroa Alcocer ejecutó la masacre de 17 compañeros de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), quienes se dirigían hacia Coyuca de Benites para realizar un mitin para demandar solución a sus demandas. Además de la masacre, se llevó a cabo la persecución política y encarcelamientos injustos, entre ellos, el de Antonio Barragán Carrasco, sobreviviente de la masacre que tiene más de 24 años de estar en condición de preso político.

Tras la ejecución este crimen de Estado y lesa humanidad, Rubén Figueroa Alcocer intentó negar los hechos y ejerció una campaña de criminalización para colocar a las víctimas en posición de agresores, pero la denuncia política logró romper con el discurso gubernamental y, sin embargo, los responsables materiales e intelectuales gozan de impunidad para no responder ante el derramamiento de sangre de los campesinos guerrerenses.

Mientras que la OCCS ha sido objeto de detenciones, asesinatos, desapariciones forzadas y hostigamiento policiaco y militar, el ex gobernador Rubén Figueroa se pasea por el estado de Guerrero y frecuenta espacios donde es aclamado por otros políticos y oficio y sujetos serviles al régimen. Por lo que el derecho a la justicia ha sido reiteradamente negado desde los gobiernos del PRI y del PAN, bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador persistió la injusticia y la impunidad y ahora, la presidente Claudia Sheinbaum Pardo tiene la obligación (no personal, sino como representante del Estado) de responder a estos reclamos que tienen tres décadas de estar presentes.

Así como nos duele el derramamiento de la sangre de nuestros hermanos en el Vado de Aguas Blancas, nos duelen todos los crímenes cometidos contra el pueblo como la masacre del Charco, la detención-desaparición forzada de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa, la represión contra los pueblos y sectores organizados y la persecución y prisión política de quienes luchan por mejores condiciones de vida. Por todos ellos exigimos ¡JUSTICIA!

A 30 años de la masacre en el Vado de Aguas Blancas, exigimos el juicio y castigo a los responsables, entre ellos, el exgobernador Rubén Figueroa Alcocer y el expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León; la libertad inmediata e incondicional de los presos políticos como Antonio Barragán Carrasco y el cese a la represión. ¡Sin justicia no hay trasformación!

Atentamente:
¡Por nuestros compañeros caídos, no un minuto de silencio, toda una vida de lucha!
¡Aguas Blancas no se olvida, juicio y castigo a los responsables!
¡Por la Unidad Obrera, Campesina, Indígena y Popular!

Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS