PONENCIA: EL DERECHO DE LA AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS

PONENCIA: EL DERECHO DE LA AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS

Hablar sobre el Derecho a la autodeterminación de los pueblos es de suma importancia en estos momentos que se configuran como convulsos en el plano nacional e internacional, la persistencia de la crisis capitalista mundial pone en peligro la hegemonía del imperialismo norteamericano en el mundo, obligándole a recurrir a métodos más violentos para tratar de mantener su dominio sobre otros pueblos y seguir dirigiendo su ofensiva hacia los países no alineados a su política como lo son China, Rusia, Venezuela, Cuba, Corea del Norte, entre otros.

Se conoce como el Derecho a la libre autodeterminación de los pueblos al “… derecho de un pueblo a decidir sus propias formas de gobierno, perseguir su desarrollo económico, social y cultural, y estructurarse libremente, sin injerencias externas…” (Magistrada María Antonieta Villegaz López); si bien desde la oficialidad este principio del Derecho Internacional tiene su origen en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial Imperialista; el primero en hablar de este principio jurídico fue Vladimir Ilich Lenin y la primera experiencia de la aplicación del mismo la vivimos a través de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

En teoría el derecho a la autodeterminación de los pueblos y forma parte de los ordenamientos jurídicos nacionales e internacionales, pero en los hechos este principio no es respetado por parte de las potencias imperialistas como los Estados Unidos Mexicanos y Gran Bretaña, quienes mantienen a otros países en condición de colonias modernas e imponen sus designios sobre los países dependientes como es el caso de México.

Largo es el historial de intervencionismo por parte del imperialismo, tan solo para recordar, el golpe de Estado militar para derrocar al gobierno de Salvador Allende en Chile, la Guerra de Viet Nam y de Corea, la invasión de las islas Malvinas argentinas, la imposición de dictaduras militares en América del Sur, la invasión del Medio Oriente y el derrocamiento de gobiernos como el de Sadam Husseim y el de Muamar Gadaffi, entre otros que comprueban la hipocresía y actitud cínica del imperialismo que se autoerige como defensor del derecho a la autodeterminación de los pueblos conforme a sus intereses.

El derecho a la autodeterminación de nuestro país se encuentra actualmente cercenado, la dependencia económica respeto a los Estados Unidos anula nuestra soberanía como nación, la situación se vuelve más grave al tener gobiernos antipopulares y serviles al poder burgués y al imperialismo. Desde el despojo de la mitad de nuestro territorio durante la primera intervención a nuestro país hasta la adopción de los compromisos adquiridos por el Tratado México- Estados Unidos-Canadá (T-MEC); se nos han colocado en el papel de proveedores de materias primas y fuerza de trabajo barata, ocasionando así la pérdida de nuestra soberanía, el saqueo de nuestros recursos naturales, la profundización de la explotación económica y opresión política.

Desde la disgregación de la URSS el imperialismo norteamericano se alzó a propia mano como autoridad indiscutible a nivel mundial, pero la existencia de países socialistas y de naciones no alienadas demuestran que nada es absoluto.
El caso de Ucrania y Rusia son muy ilustrativos por todo lo que implica en el campo del derecho y la política internacional, de manera dolosa y maniquea se trata de imponer una visión de la realidad creada y dictada desde el imperialismo para acusar a Rusia de invadir a Ucrania y de llevar a cabo una política de anexión de la región del Donbass. Se trata de imponer a la fuerza la imagen de una Rusia que no respeta el derecho de los pueblos a la autodeterminación.

Mediante agentes y mercenarios financiados por las potencias imperialistas como los Estados Unidos y Gran Bretaña, se han ejecutado lo que se conoce como las Revoluciones de Colores” o “Revoluciones de Primavera”, los cuales han sido golpes de Estado para derrocar a los gobiernos no alineados para imponer títeres serviles. Bajo este contexto tanto la Unión Europea y los Estados Unidos promovieron en 2014 el Euromaidan para derrocar el gobierno democrático ucraniano. Comprobado está que los principales promotores de este movimiento que culminó en un golpe de Estado fueron financiados y preparados por agentes extranjeros.

Producto de este movimiento fue que fue impuesto el gobierno fascista ucraniano actualmente encabezado por Vladímir Selenski, cuya función es la de servir de puente para instalar bases militares de la OTAN en las cercanías de Rusia y ejecutar una ofensiva militar. Por otro lado, desde la imposición del gobierno fascista, el pueblo ucraniano se ha organizado para rechazar este acto injerencista, en medio de las protestas el pueblo de la región del Donbass determinó constituirse en repúblicas populares (la República Popular de Donest y la República Popular de Lugansk), este fue el primer ejercicio del derecho a la autodeterminación en medio de este contexto.

El gobierno fascista ucraniano, lejos de respetar la voluntad de su propio pueblo comenzó a bombardearlo y a cometer infinidad de crímenes contra la población “prorusa”, de esta manera que desde el 2014 la RPD y la RPL han solicitado el auxilio del gobierno ruso. Cabe mencionar que la mayor parte de la población en Ucrania comparte con Rusia desde el idioma y rasgos culturales heredados desde la época de la existencia de la URSS. Derivado de los anterior y dada la clara intención de los Estados Unidos y la Unión Europea de iniciar las agresiones a través de la OTAN, el gobierno ruso decidió realizar la Operación Especial para Desnazificar y Desmilitarizar Ucrania.

Este es el segundo acto del ejercicio del derecho a la autodeterminación por parte de la RPD, la RPL y Rusia; por lo tanto, las acusaciones que hablan de invasión y ocupación del territorio ucraniano son calumnias del imperialismo y parte de una campaña para criminalizar a Rusia y tratar de aislarla. Tan sólo bastó que el imperialismo levantara su pluma para que en todo el mundo se difundiera que Rusia había violado el sagrado derecho de Ucrania a la autodeterminación.

La realidad es concreta y precisa, son los propios pueblos del Donbass quienes han solicitado el auxilio de Rusia, y esta acudió a proteger la vida de seres humanos que hasta el momento eran víctimas de la barbarie fascista. Los incitadores de la violencia son quienes hoy se visten con ropaje de democráticos y solidarios con el “pueblo” de ucrania, aun sabiendo que es “pueblo” que heroicamente está combatiendo está compuesto por mercenarios extranjeros y fascistas.

Un tercer acto que nos muestra el ejercicio del derecho a la libre autodeterminación de los pueblos es el referéndum realizado por la RPD, la RPL y las regiones de Zaporozhie y Jersón para solicitar su ingreso a la Federación Rusa. En este ejercicio democrático donde participó más del 90% de la población y estuvo bajo la mirada de observadores internacionales, los pueblos decidieron pertenecer a la Federación Rusa. Pese a lo transparente del proceso y su legitimidad, tanto Ucrania y el imperialismo se niegan a reconocer los resultados e insultan a la inteligencia al decir que Rusia anexionó a dichas regiones ocupadas.

Si el imperialismo habla de estar en contra de la práctica de la anexión, ¿entonces cuando Estados Unidos nos devolverá los territorios que nos despojaron hace más de 200 años?, ¿Cuándo serán devueltas las islas Malvinas hoy ocupadas por Gran Bretaña?, ¿Cuándo será liberados los pueblos de áfrica de las cadenas que les han impuesto los monopolios y empresas trasnacionales?

Por lo tanto, la lucha por el derecho a la autodeterminación de los pueblos es una bandera de lucha contemporánea, para quienes luchamos por la liberación de nuestro pueblo, es una obligación tanto moral y de conciencia solidarizarnos con quienes hoy enfrentan la política de injerencia imperialista. Desde esta Jornada de Lucha “A 530 años de resistencia indígena y popular: Por justicia, verdad, libertad, presentación y el derecho a la protesta”, enviamos un fraterno y combativo saludo al pueblo de Rusia.