Boletín de Prensa: Protesta tricontinental contra el imperialismo yanqui y sus lacayos

Michoacán, a 4 de julio de 2025

A los medios de comunicación
A los pueblos del mundo
A la opinión pública

Este 4 de julio diversas fuerzas y personalidades antiimperialistas alzamos la voz en esta protesta tricontinental contra el imperialismo yanqui y sus lacayos, repudiando la política dictatorial que el imperialismo norteamericano pretende mantener en el mundo y nuestro país, levantamos nuestro puño contra el injerencismo estadounidense que busca pisotear las soberanías de los pueblos para imponer su voluntad y dignamente salimos a las calles para exigir que dejen de correr los ríos de sangre que causa el capital monopolista internacional.

Los Estados Unidos de Norteamérica surgieron del despojo de las tierras de los pueblos originarios y el genocidio de los nativos, se afianzaron gracias a la mano de esclavos traídos de diversas latitudes del mundo y crecieron gracias a la explotación y opresión de las masas trabajadoras, permitiendo el enriquecimiento de oligarcas industriales y financieros. Ya en el imperialismo, fase superior del capitalismo, levantaron un vasto imperio en base al saqueo y destrucción de otros pueblos.

Debido a su origen y desarrollo como nación burguesa e imperialista, los Estados Unidos buscan imponer su hegemonía a nivel internacional, donde no se siente obligado a rendir cuentas a nadie y exige el sometimiento de todos los pueblos del mundo. De esta manera lleva a cabo guerras de rapiña, interviene para sofocar todo proceso revolucionario de liberación y obliga a otras naciones a postrarse ante su figura, situación que fue palpable en la última reunión del G7 donde los países imperialistas concedieron exenciones y beneficios para el Tío Sam y en la cumbre de la OTAN donde los miembros fueron obligados a destinar mayor parte de su PIB para gasto militar.

Ahora que el mundo capitalista atraviesa una profunda crisis estructural en lo económico y político, el imperialismo norteamericano siente severamente las consecuencias de la misma, obligándole a portarse más sanguinario y violento. De esta manera continua la guerra comercial contra la República Popular China que, dado a que no resiente las consecuencias de la crisis capitalista, se alza en estos momentos como referente del socialismo a nivel internacional; mantiene vivo el fascismo derrotado por los comunistas en la Segunda Guerra Mundial para dirigir la guerra contra Rusia y auspicia al sionismo para continuar el genocidio y exterminio del pueblo de palestina.

Durante la “guerra de los 12 días” contra Irán, “quedó expuesta la convicción belicista, criminal y genocida del sionismo y el imperialismo norteamericano que, pensando gozan de su tan acostumbrada impunidad, violentaron el Derecho Internacional Público y la Carta de las Naciones Unidas.” Quedando claro ante el mundo que el mayor peligro para la humanidad es el imperialismo norteamericano y sus layacos.

Respecto a México, los Estados Unidos han ejecutado una política consistente en mantenernos bajo condición de dependencia económica y sometimiento político, donde desde la primera intervención estadounidense mantiene bajo ocupación más de la mitad de nuestro territorio, intervino activamente para intentar ahogar bajo el terrorismo de Estado los esfuerzos revolucionarios durante la llamada “Guerra Sucia”, mantuvo a sueldo a presidentes como Díaz Ordáz y Luis Echeverría y bajo tratados comerciales abusivos como el TLCAN y el T-MEC, nos obliga a fungir como fuente de materia prima y fuerza de trabajo barata.

La actual administración encabezada por Donald Trump solamente cambia de matiz dichas condiciones, bajo formas más descaradas pretende seguir imponiendo el sometimiento y saqueo de nuestra patria. Tras sus declaraciones sobre el terrorismo, el “crimen organizado”, aranceles y las políticas migratorias, se expresa la convicción imperialista basada en el anexionismo, el racismo, el sionismo, la xenofobia y complejo de superioridad.

A pesar de ello, los diferentes gobiernos mexicanos no han hecho la respectiva defensa de nuestra soberanía y en último caso se han postrado a los pies del vecino del norte. La presente administración encabezada por la presidente Claudia Sheinbaum Pardo ha aceptado cada una de las condiciones que le han sido exigidas por Donald Trump, tal es el caso, la militarización de la frontera norte, el uso en los hechos de nuestro territorio como Tercer País Seguro para los deportados y migrantes, la constante llegada de militares estadounidenses a suelo mexicano, la permisidad para que aviones espía y buques de guerra se entren a territorio nacional, la entrega de mexicanos ya sentenciados por la justicia nacional, entre otros hechos que nos obligan a preguntar: ¿Acaso hay algo que celebrar?, ¿Dónde está la victoria que tanto presume el régimen?, ¿Esta la tan presumida “cooperación”?, tales cuestionamientos son respondidos con dos palabras: entreguismo y subordinación.

La defensa de nuestra soberanía se encuentra en nuestro propio pueblo cuya tradición antiimperialista se ve reflejada en los heroicos ejemplos de los Niños Héroes, Pancho Villa y todos los que combatieron contra los invasores durante las dos intervenciones norteamericanas. Las actuales necesidades nos demandan a alzar las banderas de la lucha por el socialismo en México, lucha de liberación que es tanto anticapitalista y antiimperialista. Así mismo, estamos obligados a dar la solidaridad a los pueblos que luchan por su derecho a la autodeterminación y resisten al imperialismo norteamericano y sus lacayos.

Por ello, en este 4 de julio: Día de Protesta Tricontinental contra el Imperialismo Yanqui y sus Lacayos, quienes nos mantenemos en lucha y resistencia desde nuestras respectivas trincheras de lucha declaramos: ¡VENCEREMOS!

Atentamente:
¡No queremos y no nos dá la gana, ser una colonia norteamericana!
¡Si queremos y sí nos da la gana, ser una patria libre, socialista y soberana!
¡Por la Unidad Obrera, Campesina, Indígena y Popular!

Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS