Análisis. El modelo económico en nuestro país es capitalista y oligarca

Michoacán, a 9 de mayo de 2025

A la opinión pública

La vida económica y social de nuestro país no escapa a las leyes científicas objetivas de desarrollo, siendo el modo de producción el que establece la forma de producir los bienes materiales necesarios para el hombre, la distribución de la riqueza en la sociedad y las relaciones de producción entre los actores de los procesos productivos. De esta manera el mundo ha recorrido varios estadios iniciando con el comunismo primitivo, el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo y en algunos países, el socialismo.

El caso de México expone una forma particular de desarrollo, durante la denominada época prehispánica los pueblos originarios pasaban por un periodo de transición de la comunidad primitiva hacia el esclavismo, la llegada de los invasores españoles trajo consigo formas de desarrollo precapitalistas pero con preponderancia de rasgos del feudalismo y esclavismo, posterior a la revolución de independencia hasta 1857 la burguesía naciente promovió el desarrollo capitalista en nuestro país hasta que con la Constitución de 1857 se colocaron los primeros cimientos jurídicos del capitalismo, después de la revolución de 1910-1917 la burguesía se colocó en el poder político e impulsó el desarrollo capitalista de carácter independiente que se consolidó durante el sexenio de Lázaro Cárdenas del Río, pero después de este sexenio, cada gobierno ha conducido a nuestro país hacia el camino de la dependencia económica respecto al imperialismo norteamericano y el desarrollo capitalista.

En medio de la crisis estructural del capitalismo, durante la etapa neoliberal se impulsó con mayor violencia medidas antipopulares tendientes a anular los derechos conquistados por el pueblo, se impulsaron zonas económicas para beneficio del desarrollo capitalista y la burguesía nacional e internacional que gozaron de un basto incremento de sus ganancias económicas a costa de mayor explotación de las masas trabajadoras. Este periodo se distingue por la entregada en vigor de tratados internacionales injustos como el TLCAN que trajeron mayor explotación laboral, saqueo de los recursos naturales y opresión hacia los sectores que se movilizaban por la solución a sus demandas ; otro de los aspectos importantes es que se intensificó el terrorismo de Estado para mantener la opresión sobre el pueblo y facilitar la acumulación originaria del capital.

Los efectos de la crisis capitalista y sus consecuentes periodos de recesión económica generaron a su vez una crisis política caracterizada por el incremento del descontento popular, la protesta y el cuestionamiento al régimen. Por lo que la burguesía decidió permitir la llegada a la presidencia al ex presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se subordinó al plan económico burgués y caminó bajo las mismas premisas del modo de producción capitalista, siendo el sureste del país donde la burguesía decidió impulsar un nuevo ciclo del capital. Bajo su administración se intensificó la represión contra el pueblo, fueron defendidos los intereses empresariales con las fuerzas armadas, fueron impuestos proyectos con amplia participación de la iniciativa privada y se firmó el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), el cual engrosó los grilletes que mantienen a nuestro país bajo dependencia económica respecto al imperialismo estadounidense.

La presente administración encabezada por Claudia Sheinbaum Pardo da continuidad a este esquema de desarrollo capitalista bajo un esquema de conducción demagogica enmascarada como “segundo piso de la cuarta transformación” y, además, alienada a la aplicación de la Agenda 2030 que esencialmente consiste en :

• Reducción de la pobreza la pobreza por medio del asistencialismo, cuyos fines es palear la miseria de las masas proletarias y servir como mecanismo de control social, paternalista y contrainsurgente ; mientras tanto, el terrorismo y la violencia de Estado suma más víctimas, la mayor parte ellas, provenientes de sectores populares.
• Bajo la bandera de combatir el hambre y lograr la seguridad alimentaria se busca fortalecer la propiedad privada sobre la tierra, facilitando el despojo y la desaparición de la propiedad comunal y ejidal. Se dictan medidas para que las empresas productoras de alimentos puedan lucrar con el hambre a través los bancos de semillas y plantas, el uso de tecnologías genéticas y la eliminación de restricciones comerciales que puedan significar diques para la especulación alimentaria.
• El objetivo de “facilitar el acceso a medicamentos y vacunas esenciales asequibles” es ejecutado en México a través de promover la privatización de la salud. A ello se debe el desmantelamiento del sistema de salud pública y que en los hospitales se carezca hasta de lo más esencial, obligando al pueblo recurrir a los hospitales privados.
• En el campo de la educación se plantea que la niñez solamente tenga educación gratuita hasta la secundaria, mientras que el sector de la educación superior y media superior se busca que los egresados tengan las las competencias necesarias para sostener los procesos productivos ; todo fincado sobre la “educación de calidad” que en los hechos significa la justificar la privatización de la educación y crear un pueblo despolitizado, cretino y sin conciencia de clase.
• Se impulsa el feminismo burgués para mantener la mentira sobre la inexistencia de la lucha de clases, encauzar el descontento popular hacia la lucha fratricida entre hermanos de clase y distraer a las masas populares sobre demandas que no afecten el dominio burgués. En cuanto a la participación plena y efectiva de las mujeres en todos los niveles de la vida política, económica y pública, se trata de simular que la participación de la mujer en el Estado burgués es sinónimo de igualdad. En ello no hay que olvidar que independientemente de quien ocupe algún cargo al interior del Estado, este obedece a los intereses de la clase dominante.
• Sobre el combate al cambio climático, el consumo y producción sostenibles, el uso sostenible de las aguas y la promoción de las energías sostenibles o “energías verdes”, se pretende administrar la industria y los recursos naturales con el fin de frenar el desarrollo industrial nacional y obligar a los países a renunciar a sus recursos naturales, quedando disponibles para el saqueo en beneficio de las potencias imperialistas.
• La Agenda 2030 establece la necesidad de fortalecer el Estado de Derecho, que en México consiste en sostener el Estado policiaco-militar, contrainsurgencia, el terrorismo de Estado y la represión contra el pueblo. Bajo esta premisa se modifica el marco jurídico para hacer más legal la represión como ya lo hacen varias reformas contempladas para el Poder Judicial y la imposición legislativa de medidas de espionaje e inteligencia.
• La Agenda 2030 plantea la necesidad de formar una Alianza Mundial para garantizar la participación de los Estados, la “sociedad civil” y el sector privado para formar una especie de gobierno mundial que permita movilizar todos los recursos disponibles. Para los países considerados en vía de desarrollo y donde impera la pobreza y un bajo desarrollo industrial y económico, implica renunciar a su soberanía como naciones, conduciéndoles al sometimiento perpetuo respecto a las potencias imperialistas. Hacia allá pretenden conducir a México.

El tan presumido Plan México es parte de esta agenda promovida por el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, pero con algunas particularidades que plantean impulsar el desarrollo del capitalismo y mayor acumulación de ganancias en beneficio de las clases explotadoras. Por ello es que el sureste mexicano es en está en este momento bajo la mira empresarial y es el escenario de incremento de la violencia de Estado, la represión y defensa a ultranza de los proyectos económicos de la presente administración.

En conclusión, nuevamente queda demostrado que no hay transformación, sino la continuidad del régimen capitalista que en estos momentos se enmascara bajo un ropaje de "izquierda", pero que en los hechos tiene una conducta mayormente represiva, antipopular, prooligarca y profascista.

Para una verdadera transformación se hace necesario el cambio de modo de producción, la propia historia nos indica que la alternativa para nuestro país es el socialismo. Pero éste no llegará de la mano de algún salvador o mesías, vendrá de las masas explotadas y oprimidas que se organicen de manera independiente y luchen por cambiar sus condiciones de vida.

Atentamente :
¡Por la Unidad Obrera, Campesina, Indígena y Popular !

Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS