El 5 de mayo nos recuerda nuestra herencia antiimperialista

Michoacán, a 5 de mayo de 2025

A los medios de comunicación
A la opinión pública

La Batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862 marca una victoria de nuestro pueblo mexicano contra las potencias extranjeras y una parte de la burguesía y el clero que, actuando como traidores a la patria, buscaban conducir a nuestro país hacia un modelo de desarrollo capitalista dependiente, similar al de una colonia del imperialismo europeo.

En la historia nacional quedaron grabados los nombres de importantes personajes que lucharon contra los intervencionistas, pero es necesario hacer mención que, sin la participación de las milicias y guerrillas populares esta victoria jamás hubiera sido posible. En esta batalla quedó demostrado que la voluntad popular puede hacer frente a todo enemigo, aunque éste se ostente superior y más avanzado. Más tarde, durante la intervención estadounidense de 1914, nuestro pueblo haría gala de su entrega y heroísmo para luchar por la defensa de nuestra soberanía, señalando así que el pueblo mexicano siempre ha tenido una tradición de lucha antiimperialista.

A pesar de la entrega y gallardía popular, la burguesía nacional y su aparato estatal optan por una actitud de servilismo y sumisión respecto al imperialismo norteamericano, en lugar de defender nuestra soberanía aceptan las condiciones que este les impone obligando a nuestro país a transitar bajo la dependencia económica y a ser el patio trasero de los Estados Unidos.

Cada gobierno emanado de la democracia burguesa ha actuado servilmente a su manera, durante el priísmo y el panismo vimos cómo se entregaba nuestra soberanía a empresas transnacionales y se establecía lesivos acuerdos comerciales como el TLCAN ; durante el primer sexenio morenista se mantuvo este camino bajo la firma del T-MEC y una agenda migratoria que convirtió nuestra frontera sur en el muro fronterizo de los Estados Unidos y ahora bajo una administración de continuidad, se conduce a nuestro país por el camino de una agenda internacional oligárquica (Agenda 2030) y se profundiza la injerencia imperialista en la vida política del país.

La junta administrativa estadounidense encabezada por Donald Trump lleva una agenda económica con la cual pretende salir de la crisis económica que enfrenta el imperialismo, donde la única diferencia respecto a la agenda oligarca que representó Kamala Harris (Agenda 2030) es en las formas. Con la llegada de Trump a la Casa Blanca llegaron las pretensiones de continuar el saqueo de nuestros recursos naturales y ejercer mayor dominio sobre nuestro país bajo una visión anexionista e injerencista. Lo anterior porque nuestro país no se ha despojado del papel de fuente de materias primas, proveedor de productos manufacturados y de mano de obra barata en la división internacional del trabajo.

Ni siquiera Trump pisaba todavía la oficina oval cuando el gobierno encabezado por la presidente Claudia Sheinbaum Pardo daba señales de sumisión y servilismo. Desde el inicio de la amenaza arancelaria el gobierno mexicano se acoplado a las exigencias trumpistas como la militarización de nuestra frontera norte, la permisión para realizar labores de espionaje en nuestras fronteras y mares y la instalación de buques de guerra en puertos nacionales, la entrega de mexicanos ya juzgados en el país a las manos de la “justicia” norteamericana, la entrada de militares estadounidenses (con el aval del Senado) y de tropas del Comando Norte a suelo mexicano y la entrega del agua a través del acuerdo de aguas en favor de Estados Unidos.

Todo esto evidencia que la estrategia de Claudia Sheinbaum Pardo consiste en acceder a los chantajes del imperialismo norteamericano, por lo que, independientemente del discurso nacionalista y las palabras sobre una supuesta defensa de la soberanía son eso, palabras y discurso para ocultar su grado de servilismo. Por otro lado, las voces que abiertamente claman por una intervención extrajera en nuestro país representan lo más reaccionario y conservador del régimen, en fin, todo gobierno emanado de la democracia burguesa siempre tendrá este carácter frente al imperialismo.

Por ello es que el heroico ejemplo de nuestro pueblo en aquel 5 de mayo resalta bajo el presente contexto, recordándonos que los mexicanos somos antiimperialistas y que una de nuestras aspiraciones a alcanzar es la construcción de una patria libre u soberana. Por ello es que debemos de conjuntar nuestros esfuerzos por la defensa de nuestras conquistas y de nuestra soberanía e identidad nacional, esfuerzos que se conjuntan bajo las banderas de la lucha por el socialismo en nuestro país. ¡Esta es el noble objetivo que nos heredaron todos los héroes que lucharon por la defensa de la patria !

Atentamente :
¡Por una patria socialista, libre y soberana !
¡Por la Unidad Obrera, Campesina, Indígena y Popular !

Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS