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Análisis. ¿A qué tipo de democracia debemos aspirar?
Martes 28 de mayo de 2024, por
Michoacán, a 28 de mayo de 2024
A los medios de comunicación
Al pueblo de Michoacán, México y allende las fronteras
Análisis. ¿A qué tipo de democracia debemos aspirar?
Nos encontramos a punto de cerrar la coyuntura política marcada por el proceso electoral en México, por lo que los llamados desde las instituciones, los monopolios de la comunicación, los partidos políticos burgueses, personalidades intelectuales y del medio del espectáculo intensifican sus llamados a emitir el voto este próximo 2 de junio. Tal insistencia manifiesta la preocupación de la institucionalidad burguesa sobre el crecimiento del abstencionismo electoral, principal enemigo de la “democracia mexicana” que en los hechos confirma la decadencia de la democracia burguesa y la profundidad de la crisis política por la que pasa nuestro país.
Nuevamente resalta que la democracia burguesa no representa una alternativa para las masas obreras, campesinas y populares, quienes llegan a la conclusión que los políticos de oficio que llegan a algún escaño de representación “popular” no representan los intereses populares, sino que son los sujetos encargados de mantener en pie el presente régimen capitalista y más temprano que tarde, son los verdugos del pueblo, pues terminan avalando las políticas antipopulares y represivas en detrimento del pueblo mexicano.
El sexenio de Andrés Manuel López Obrador confirma nuestra tesis: “… independientemente de quién ocupe la silla presidencial, este siempre actuará como administrador de los intereses oligarcas ponderando éstos ante la voluntad y necesidades del pueblo. Comprobado está que cuando un partido de “izquierda” o progresista arriba al poder bajo los mecanismos e instituciones de la democracia burguesa, siempre llegan condicionados y con oscuros acuerdos con los grupos empresariales a los cuales les corresponde su momento de lucrar con el pueblo.” (Realidades de la Democracia Burguesa en México, Consigna Socialista Num. 69, 2024)
El nuevo partido de Estado, MORENA, se enfrentó a la misma experiencia que tuvo el PRD en su momento, pues de tener un origen sustentado en las aspiraciones populares, se ha convertido en un nuevo barco donde los viejos políticos de oficio y criminales de Estado encontraron un nuevo lugar para parasitar y mantenerse protegidos bajo la impunidad. Como en los tiempos del PRI, la “esperanza de México” retomó las prácticas antidemocráticas y las formas burguesas de hacer política, por tal motivo es que en presente proceso electoral, existe un profundo descontento al interior de su propia militancia por la imposición de candidatos, el manejo faccioso de los cotos de poder al interior de su partido, la incorporación de cuestionables a sus filas y el desplazamiento de la militancia honesta que aspira a una auténtica transformación del país.
Aprovechando el neocorporativismo fortalecido a través de las políticas asistencialistas durante el sexenio de López Obrador, se infunde en el pueblo el temor que “si no gana MORENA, se perderán los apoyos” y se mueven masas de acarreados para llenar los eventos proselitistas de los candidatos. Todo para impulsar lo que será la imposición del próximo personero que servirá de continuador de la política económica iniciada por la casi ya concluida administración.
Por otro lado, los partidos burgueses que figuran como la “oposición”, saltan a la vista de la opinión pública por su convicción reaccionaria, fascista y pro oligarca. A pesar de proclamar que se preocupan por el pueblo mexicano y que luchan contra el intento de instaurar una dictadura en México, no dudan en mostrar su repudio hacia el pueblo, tal y como ocurrió en la marcha “rosa”, donde los simpatizantes de los más reaccionario intentaron realizar actos de provocación contra el magisterio democrático que se mantiene en plantón en la plancha del Zócalo en la Ciudad de México. Además, se encuentran las declaraciones de la candidata opositora que manifiestan su vocación reaccionaria y recalcitrante, haciéndola una figura grotesca y repudiable.
Estos hechos muestran el grado de descomposición y carencia de alternativa de la democracia burguesa, ante ello, muchos mexicanos no descansan en buscar un camino que realmente represente la voluntad popular, pues participar en la farsa electoral del 2024 implica continuar avalando el régimen de explotación y opresión política, por lo que se alza con mayor fuerza la consigna ¡No a la farsa electoral, sí al abstencionismo consciente!
Varios mexicanos piensan que no existe otra alternativa que se alce sobre la democracia burguesa, sin embargo, pese a la censura mediática y los intentos institucionales por negar su existencia, dicha alternativa viene desarrollándose en nuestro país desde hace más de cincuenta años, la organización y lucha independiente de partidos políticos y el Estado y por el socialismo en México. Pues históricamente está comprobada que la lucha de los oprimidos y explotados por esta vía garantiza solución a las diversas demandas y es garante de participación de la ciudadanía, en otras palabras, es un instrumento real del pueblo para construir una verdadera democracia popular y proletaria.
Sin tener que recurrir a las frases teóricas, los países socialistas han puesto en práctica la democracia proletaria, han sido capaces de conducir a las masas hacia una democracia que garantiza el ejercicio de las libertades, el acceso a derechos fundamentales como salud, educación, vivienda, trabajo digno, recreación, entre otros, y expresa la verdadera voluntad de los trabajadores.
Ejemplo de ello es la experiencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), donde la participación ciudadana era amplia y la voluntad popular estaba representada en los soviets, asambleas y comisiones, lugares en donde el pueblo podía mostrar su iniciativa al momento de participar en los proyectos de nación y de ley, así como en la elección de los diputados y autoridades de manera directa. Como sus funcionarios emanaban directamente del pueblo y el proletariado, existía un estrecho vínculo con las masas populares.
Desde la victoria cubana en 1957, Cuba transita por un sistema democrático que permite la participación directa por todo el pueblo a través de la organización de los barrios, los Consejos Populares y las Asambleas del Poder Popular. Sin embargo, el país socialista enfrenta los intentos contrarrevolucionarios del imperialismo norteamericano para desestabilizar el gobierno popular.
En el caso de la República Popular China, para el Partido Comunista “La democracia es un valor común de la humanidad y un ideal que siempre ha sido apreciado…” (China: democracia que sí funciona). Por su parte Xi Jim Ping declaró ante el Comité Central que el sistema democrático de China “ha alcanzado democracia de proceso y democracia de resultados, democracia procedimental y democracia sustancial, democracia directa y democracia indirecta y la unidad de la democracia del pueblo y la voluntad del país”.
Ante este breve ejercicio de comparación, los mexicanos debemos convencernos que la verdadera democracia solamente podrá llegar a través de la lucha por el socialismo. Para los oprimidos y explotados de México y allende nuestras fronteras, la forma más digna de oponerse a la farsa electoral, es fortalecer la organización independiente y enarbolar las consignas: ¡No a la farsa electoral, sí al abstencionismo consciente! ¡A organizar la lucha por el socialismo en México!
Atentamente:
Por la Unidad Obrera, Campesina, Indígena y Popular
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS