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REFERENCIAS DE LA PRISIÓN POLÍTICA EN MÉXICO A TRAVÉS DE LA HISTORIA
jeudi 17 avril 2025, par
Huasteca y Sierra Oriental, 17 de abril de 2025
A LA OPINIÓN PÚBLICA :
REFERENCIAS DE LA PRISIÓN POLÍTICA EN MÉXICO A TRAVÉS DE LA HISTORIA
La prisión por motivos políticos en México es inocultable y tiene antecedentes históricos. Como en otras regiones del mundo, es parte de la historia de la lucha permanente entre desposeídos y poseedores ; oprimidos y opresores ; de tiranos y víctimas ; hasta llegar al capitalismo que es una lucha irreconciliable –a muerte− entre proletarios contra burgueses.
En el sanguinario y genocida colonialismo español sólo se llegó a practicar la prisión por motivos políticos, con altos representantes de Estado-gobierno y oficiales del ejército de nuestros antepasados, sin embargo, terminaron asesinados como la mayoría de los ciudadanos y guerreros. Lo que prevalecía en esa funesta época para nuestros pueblos fue un esclavismo de exterminio y las masacres, crímenes ejecutados de manera conjunta por la corona española y el clero católico.
De ahí para adelante, durante todo el período de la resistencia de nuestros insignes ancestros cualquier indígena, mestizo, criollo o extranjero insurrecto que era prisionero de la corona y clero católico, fue sometido a crueles torturas y bárbaras ejecuciones por órdenes de los Reyes católicos y la “bendición del Dios Jesucristo”.
En los preparativos y enfrentamientos previos a la insurrección del inicio de la Guerra de Independencia, así como en el desarrollo e instauración política de ésta, no había presos ; cuando un insurgente caía en las garras del gobierno invasor y aliados, todos sin excepción, pasaban por el calvario del bendecido tormento y la divina ejecución.
El poder en la naciente nación, México, continúo siendo explotador y opresor contra los sectores populares que se debatían entre la pobreza y miseria, por haber sido objeto de despojo y desplazamiento forzado de sus tierras y arrasados sus pueblos.
Los gobernantes eran criollos alineados a Estados extranjeros, hacendados, indígenas ladinos, peninsulares advenedizos y el clero católico, este último, figura como el principal terrateniente del territorio nacional, por lo tanto, era el número uno en explotar fuerza de trabajo, ésta aún con esenciales rasgos de esclavismo, por lo consiguiente, en la economía el clero era el recaudador más importante de dinero y materias primas, desde la denominada Nueva España al México independiente del siglo IXX.
La forma en que gobernaban mantuvo su contenido supremacista y criminal, por lo tanto, en las mazmorras del poder, los presos por motivos políticos su estancia era muy breve porque eran liberados por la presión y acción popular o de forma inmediata pasaba al fusilamiento, decapitación, hoguera o la aplicación de la Ley fuga. Por lo general, estas prisiones eran ocupadas por pordioseros, indigentes, y de vez, en vez, “se iluminaban” al tener de huéspedes a sujetos de su misma calaña, producto de sus purgas y luchas intestinas por el poder.
Pasada más de una centuria de la pactada independencia de México, entre poderes nacionales y extranjeros, contando con la santificada bendición del clero. Fáctica estipulación de carácter antipopular y despótica que, revivió –la nunca extinta− llama de la lucha popular de los oprimidos contra los opresores.
Visibilizada en el territorio nacional y más allá de las fronteras como la lucha política e ideológica entre conservadores y liberales, que su sustento sociopolítico y masivo de los segundos, era los sectores populares oprimidos.
Acontecimientos nacionales que se ligaron al concierto internacional de desencadenamiento y continuo desarrollo de lucha de pueblos contra tiranías. Momentos históricos donde el castigo de la cárcel por causas políticas fue más frecuente y evidente.
Previo, mientras transcurría y después de la Guerra de Reforma, la persecución y la prisión política se constituyeron como el castigo ejemplar y la disuasión violenta, en lo personal y colectivo, para disidentes, críticos e insurgentes, es decir, dirigido contra las organizaciones populares independientes, su militancia, simpatizantes, colaboradores y bases de apoyo.
Al triunfo de la Guerra de Reforma se quita sólo de escena el ejercicio de poder al clero, porque los terrenales de sotana y ensangrentada cruz, conservaron cotos de poder económicos y políticos, del incipiente capitalismo en México. En la práctica se constituyen en un régimen de clase, explotador, opresor y reaccionario, a pesar de llevar a la cabeza a un connotado liberal de origen indígena, dos elementos políticos ideológicos que impacta de facto como freno y mediatización de las masas populares perfiladas en el desarrollo de la lucha de liberación del yugo opresor y explotador.
Preguntamos ¿Y quién, en estas tierras y tiempo histórico, no tenía esa raíz indígena ? En dicha forma de gobernar y hacer política de los liberales en el poder, donde no sólo hubo presos políticos, se practicaba a la par de ésta, sentencias infames, ejecuciones y matanzas de quienes cuestionaban al régimen económico, social y político, al capitalismo.
Así transcurrió durante los gobiernos liberales, con esos dos elementos de mediatización para la lucha popular e insurgente, ser gobernados por un sujeto político de origen indígena y posición política liberal, que en los hechos fue el derrocamiento de uno grupo de burgueses por otro.
La parte progresista fue hacer, aunque sea sólo a un lado, de la dirección del poder al clero ; quitarles el monopolio de la educación ; reducir su excesivas propiedades y negocios ; las masas populares en continuo proceso de pauperización y con experiencia de lucha acumulada, mantenían reivindicaciones en todos las esferas socioeconómicas, culturales ; la clase campesina no cesa en su lucha porque seguía siendo desposeída, despojada y oprimida ; mientras la pujante clase obrera se organizaba de forma legal y clandestina inspirada en los ejemplos de organización obrera internacionales.
Sin olvidar, la digna posición antiimperialista que tuvieron destacados liberales en las invasiones extranjeras al territorio nacional, que tan bien da origen a la siniestra diplomacia mexicana : justo y progresista en el ámbito internacional ; verdugo y tirano con el pueblo.
La continuidad lógica de la restricción del derecho a la organización, libertad de pensamiento y expresión, manifestación pública, fue la persecución y prisión por causas políticas, en la época histórica gobernada por liberales. Con violencia inusitada fue instaurada la dictadura de un destacado militar liberal que, mediante autoritarismo y manipulación política-electoral, gobernó por más de tres décadas, tiempo en la que se perpetuó la opresión política, represión selectiva y masiva a campesinos, obreros y sectores populares.
El autoritarismo y represión se reflejó en la persecución política, en consecuencia, el número de condenados a prisión creció de forma exponencial. Deleznables prácticas que los tiranos las conjugaron con la leva (durante la reconstrucción de la República y el Porfiriato) y la desaparición forzada, condiciones de las cuales la mayoría de las víctimas –siempre, como hasta ahora, son hijos del pueblo− no regresaron, fueron liquidadas en los campos de trabajo, en las cárceles legales y clandestinas.
La dictadura impuso el paso de la prisión política y desaparición forzada al “mátalos en caliente”. Los presos con una alta moral y autoridad política adquirieron el carácter de presos políticos quienes, al salir con vida de las prisiones de la dictadura por fugarse o por la presión popular, continuaron en el combate contra el régimen, por ello, la mayoría “murió en la raya” porque al abandonar las rejas se incorporaron, con consecuencia política, a su trinchera de lucha.
Al triunfo de la Revolución Democrático Burguesa de 1910-17, la burguesía en el poder impuso como política de Estado la prisión por motivos políticos, con el objetivo de acallar y eliminar la crítica política que surgiera de la disidencia e inconformidad de los sectores populares organizados o espontáneos ; de formas de lucha independiente al régimen que reivindicaban la transformación radical de la sociedad.
Durante la época de las administraciones públicas gobernadas por los generales y de obedientes civiles a las órdenes del ejército y el poder económico nacional y extranjero, la práctica de Estado de prisión política persistió como instrumento de castigo y coacción para el pueblo en lucha.
Dicha práctica fue utilizada también contra la genuina disidencia del sistema político y de los hombres del poder, por lo cual fueron objeto de persecución y cárcel por causas políticas en los marcos de la novel democracia burguesa. Para esos tiempos, en las cárceles, ya había celdas y escondrijos especiales para los presos políticos.
El antepenúltimo General que fungió como presidente de la República mexicana hizo alarde de ser progresista, nacionalista y estar ligado a las causas del pueblo, desplantes que cautivaron a las masas populares despolitizadas, de igual forma tuvo su impacto en el extranjero.
Ante estos acontecimientos, los políticos de oficio de la izquierda tradicional y claudicante intentaron treparse a la ola de simpatía que adquirió aquel fatídico sexenio, sin embargo, no lograron su cometido. Las tretas económicas, políticas y sociales jugaron el papel de contribuir al sometimiento político e ideológico de la clase obrera, campesina y los distintos sectores populares ; al potencial revolucionario del naciente y pujante movimiento sindical y popular fue reducido a fungir como apéndice de Estado.
Poco se supo de la persecución y prisión política, pero se materializó en otras graves prácticas ejercidas durante ese mandato sexenal como la cooptación y mediatización de representantes del movimiento de la clase obrera, campesina y trabajadores informales del campo y la ciudad. Desde ese momento se desencadenó la corporativización masiva mediante la manipulación, demagogia y coacción.
Es la primera y única corporativización de Estado de alcance absoluto que aprisionó a la clase obrera y campesina en las formas burguesas de organización, hasta estos días, a los asalariados del sector público y privado, a trabajadores informales de la ciudad y el campo, así como, la capitulación de parte de la izquierda tradicional y la mayoría de cabezas del movimiento popular.
No se hicieron esperar las disidencias, rupturas y salidas de los grilles de corporativización que aconteció en dos niveles y posiciones políticas ; a nivel cupular (entre charros( en su mayoría por intereses de cotos de poder y, en menor grado, el rompimiento de disidentes por impulsar la lucha gremial y popular de carácter clasista e independiente.
Las pugnas internas entre élites charriles desenmascararon al sindicalismo llamado blanco, es decir, oficialista ; al mismo tiempo, surgieron replanteamientos de las bases del sindicalismo independiente y volvieron a florecer, a la postre, brotar los agrupamientos gremiales y sectoriales de lucha sindical-popular.
Quienes se rebelaron y organizaron contra la corporativización fueron objeto de persecución y prisión política. Las masas trabajadoras y organismos políticos que superaron las medidas represivas materializaron la formación de comités y organizaciones de lucha en el campo y la ciudad, esfuerzos y voluntades que optaron por la senda de la alternativa de organización y lucha con carácter independiente de las estructuras del Estado, con la resolución del cambio de raíz de las condiciones de opresión política y explotación económica, cuyo referente es el modo de producción socialista.
Marco económico, social y político en el que se desarrolla la primera acción política militar armada revolucionaria contra el Ejército mexicano, salto cualitativo de las distintas vías de la lucha de clases en el país que impulsó la organización y unidad de la inconformidad popular.
Fueron los embriones de los futuros esfuerzos organizativos multisectoriales que vieron la luz en coordinadoras y frentes nacionales, en la clase obrera, clase campesina, el conjunto de asalariados, el sector estudiantil-popular y, de nueva cuenta, se reactiva la persecución y prisión política como práctica principal de Estado para someter y abortar, sin conseguirlo, este nuevo episodio en la historia de la lucha popular.
La prisión por motivos políticos en el país se vuelve recurrente a partir de mediados de los años 50. En décadas del 60 y 70 fue un fenómeno masivo, por lo consiguiente, la protesta popular no se hizo esperar y la exigencia de libertad de los presos por motivos políticos se constituyó una demanda nacional enarbolada de manera combativa por organizaciones políticas multisectoriales y el movimiento armado revolucionario.
La respuesta de Estado fue la imposición de decretos de amnistía, la apertura democrática, la Ley que permitía la formación y aceptación de partidos políticos electorales en la democracia burguesa. Medidas políticas de contenido burgués y contrainsurgente que no pusieron fin a esta práctica de Estado, esta se ejerce hasta hoy de manera oculta o abierta.
Ante las prácticas de mediatización, desviación y corporativización del descontento y la lucha popular se le ha interpuesto, de manera consecuente, la alternativa de la organización y lucha popular independiente.
La prisión por motivos políticos se ejecuta en los tiempos de la autodenominada 4t, al igual que sus antecesores, como política de gobierno y práctica de Estado. Se detiene de manera arbitraria, encarcela de forma injustificada y condena inmerecidamente a quien realiza crítica política al régimen, en específico a militantes de organizaciones populares independientes, como a nuestro compañero Higinio Bustos Navarro, integrante del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS).
Compañero nuestro que, el próximo 3 de mayo, cumplirá cuatro años de purgar prisión siendo inocente. El Estado mediante el Poder Judicial del Estado de Veracruz (Fiscalía, Juzgados y Tribunales), pretenden mantenerlo privado de su libertad por 20 años al imponerle esta inmerecida condena, tal medida es represalia política y castigo de Estado con objetivos contrainsurgentes.
A estas injusticias de que es víctima nuestro compañero, se suma la NEGACIÓN de la entrega del expediente por parte del Juzgado Mixto de Primera Instancia, con la pretensión de anularle el derecho a defenderse de la inmerecida condena en instancias judiciales federales.
En estos siete años de administración morenista, a nivel federal, suman más de un centenar de presos por motivos políticos, pero, son acusados con delitos del fuero común o delincuencia organizada para criminalizarlos y justificar condenas que superan la lógica legal.
Son convertidos en rehenes de Estado para obligar al pueblo organizado a renunciar su lucha, y, corporativizar o anular la organización y protesta popular. Entre los encarcelados están luchadores sociales, defensores de la tierra, del agua, de derechos humanos, así como de trabajadores de la comunicación independientes.
Este el marco donde conmemoraremos, el 17 de abril Día Internacional del Preso Político, una conquista del movimiento popular y revolucionario de los pueblos del mundo. Es así que, organismos internacionales se vieron obligados a aceptar su instauración para que fuese visibilizada y desterrada dicha práctica de represión, sin embargo, el imperialismo lo permite con la intención de mediatizar a quienes reivindican la libertad de los presos políticos.
La prisión por motivos políticos, práctica propia y permanente de gobiernos burgueses autoritarios y represivos ; instrumento de castigo contra los sectores populares organizados y en lucha. En México, este instrumento político punitivo es intrínseco al Estado burgués, gobierno tras gobierno lo reproducen en menor o mayor medida.
En el marco del día internacional del preso político, a los sectores populares que se les castiga con esta forma de violencia de Estado, precisa la coordinación y unidad para que al unísono se exija ¡libertad inmediata e incondicional a todos los presos políticos ! Hoy más que nunca se vuelve imprescindible la lucha por el socialismo y contra las condiciones de oprobio que impone el imperialismo en connivencia con los regímenes burgueses de distintas latitudes del mundo.
FRATERNAL Y COMBATIVAMENTE
FRENTE NACIONAL DE LUCHA POR EL SOCIALISMO
FNLS