Portada del sitio > Hidalgo > Dos de octubre y el crimen perenne del Estado

Dos de octubre y el crimen perenne del Estado

Lunes 2 de octubre de 2023, por Huasteca

Plaza Regina, Xalapa, Veracruz a 2 de octubre de 2023

A la opinión pública

El dos de octubre de 1968 el Estado burgués mexicano, encabezado por Gustavo Díaz Ordaz, durante la represión contra el movimiento estudiantil popular cometió múltiples crímenes de lesa humanidad a través del ejército y paramilitares, como la ejecución extrajudicial y desaparición forzada, crimen perenne del Estado cuyo saldo, hasta el día de hoy, es incuantificable.

Los soldados y paramilitares del Batallón Olimpia direccionaron sus armas contra los manifestantes reunidos en la plaza de Tlatelolco, lugar que albergó los diferentes sectores del pueblo trabajador que en unidad exigían, entre otras demandas, la libertad de los presos políticos y la desaparición del cuerpo de granaderos.

En la matanza de Tlatelolco, como se le conoce, se patentizó la crueldad con la que se dirigen los gobiernos contra el pueblo en lucha, en un mismo hecho se registraron múltiples crímenes como la ejecución extrajudicial, desaparición forzada, tortura y masacre.

La masacre fue dirigido contra el movimiento estudiantil popular, porque se negó a permanecer pasivo ante la anulación de sus derechos humanos y constitucionales y, la represión ejercida contra ese sector, fue la manera de pretender apagar un movimiento que el Estado suponía sería capaz de mover a amplias masas descontentas cosa que no podía permitir, tampoco, arriesgar la seguridad de capitales del extranjero.

La defensa a ultranza por parte del Estado a los intereses empresariales, por encima de los intereses populares, no es una quimera, es la esencia de la existencia de este aparato de dominación, en aquella fecha, sin tapujos actuó para garantizar el amasijo de riqueza en manos privadas a partir de la realización de los juegos olímpicos.

El movimiento estudiantil popular no se puede desligar con las luchas desarrolladas en otros estados del país, de hecho, es la continuidad de esas luchas de años atrás, campesinos, maestros, obreros y estudiantes.

Tan es así que, después de los hechos del 68, continuó la lucha popular, es decir, el pueblo ha estado en lucha desde años atrás, porque con ningún gobierno se ha representado los intereses del pueblo, menos resueltas las necesidades elementales de existencia.

Haciendo un análisis en retrospectiva de los acontecimientos nos remite necesariamente a distinguir la actuación del ejército en cada masacre, ejecución extrajudicial o desaparición forzada contra los sectores populares, así también, de la creación, entrenamiento, financiamiento y otorgamiento del fuero de los grupos paramilitares, quienes cometen crímenes por orden o aquiescencia del Estado.

A 55 años de la masacre y del empecinamiento del gobierno de Díaz Ordaz de negar la participación, tanto del ejército, de defenderlo a ultranza, como los paramilitares conocidos como Batallón Olimpia, el gobierno actual continúa en este mismo camino, defender al ejército a pesar de ser señalados como responsables de múltiples crímenes. Como ayer se esconden las cifras y se revictimiza a las víctimas.

No es para menos, como comandante supremo de las fuerzas armadas, es responsable directo de la actuación violenta y criminal de sus soldados, como lo fue el genocida de Díaz Ordaz. El ejecutivo federal en turno hoy defiende a ultranza la institución que antes de ser gobierno acusó de ser responsable de crimines como la desaparición forzada.

Tlatlaya, Tanhuato, Ayotzinapa, son casos innegables en los que los militares se ensañaron contra personas indefensas, del mismo modo, son responsables de la desaparición forzada de los revolucionarios Edmundo y Gabriel. Crímenes del pasado y del presente son obra del ejército mandatados por el ejecutivo federal en turno.

El dos de octubre es un crimen perenne del Estado, porque mientras no sean enjuiciados los responsables, no se esclarezcan los hechos, no exista vedad, es un crimen que permanece, aunque trascurra el tiempo no prescribe. Nos corresponde mantener en nuestra memoria, no permitir que sea arrojado en el olvido.

Esta fecha no debe ser solo un recuerdo de cada año, implica asumir el compromiso real de darle continuidad la lucha, trabajar en la unificación de todos los esfuerzos organizativos para impulsar las demandas de justicia para las víctimas, así como, las nuevas demandas políticas y sociales del pueblo trabajador.

ATENTAMENTE
¡PORQUE EL COLOR DE LA SANGRE JAMÁS SE OLVIDA, LOS MASACRADOS SERÁN VENGADOS!
¡PRESOS POLÍTICOS, LIBERTAD!
¡DESAPARECIDOS, PRESENTACIÓN!
¡POR LA UNIDAD OBRERO, CAMPESINO, INDÍGENA Y POPULAR!
FRENTE NACIONAL DE LUCHA POR EL SOCIALISMO

Portafolio

¿Un mensaje, un comentario?

moderación a priori

Este foro es moderado a priori: su contribución sólo aparecerá una vez validada por un/a administrador/a del sitio.

¿Quién es usted?
Su mensaje

Para crear párrafos, deje simplemente líneas vacías.