27 aniversario de la masacre cometida contra los compañeros Atanasio, Rolando y Nicolás

Huasteca y Sierra Oriental a 8 de septiembre de 2021.

A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
A LAS ORGANIZACIONES POPULARES Y DE DERECHOS HUMANOS
AL PUEBLO EN GENERAL

El día de hoy conmemoramos el 27 aniversario de la masacre cometida contra tres compañeros nuestros; Atanasio y Rolando Hernández Hernández, el 8 de septiembre de 1994 y; Nicolás Hernández Hernández, el 18 de agosto de 1995. Crimen perpetrado por pistoleros de caciques sanguinarios, en contubernio con los tres niveles de gobierno, para pretender detener la lucha organizada en la región.

La impunidad sobre la barbarie cometida en los años 90 persiste, los responsables materiales e intelectuales, contrario a ser enjuiciados, fueron premiados con cargos dentro de las estructuras de gobierno, a pesar de la recomendación emitida por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) por el caso. Una vez más se evidencia la negación al acceso de justicia para los familiares de las víctimas y para el pueblo pobre.

El crimen cometido es una afrenta contra el pueblo trabajador, a pesar que en diversos tratados internacionales y la misma constitución de nuestro país reza sobre el respeto cabal del derecho a la vida, este derecho fundamental es violentado de forma recurrente por los gobiernos de la burguesía que defiende a ultranza los intereses particulares.

Caciques y gobierno se ensañaron contra nuestros compañeros Atanasio, Ronaldo y Nicolás, de esta forma pretendieron detener la voluntad de lucha del pueblo organizado, no obstante, la fuerza y la razón de los pueblos se impuso, el resultado se materializó en la tierra en la que hoy poseen, trabajan y viven varias comunidades y nuevos centros de población de la región.

La promesa de cero impunidad, en el gobierno actual, redunda en lo demagógico, su materialización se pierde en el abismo que existe entre lo que dice y hace, una realidad ilusoria que se presenta ante el pueblo, mientras aumenta día con día la cantidad de víctimas del sector trabajador como en gobiernos anteriores.

Demandas viejas y nuevas se estrellan en el muro de la indiferencia de las instituciones impartidoras de justicia y, en la demagogia gubernamental, sostener que todas las demandas del pueblo están resueltas en lo que va del sexenio es faltar a la inteligencia humana, es perorata hueca que contrasta con la realidad real que vive el pueblo explotado y oprimido.

En todo el territorio nacional se comete crímenes con carácter selectivo contra defensores del medio ambiente, trabajadores de la comunicación, defensores de los derechos humanos y luchadores sociales. Las muertes en Veracruz, Oaxaca, Morelos, Chiapas son sólo un ejemplo de los saldos de los gobiernos estatales, encuadrados en la llamada la cuarta transformación.

El paramilitarismo, es el ariete represivo de Estado que en el pasado reciente se implementó para cometer crímenes, en el sexenio actual, estos grupos son utilizados por los gobiernos estatales como grupos de choque en las comunidades en lucha, así como para cometer una serie de agresiones contra el conjunto del movimiento popular.

De esta forma gobiernos antipopulares como el actual, utilizan a los grupos paramilitares, entrenados por militares en activo para actuar contra su mismo pueblo, la pretensión es eludir la responsabilidad del Estado en el cometido de crímenes, de esa forma garantizan que hombres del régimen no sean enjuiciados, en consecuencia prevalezca la impunidad mientras los familiares de las víctimas, continúan en la espera de verdad y justicia.

En lo que va del gobierno actual persiste la impunidad, la injusticia, la persecución política, el encarcelamiento por motivos políticos, así como, prácticas de terror por gobiernos estatales, a pesar de la negación desde la institucionalidad mediante la demagogia. La realidad es terca, los casos están a la vista, como es el de nuestros compañeros presos en Chiapas, Michoacán y Veracruz.

Nuestro compañero Higinio Bustos Navarro cumplió cuatro meses preso en el CERESO de Tantoyuca, Veracruz por un delito que no cometió, los de Chiapas y Michoacán llevan más de dos años, lo que comprueba la pretensión gubernamental de castigar todo aquel que difiera con la política oficial, así como, luche por la transformación de la sociedad y por el socialismo en México.

La lucha por la tierra es vigente, lo recuperado hace años, hoy tiene que defenderse ante el creciente despojo de éste medio de trabajo del campesino pobre por nuevos caciques, y empresas trasnacionales. No obstante, es necesidad estratégica la lucha organizada de forma independiente de todos sectores populares.

La demanda de justicia está pendiente, en tanto no se castiguen a los responsables materiales e intelectuales de los aberrantes hechos del 8 de septiembre de 1994 y 18 de agosto de 1995 y, porque los crímenes de lesa humanidad y de Estado no prescriben.

Si las víctimas son hijos del pueblo, es quien le corresponde mantener viva en la memoria colectiva, pero además, es el pueblo, de manera organizada, debe exigir juicio y castigo a los responsables de los crímenes de ayer y hoy.

FRATERNAL Y COMBATIVAMENTE

¡8 DE SEPTIEMBRE, NO SE OLVIDA!
¡18 DE AGOSTO, NO SE OLVIDA! ¡ES DE LUCHA, COMBATIVA!
¡LIBERTAD INCONDICIONAL DE LOS COMPAÑEROS JAVIER, ARMANDO, VENTURINO, ASUNCIÓN, LEOBARDO E HIGINIO!
¡PRESENTACIÓN CON VIDA DE TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS!

¡POR LA UNIDAD OBRERO, CAMPESINO, INDÍGENA Y POPULAR!
FRENTE NACIONAL DE LUCHA POR EL SOCIALISMO -FNLS-