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Tinta Socialista No 155. En Veracruz la criminalización de la pobreza y protesta popular es política de gobierno

Jueves 10 de agosto de 2023, por Ciudad de México

Ciudad de México a 10 de agosto de 2023

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En Veracruz la criminalización de la pobreza y protesta popular es política de gobierno; práctica institucional que tipifica al luchador social, defensor de los derechos humanos o pueblo trabajador como “delincuente”, “narcotraficante” o “asesino”, por el simple hecho de organizarse fuera de los marcos corporativos del Estado, defender sus derechos y libertades políticas.

El interrogatorio ilegal y prepotente, amenazas de detención, intimidación, hostigamiento y seguimiento contra el compañero Agustín Hernández Chávez por elementos de la policía en el centro de Xalapa, Veracruz, son actos que violentan los derechos y libertades políticas del pueblo mexicano. Cuestionar al compañero por llevar puesta una gorra color verde y vestir de determinada manera es perverso, de esa manera los agentes policíacos fijan un estándar de las personas que deben detener, en su lógica criminal, son considerados sospechosos, por tanto, sujetos a detención y revisión, aunque éstas sean ilegales.

El hostigamiento contra el compañero se dio en el marco de la Jornada nacional de lucha por justicia, verdad, libertad, presentación y el derecho a la protesta, actividad política en la que exigimos la presentación con vida de los revolucionarios Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, así como la de nuestro compañero Fidencio Gómez Sántiz; libertad inmediata al compañero Higinio Bustos Navarro; cumplimiento a la sentencia 51/2020 que emitió la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); alto a la represión contra el FNLS; respeto al derecho a la protesta y justicia para el compañero Gregorio de la Cruz de la Cruz.

La actitud de la policía en Veracruz es arbitraria, su proceder los delata en su condición represiva, se caracterizan por su prepotencia y abuso de autoridad, razón por la que violentan de manera sistemática los derechos humanos del pueblo trabajador; actúan de esa manera porque se sienten impunes y respaldados por una administración morenista, que en lugar de haber transformado de raíz los cuerpos policíacos, lo único que hizo fue retomar la existencia, conformación y estructura que existía en los gobiernos priistas como en los panistas. En lugar de registrar un cambio dio continuidad a los mismos cuerpos policíacos que emergen como verdugos del pueblo.

El proceder y los dichos de los agentes policíacos son perversos porque incriminan al compañero Agustín por el hecho de llevar puesta una gorra de color verde, la cual venden en cualquier mercado público, tienda o tianguis de cualquier parte del país. Ahora resulta que tener una gorra, independientemente del color o imagen que lleve o no hablar bien el español por ser de origen indígena, la persona es considerada “narcotraficante” o “militar”.

Al compañero le revisaron de manera arbitraria todas sus pertenencias y le sacaron una fotografía a su credencial de elector, este tipo de proceder era un acto común en las dictaduras centroamericanas, pero vivimos en México, lugar donde se supone que estamos en un país democrático, en el que existen gobiernos federal y estatal que respetan los derechos humanos, sin embargo, lo señalado demuestra que estamos ante actos arbitrarios, prepotentes y abuso de poder de parte de los cuerpos policíacos, independientemente de la corporación a la que pertenezcan.

Los agentes policíacos se elevan como jueces de lo moral y como guardianes del “orden público”, vertieron amenazas sobre nuestro compañero, le dijeron que no lo querían ver con gorra, porque de otra manera lo meterían a la cárcel, ¿eso cómo lo podemos conceptualizar? ¿qué ley prohíbe usar gorra en las calles o vía pública?, en los hechos constituyen prácticas fascistas que tienen un propósito bien definido, intimidar y meter miedo a quienes protestan, criminalizar al pueblo por su forma humilde de vestir y por hablar con dificultad el español.

De esto se desprende que la policía hostiga y mantiene un estrecho seguimiento de todas las actividades que realizamos en el plantón de Xalapa, Veracruz, eso se llama hostigamiento y persecución política, en consecuencia, indica la posibilidad de la creación de más carpetas de investigación contra integrantes del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS).

Los interrogatorios prepotentes que le hicieron al compañero, como ¿Eres narcotraficante o militar? Parecerían cuestionamientos sin importancia o de simple rutina, no obstante, por el contexto reciente de represión contra integrantes de nuestra organización se observa que el gobierno de Veracruz de manera perversa quiere imponer una verdad: que la organización está formada por militares o criminales.

El gobernador Cuitláhuac García Jiménez de manera irresponsable y con dolo en su conferencia del 26 de julio del año en curso, arengó sin tener pruebas, que el compañero Higinio Bustos Navarro, preso político de su administración, fue militar; ahora los agentes que detuvieron al compañero Agustín Hernández Chávez, al interrogarlo de manera prepotente y amenazarlo, de manera indirecta lanzaron la misma acusación.

La política de los gobiernos priistas de los años 80 del siglo pasado, luego con las administraciones panistas del 2000 al 2012 y priista del 2012 al 2018 fue la misma: incriminar y criminalizar a luchadores sociales y a organizaciones democráticas independientes con la delincuencia y/o con el narcotráfico, para quitar su condición política, así aplicar la ley a los “infractores de la ley”; dicha política marchó bajo un binomio, incriminar para criminalizar, quitar el contenido político del luchador social y organización popular para encarcelar a dirigentes e integrantes de ellas y acusarlos de delincuentes comunes.

En la presente administración morenista, tanto estatal como federal, pese las promesas de campaña que se hicieron, se esperarían cambios reales y efectivos en el sistema de procuración de justicia, sin embargo, la realidad conformada por infinidad de hechos y denuncias de las víctimas confirma que en lugar de desaparecer dicha política de gobierno le dieron continuidad de otra forma.

Hoy públicamente dicen que no reprimen, pero en los hechos existen presos políticos que purgan condenas injustas o llevan juicios a modo de que sean sentencias por decenas de años, es el caso de nuestro compañero Higinio Bustos Navarro, a quien el gobernador de Veracruz públicamente ante los medios de comunicación lo llamó asesino, sin tener pruebas, mucho menos una sentencia que confirme tal infamia.

La actitud prepotente y arbitraria de la policía de Veracruz no es un caso nuevo, ni un hecho aislado, es un proceder de todos los elementos policíacos, en la calle detienen a cualquier ciudadano bajo el argumento de que se ve sospechoso por su forma de caminar o vestir, en la vía pública detienen a cualquier automovilista por las mismas razones, porque el vehículo se veía sospechoso, el chofer se veía raro o se puso nervioso por su presencia.

En su forma de operar ponen retenes en cualquier lugar de las principales ciudades del estado o en cualquier punto carretero y de manera prepotente revisan vehículos y pertenecías de los van adentro, los graban con las cámaras de sus celulares, todos los ocupantes de los vehículos detenidos son tratados como sospechosos, como cuasi delincuentes, no se diga si hay un accidente de tránsito su proceder es el mismo, en todos los casos buscan cualquier elemento o indicio que les permita extorsionar a los ciudadanos.

El proceder de la policía es una expresión concreta de la militarización en el país y en Veracruz, la Fuerza Civil es la encargada de generar violencia contra el pueblo y sus protocolos están dentro del marco de la militarización del país.

La denuncia y acciones de protesta son una necesidad política, mientras los crímenes de lesa humanidad persistan, razones habrá para realizar acciones políticas de masas; mientras la represión permanezca como política de gobierno, la denuncia en las calles y plazas públicas será una necesidad política.

Atentamente
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS

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