AGUAS BLANCAS, CRIMEN DE ESTADO

Ciudad de México a 28 de junio de 2022
A la opinión pública

Aguas Blancas es un crimen de Estado cuya planeación y ejecución estuvo a cargo de los tres niveles de gobierno de ese entonces. Hasta la fecha el manto de impunidad ha protegido a quienes desde palacio nacional y el ejecutivo estatal dieron la orden del cometido de este crimen de Estado y ejecutado por la policía de Guerrero.

El gobierno intentó validar una versión distinta para evadir su responsabilidad en los hechos, en el diario oficial del estado declaraba: “habitantes procedentes de Tepetixtla que llevaban armas de grueso calibre, machetes, varillas y palos, agredieron a balazos a elementos de la policía Motorizada, quienes repelieron el ataque. En el enfrentamiento hubo un saldo de 14 muertos y 23 heridos, cuatro de ellos policías”.

Versión desmentida con pruebas testimoniales y fotográficas que desenmascararon que la ejecución de este crimen estuvo a cargo de la policía motorizada, policía judicial y agentes del Estado bajo la orden del gobierno federal en coordinación con el ejecutivo del estado de Guerrero. Tiempo después la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), concluyó que en Aguas Blancas se cometieron graves violaciones a los derechos humanos, cuya responsabilidad recaía en el gobierno de Rubén Figueroa.

Pese a la comprobación que se trató de un crimen de Estado ni la entonces Procuraduría General de la Republica, ni la de Guerrero enjuiciaron y castigaron al entonces presidente de la República Ernesto Zedillo Ponce de León, al gobernador de Guerrero Rubén Figueroa Alcocer y a los diferentes jefes de las corporaciones policiacas que llevaron a cabo este crimen.

Aguas Blancas es la expresión de la política de gobierno que se aplica desde sexenios pasados contra el movimiento popular independiente, política represiva que fue diseñada por los gobiernos del PRI y que la actual administración perfecciona de manera velada para golpear a las organizaciones populares de carácter independiente.

A 27 años del crimen cometido contra campesinos aglutinados en la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), las instituciones gubernamentales continúan perpetuando la impunidad para este y otros casos en los que, es inminente la participación de los cuerpos castrenses.

La respuesta del gobierno en la solución de las demandas del pueblo es la violencia institucional como una forma de acallar la voz de protesta que clama justicia, en el caso de Aguas Blancas las demandas puntuales por las que se movilizaban era la presentación con vida de Gilberto Romero Vázquez, integrante de la OCSS, quien fue detenido desaparecido el 24 de mayo de 1995, solución a demandas económicas que el gobierno de Rubén Figueroa se había comprometido a resolver.

El crimen cometido el 28 de junio de 1995 en la cercanía de Aguas Blancas, en el municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero sigue presente, hasta la fecha los responsables materiales e intelectuales de ese hecho siguen sin ser enjuiciados, mucho menos castigados; contrario a ello, a varios funcionarios públicos que fueron parte del cometido de este crimen se les premió con nuevos puestos gubernamentales y son protegidos por el estado de derecho burgués.

La impunidad que prevalece en los crímenes de Estado asegura la continuidad del cometido de estos como parte de la política de gobierno para inhibir la lucha del pueblo que se organiza en la defensa de los derechos humanos y libertades políticas.
Aguas Blancas es una de las demandas pendientes de justicia, a pesar de 27 años de su cometido, la herida sigue abierta, caso que ejemplifica el actuar de las instituciones gubernamentales en la violación sistemática de los derechos humanos en cada crimen de Estado.

El atentado contra la vida es un crimen que repudiamos las organizaciones populares independiente por ser un derecho que nadie puede transgredir y vulnerar, la transformación del país no se logra bajo el sello de la impunidad, independientemente del tiempo transcurrido en el cometido de un crimen de Estado, se debe presentar ante la justicia a quienes cometieron un crimen de Estado contra el pueblo.

Fraternalmente
¡Ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos!
¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!
¡presos políticos, libertad!
¡por la unidad Obrero, campesino, indígena y Popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo FNLS