LETRA SINDICAL: Reinstalación de la mesa de negociación entre CNTE y gobierno no está fuera de la coyuntura electoral

LETRA SINDICAL
Abril 2024

Reinstalación de la mesa de negociación entre CNTE y gobierno no está fuera de la coyuntura electoral

El anuncio de la reinstalación de la mesa de negociación entre la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) y el gobierno federal no está fuera de la coyuntura electoral, a pesar de las aparentes cláusulas que presenta la dirección de la CNTE el diálogo se proyecta desde los medios de comunicación como un acontecimiento de benevolencia institucional.

Dicho manejo lleva implícito el mensaje hacia el conjunto de la base magisterial de que ya se hicieron las pases con el gobierno federal, por lo que desde la posición reformista se apunta a no plantear el voto de castigo y se sumen al proceso electoral sin cortapisas.

Estamos al final del sexenio, el final de un gobierno que dijo representar a las amplias masas de trabajadores, que hizo una promesa de campaña para todos los trabajadores de la educación, el de terminar con la ley educativa de Enrique Peña Nieto por ser lesiva y su carácter privatizador.

En su campaña y durante sus primeros años de mandato el tema de la abrogación de la reforma educativa planteada en el sexenio de Enrique Peña Nieto, fue parte de su eje discursivo para incorporar a los trabajadores de la educación al proceso electoral, para que el conjunto del gremio magisterial abandonara la lucha popular a través de la movilización y abrace los cauces político electorales, es decir, que el magisterio democrático pasara de la lucha independiente a una táctica reformista.

Una buena parte del magisterio independiente creyó de manera ingenua en el planteamiento que hizo Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la corriente oportunista al interior de la CNTE promovió de manera abierta la posición reformista para iniciar su carrera política como funcionarios públicos bajo el ardid de dar el beneficio de la duda a un gobierno diferente.

La tentativa de anulación o abrogación de la ley educativa neoliberal fue la constante de AMLO para mantener en la pasividad política a las bases del magisterio democrático y evitar las acciones de protesta. El manejo político que se hizo de la pandemia de Covid-19 vino a romper con la inercia de movilizaciones, de hacer a un lado la actitud combativa y sostener a la base con falsas esperanzas de tiempos mejores.

A los seis años de distancia de las promesas de campaña los resultados están a la vista, la propia dirección de la CNTE cuestiona la actitud del gobierno federal de no haber hecho lo que prometió, derogar la reforma y anula la esencia neoliberal de la ley educativa del sexenio peñanietista.

La posición del gobierno de AMLO en torno a la derogación de la ley neoliberal es muestra de que lo que vociferó en su campaña fueron promesas y actos demagógicos, decir ahora que no hay tiempo para deshacer toda la reforma de Peña Nieto refleja el verdadero interés que tiene en la educación pública, de poca importancia y de su coincidencia en ver una educación cada vez más privatizada.

La Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros fue la respuesta del gobierno de Morena a los justos reclamos del pueblo y los trabajadores de la educación en la larga jornada contra las reformas neoliberales de Enrique Peña Nieto. Una ley educativa que no cuestiona el carácter mercantil y neoliberal de la que propusieron los gobiernos anteriores, por el contrario, les da continuidad y consuma lo que no se pudo hacer con las formas políticas del panismo y del priismo.

La instrumentación de la Ley Educativa de Morena vino a consumar los objetivos de la ley educativa neoliberal, en estos momentos miles de trabajadores se encuentran afectados en sus derechos laborales. En un primer momento el Estado procuró romper con el control administrativo y político del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, para ser puesta al
servicio de Morena, lo que derivó en un nuevo proceso de corporativización.

Posteriormente las funciones administrativas fueron desconcentradas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y concentradas en diferentes estructuras el Estado, y a través de la Unidad para el Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) esas funciones administrativas ya eran dirigidas directamente por el Estado, donde el SNTE adquiere un papel estrictamente accesorio y supeditado a la directriz de Estado.

Este proceso aunado a la posición reformista al interior de la CNTE empujó a la base democrática del gremio a que se vieran en la dicotomía de aceptar mansamente las nuevas medidas administrativas coercitivas o enfrentar la represión en todas sus formas, una situación que facilitó la puesta en marcha de la táctica reformista, donde diferentes personajes de la CNTE se vieron involucrados en procesos electorales o en su defecto como parte de las estructuras del gobierno.

Los beneficios para los trabajadores de la educación fueron promesas y una farsa gubernamental, al poco tiempo de desmovilizarse la dirección de la CNTE y ejercer una directriz no combativa los intereses gremiales pasaron a segundo plano y poco a poco se hizo a un lado de la agenda nacional.

En este proceso electoral, el tema de la educación pública es irrelevante para los políticos de oficio, ya no es un asunto de primer orden como lo fue en el anterior proceso de campaña de 2018.

Ninguno de los candidatos presidenciales o estatales ha hecho mención del tema de la educación pública para el pueblo de México, y AMLO, quien había hecho de este tema motivo de su campaña termina su mandato con una promesa incumplida.

La historia del movimiento democrático de los trabajadores de la educación nos enseña que no existe otra forma de hacer valer nuestros derechos, de defender las conquistas laborales, más que por la vía independiente, a partir de la organización fuera de las estructuras del Estado, fuera del proceso electoral.

Sólo cuando las bases se movilizan a partir de la exigencia del cumplimiento de nuestros derechos, para evitar más acciones represivas políticas o administrativas, es cuando el gobierno se sienta a dialogar para dar cauce a una posible solución, cuando se exige sin movilización o desde la vía electoral el movimiento democrático es utilizado para fines ajenos y la voluntad de lucha es burlada.

El pueblo de México y los trabajadores de la educación aún necesitamos una ley educativa que privilegie la educación pública, que dignifique la labor docente y administrativa, y no más medidas administrativas que violenten los derechos laborales y humanos.

El actual proceso electoral está alejado de la necesidad de la educación pública; la dirección de la CNTE se aferra a una negociación fuera de los métodos combativos de lucha y le hace guiños al proceso electoral; esta situación hace necesario realizar un balance crítico sexenal de la condición del movimiento democrático magisterial.

La táctica de la lucha independiente y combativa, fuera de las estructuras del gobierno y fuera de cualquier proceso electoral, es lo que requerimos para no sólo hacer valer nuestros derechos, sino revertir los golpes políticos y administrativos asestados al movimiento por partede AMLO y de Morena.

¡Por una educación científica, gratuita, laica y popular!
Colectivo Magisterial Democrático Independiente

Abril de 2024