Día de la Constitución

Plaza Regina, Xalapa, Veracruz a 5 de febrero de 2024

A la opinión publica

Hace 107 años fue promulgada la nueva constitución que regiría el país después de la revolución mexicana, si bien es cierto que la carta maga contempló algunas demandas del pueblo en lucha, fue con el objetivo de detener la lucha popular que aún no veía resuelta las demandas que motivaron el inicio de la lucha armada revolucionaria iniciada en 1910.

Mientras Zapata y Villa se mantenían en la lucha con la exigencia de que se respeta lo establecido en el plan de Ayala, Venustiano Carranza planteaba reformar la constitución de 1857, sin embargo, en su lugar fue redactada otra, con el objetivo de afianzar el poder del Estado, que representa el aparato de dominación de la clase en el poder, la burguesía.

Con la aprobación de todo el congreso, de la nueva constitución, de un zarpazo se da por terminada la revolución, que se tradujo en el asesinato de los jefes de la revolución, entre ellos el General Zapata y Villa.

Así comenzó la era de la represión institucional contra aquellos que mantuvieron los ideales libertarios, porque tenían claro que el Estado, en lugar de cumplir con lo establecido en la carta magna, administraba el descontento popular, la pobreza y garantizaba los bienes de la burguesía naciente.

Cada gobierno tanto municipal, estatal o federal, realiza actos públicos en conmemoración de la promulgación de la constitución política de los estados unidos mexicanos, en ella rinden homenaje a personajes que no representaron los intereses del pueblo. Hacen llamamientos al pueblo mexicano de conducirse con forme a lo establecido en la constitución, respetar y honrarla por representar la armonía entre la sociedad y las instituciones.

Pero ¿Quién de todos los gobiernos, incluidos Carranza, ha respetado la constitución? Ninguno, porque todos representan los intereses de la clase en el poder y no del pueblo. Por tal razón, los actos oficiales son verbenas que rayan en lo absurdo porque, ni los derechos humanos establecidos en la carta magna, como tampoco las libertades políticas se pueden ejercer de manera plena, estas son reprimidas mediante el aparato coercitivo del Estado Burgués mexicano.

Verbigracia, el artículo primero señala que…todas las personas gozaran de los derechos humanos reconocidas en esta constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse… lo establecido es letra muerta porque, el Estado viola los derechos humanos del pueblo trabajador de manera sistemática, así rezan testimonios de las víctimas que hoy son incuantificables.

Autonomía de los poderes, mentira, estos son, como dice el dicho popular, “uña y mugre” que se conducen conforme a los designios del capital, modifican la constitución a la necesidades de la oligarquía nacional y extranjera. En cada órgano del Estado privan grupos de poder político representados por hombres del régimen que se encargan de vigilar y administrar los bienes privados.

Es la esencia a las modificaciones de la constitución mexicana a lo largo de los 107 años de su promulgación, de tal manera que hoy no queda más que recovecos por los que el pueblo le queda caminar pero, que al mismo tiempo, se topa con una serie de obstáculos que no le permiten acceder a sus derechos humanos y libertades políticas.

El ejercicio de sus derechos humanos y sus libertades son violentados, coaccionados y reprimidos con la bota militar, expresados en el cometido de crímenes de lesa humanidad y de Estado. Casos hay millones en todo el país, pero cada gobierno pretende sepultar con datos recortados o maquillados.

Así tenemos el caso de nuestros compañeros que fueron ejecutados extrajudicialmente: Gregorio de la Cruz de la Cruz, Ramiro Rodríguez, Humberto Morales, Efraín Espinoza, Mario Alberto Vázquez, Víctor Alfonso, Héctor Sántiz y el profesor Jesús Toral, contra ellos grave violación a sus derechos humanos, tipificados como crímenes de lesa humanidad y de Estado.

En esa misma orden de ideas está el caso de nuestro compañero Fidencio Gómez Sántiz, desaparecido de manera forzada que el gobierno de Chiapas, abalado por el federal pretende mantenerlo en el olvido con el supuesto extravío del expediente del caso.

En el de los revolucionarios Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, desaparecidos en el 2007, hay negación por parte de la Fiscalía General de la República y el ejército para el cumplimiento de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

A nuestro compañero Higinio Bustos Navarro, fue sentenciado por 20 años de prisión por consigna política del gobierno de la cuarta transformación; al profesor Leobardo Reyes Meza es amenazado de ser nuevamente encarcelado por delitos que no ha cometido. Los compañeros del Ejido el Carrizal y Río Florido en Chiapas son agredidos con arma de fuego por paramilitares, con el aval del gobierno del estado y el federal.

En todo el territorio nacional hay víctimas de violaciones graves a los derechos humanos, víctimas de la interpretación de las leyes de acuerdo a los intereses de clase, de la agresión a los postulados de la constitución y del derecho internacional. El responsable es el Estado, representado en este sexenio por el gobierno autodenominado de la cuarta transformación.

Los discursos de los gobiernos, vertidos en los actos públicos de este 5 de febrero, son demagogia pura, ensalzan logros en las reformas a la constitución que en letra y en los hechos no representan los intereses populares. Como en un inicio, con Carranza, buscan apaciguar el descontento popular. Esencia de los gobiernos de la burguesía.

La constitución mexicana, estipula que como mexicanos tenemos derechos y libertades que podemos ejercer sin ninguna restricción, por lo tanto, cada actividad política, cada denuncia, cada respuesta organizada del pueblo ante la violación flagrante de lo anterior por parte de los gobiernos, independientemente de la forma y magnitud, tiene sustento en la carta magna. Así que ningún gobierno debe coartar la protesta popular.

ATENTAMENTE
¡POR LA UNIDAD OBRERO, CAMPESINO, INDÍGENA Y POPULAR!
FRENTE NACIONAL DE LUCHA POR EL SOCIALISMO