La Protesta como acto legítimo y necesario

A los medios de comunicación
Al pueblo de Michoacán, México y allende las fronteras

La Protesta como acto legítimo y necesario

Ante el cúmulo de injusticias, actos de represión y las declaraciones lanzadas desde las instancias del poder para criminalizar la protesta, los oprimidos y explotados nos vemos obligados a ejercer este derecho humano y constitucional como alternativa para frente a la violencia institucional de parte del Estado Mexicano.
En medida que el proletariado del campo y la ciudad se enfrenta ante una lacerante realidad marcada por el incremento de la violencia, la miseria, la explotación económica y la opresión política; organizarse de forma independiente a los partidos políticos y el Estado, así como la protesta, se vuelven una imperiosa necesidad para lograr la solución a sus más sentidas demandas como educación, salud, trabajo, alimento, entre otras que coadyuvan a mejorar sus condiciones de vida.

La existencia de más de 2,000 presos políticos, 500 mil detenidos desaparecidos, 150 mil ejecutados de manera extrajudicial, los desplazados de manera forzada y demás de cientos de miles de víctimas del terrorismo de Estado, hacen que el pueblo arrope las demandas políticas de Justicia, Verdad, Libertad y Presentación, las cuales, ante la indolencia y demagogia gubernamental, solo pueden ser escuchadas, atendidas y resueltas por medio de la protesta en sus diferentes formas.

Contrario a lo que desde la institucionalidad se califica un delito o actos de “conservadores” y “radicales sin causa”, protestar y manifestarse es una práctica legítima y legal, un derecho irrenunciable para quienes buscan solución a sus diversas demandas; el no ejercerla implica permitir que se sigan cometiendo violaciones a los derechos humanos y crímenes de Estado y de lesa humanidad, callar ante los vituperios y comentarios que lanzan tanto funcionarios y demás agentes de Estado para criminalizar la protesta significa avalar dichas afirmaciones y permitir que al pueblo se le coloque el afiche de delincuente.

Son las condiciones de precariedad y miseria propias de este sistema capitalista los que propician las condiciones para el incremento de la protesta, pues para el pueblo queda claro que mientras se actúe con pasividad, estará siempre condenado a perecer de hambre y enfermedad. En tiempos de crisis económica capitalista a nivel internacional que se manifiesta también en nuestro país como una crisis política del régimen, el descontento popular se desborda ante las condiciones de vida cada vez más lacerantes para las masas trabajadoras.

Dado que toda acción tiene una reacción, es obvio que la protesta rompa con la rutina cotidiana, situación que es aprovechada desde el poder para sostener la falacia de la “afectación al derecho de terceros” y así, descalificar esta acción legítima y generar la confrontación entre hermanos de clase. Pero lo que no se dice es que, al momento de imponer políticas antipopulares, el Estado afecta los derechos de la gran mayoría para beneficiar los intereses de un grupúsculo, en este sentido, no existen terceros, solamente explotados-oprimidos y explotadores-opresores, de aquí que los supuestos terceros afectados no son otros más que los intereses de la burguesía en el poder y las demandas sostenidas por quienes protestan representan los intereses de la amplia mayoría de trabajadores del campo y la ciudad. Que una parte del pueblo se sienta ajeno a esta lucha nos indica la influencia de la educación burguesa que tiende a negar la existencia de las clases sociales y la lucha de clases en nuestro país.

Bajo estos fundamentos, el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) realizamos diversas acciones políticas de masas, difusión y denuncia política, todas estas actividades llevadas a cabo como parte de nuestra Jornada Nacional de Lucha por Justicia, Verdad, Libertad, Presentación y el Derecho a la Protesta; la cual ya ha recorrido varios estados de la república y culminará este 30 de agosto: Día Internacional del Detenido-Desaparecido con una marcha nacional en la Ciudad de México.

En esta Jornada Nacional de Lucha exigimos la presentación con vida de los revolucionarios Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, al mismo tiempo que demandamos al Estado Mexicano y a la SEDENA a que acaten la resolución 51/2020 dictada por la SCJN el 10 de agosto de 2022; la presentación con vida de nuestro compañero Fidencio Gómez Sántiz; la libertad inmediata e incondicional de Higinio Bustos Navarro y justicia para Gregorio de la Cruz de la Cruz y demás compañeros asesinados bajo la aquiescencia y responsabilidad directa del Estado Mexicano.

Bajo este contexto denunciamos la represión y hostigamiento policiaco del gobierno morenista de Cuitláhuac García Jiménez en contra de nuestros compañeros de la región de las Huastecas mantienen el plantón frente al Palacio de Gobierno en Xalapa, Veracruz; y las agresiones armadas de parte del grupo paramilitar “Los Petules” hacia las comunidades de Rio Florido y El Carrizal en Chiapas, estas cometidas bajo la aquiescencia y complicidad del gobierno morenista de Rutilio Escandón Cadenas.

Las agresiones paramilitares y calumnias en contra de nuestros compañeros en el estado de Chiapas, el hostigamiento y represión en contra de quienes sostenemos el plantón en la Plaza Regina en Veracruz, la colocación de vallas para aislar el plantón popular ubicado frente al Palacio Nacional en la Ciudad de México y la insistencia del gobierno de Michoacán en no resolver nuestras demandas en materia de salud, campo, vivienda, entre otras; son intentos por anular el derecho humano y constitucional a la protesta, o sea, son actos de represión cometidos por las administraciones estatales y federal emanados del nuevo partido de Estado, Morena. Pese a las claras evidencias de la existencia de la represión, de manera demagógica el ejecutivo federal se empecina a seguir diciendo que la represión y violaciones a los derechos humanos son cosa del pasado, aun cuando estas prácticas persisten como parte de la política de la mal llamada y autodenominada “Cuarta Transformación”.

En tanto que persista la injusticia, la represión, la explotación económica y opresión política, la protesta surge como una necesidad para el proletariado del campo y la ciudad, lo cual se puede expresar de la siguiente manera: O luchamos por nuestros derechos o perecemos en la pasividad.

Atentamente:
Por la Unidad Obrera, Campesina, Indígena y Popular

Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS