A la Comunidad Universitaria

Plaza Regina, Xalapa de Enríquez, Veracruz, diciembre de 2023

A la Comunidad Universitaria
A la opinión Pública:

Históricamente, en la lucha de clases en nuestro país, el reformismo y neo oportunismo cuando se sienten rebasados por la práctica política del pueblo organizado, es decir, en el terreno de los hechos, recuren a la descalificación, difamación e injuria hacia quienes desarrollamos la lucha popular independiente.

Nefasta práctica de políticos de oficio, de las diferentes vertientes del oportunismo y nuevo oportunismo que, en esta ocasión en la ciudad de Xalapa, levantan cabeza para señalarnos, con dolo, con la intención de aislarnos de las diferentes expresiones de organización y lucha que interactúan en la zona conurbada de la ciudad capital de la entidad veracruzana.

Los motivos de estos sujetos, para lanzar sus infundadas acusaciones son: nuestra persistencia consecuente y combativa en la exigencia de solución de nuestras demandas nacionales como Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) y, principalmente, por la acción política de masas que desarrollamos en Plaza Regina, desde el 20 de febrero del año que en días culminará.

Los sujetos en cuestión, en flagrante abuso de poder, declaran injurias, de manera “informal”, desde cargos públicos de la administración estatal de morena; como integrantes de la cúpula de la burocracia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Veracruzana (UV); y los que utilizan de cobijo supuestos organismos autónomos del Estado con una apariencia social humanista.

Postrados en semejante tribuna de su feudo, los sujetos políticos en referencia, perversamente lanzan interrogantes partiendo, “por el tiempo que ha durado nuestro plantón”, fingiendo ignorancia o candidez, enseguida, sin cuidar las formas y con un dejo de rabia, pasan abruptamente a la afirmación “son financiados”, mientras otros exclaman “son panistas”… para después correr, a manera de rumor, en aulas, recintos y pasillos bajo su dominio.

Estos dichos son tan falsos que sólo le dan credibilidad, aceptación y los reproducen, quienes ignoran la historia de la lucha popular independiente; los que coinciden y/o son parte activa de las formas de organización y lucha de la democracia burguesa; los que por conveniencia o comisión son instrumentos del Estado; otros más que, ante el fracaso y frustración por dificultades en la lucha popular, secundan con resentimiento esas difamaciones.

Todos ellos tienen una concepción ideológica y posición política; factores indisolubles en el sujeto político que los sitúa en una posición de clase, en este caso burguesa, “con o sin militancia”, a partir de la práctica política personal o en grupo, se asume una posición de clase, es decir, se es parte del Estado, de la disidencia, se participa en la lucha popular o en la lucha popular independiente; en el campo de la lucha de masas no existen más espacios, como en la lucha de clases no hay posiciones neutrales.

Las mentiras perversas contra nosotros las percibimos, por un lado, como parte la lucha ideológica, a pesar de ser emitidas con prepotencia y cobardía, por el otro, como una acción contrainsurgente ejecutada directamente por agentes del Estado y algunos otros alfiles que le hacen el caldo gordo a este ente represivo.

En la primera, la lucha ideológica, porque es la descalificación y desprestigio de una forma de lucha –la popular independiente– y de manera específica a nuestro FNLS que, mediante tales infundios, pretenden negar nuestra existencia como alternativa política y nulificar un lineamiento político que comprende objetivos, estrategia, táctica y metodología.

En la segunda, acción contrainsurgente, porque desde el Estado se ordena que, al interior de instituciones educativas públicas de nivel superior y de investigación, se divulguen las mentiras sobre nuestra forma de sostener el plantón en Plaza Regina, “son financiados”; de manera ridícula e infantil, estos sujetos políticos oficiosos, propalan que “pertenecemos” al ultraderechista, fascista y pro imperialista Partido Acción Nacional.

Declaraciones “informales” que se configuran en actos de coerción para los estudiantes y trabajadores de estos centros de estudio e investigación que, han mostrado sensibilidad social, consciencia social y de clase, con la pretensión de alejarlos y prohibirles ejercer de manera libre y voluntaria la solidaridad hacia nuestras demandas y forma de lucha; generar la duda y sembrar cizaña en el esfuerzo de coordinación entre las colectividades en lucha para que se dividan y confronten.

En el campo de la lucha ideológica corresponde a la cúpula de la burocracia y a los profesores de la Facultada de Humanidades de la UV, de afiliación morenista, sustentar sus acusaciones con pruebas objetivas; en teoría y práctica, argumentar por qué no es válida nuestra forma de organización y lucha; exponer qué logros ha dado a los sectores populares la forma de lucha que ellos desarrollan, en concreto, qué se ha realizado por la educación popular y científica, además de poner arcos y policías en las entradas de la Facultad de Humanidades.

Para quienes se incorporan a la luchan por ocupar su tiempo en una actividad loable y otra por circunstancia generacional, hablar de medida contrainsurgente la perciben como una “exageración”, sin embargo, los hechos nos dan la razón. Una institución con visión y misión social y humanista, como se presume esencia y espíritu de la Facultad de Humanidades, tiene en la dirección una estructura autoritaria y lo único que permite que se hable y haga en política es del partido electoral morena y de AMLO y; además, parte de la planta de docentes que fungen como policías políticos al amenazar y hostigar, en las aulas y pasillos, a los estudiantes que desarrollan activismo político.

Coacción y coerción pura que coarta el derecho a la universalidad de ideas y de expresión de éstas a una parte de la comunidad universitaria, reprobables hechos que se inscribe en una atroz violación a los derechos humanos y constitucionales fundamentales que, lo único que busca es sustraer de la esencia y razón de ser –estudiantes y trabajadores sindicalizados– de la comunidad universitaria, de la realidad socioeconómica y política imperante, sobre todo, alejarla de las luchas populares.

La política en las direcciones burocráticas de las instituciones del Estado, que incluye a las universidades públicas, es preservar y hacer apología al sistema capitalista; justificar la explotación económica y opresión política y; hacen bloque contra la disidencia, la crítica, el descontento social, la lucha popular, el derecho humano a la protesta y la lucha por el socialismo.

Empero, es más grave para la lucha popular que individuos y grupos que se denominan de izquierda, luchadores sociales o defensores de injusticias, agrupaciones sociales u organizaciones “apolíticas”, en sus diferentes expresiones, sean presas de las trampas del Estado por ignorancia e inexperiencia política.

Solo un dato, para disipar dudas de los “incrédulos”: Desarrollar plantones de manera permanente e ininterrumpida es una acción política de masas que implementamos desde nuestro surgimiento en el movimiento popular de masas, desde mediados de los años 70, con presencia en las diferentes entidades del país como Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Hidalgo, Veracruz, San Luis Potosí, Puebla, Distrito Federal, Michoacán, Jalisco, Sinaloa, Chihuahua…

Los plantones que marcaron precedente, entre mediados de los años 80 y principio de los 90, ya sea por peso político o duración, fueron los del atrio de la catedral, que se colmó de contingentes de la CNTE, CNPA, CONAMODI, nutridos de las regiones históricas de lucha popular del país, con la solidaridad de la CONMUP, OCOTIL, SUTAUR-MPI, cooperativa Pascual, Sindicato de Costureras, SITUAM, STUNAM, IPN, entre otros sindicatos; colectivos y comités de lucha estudiantiles de las escuelas pública de nivel medio y superior y; de diferentes colectivos urbanos.

Ese plantón duró mes y medio aproximadamente y se retiraron. Nosotros como FDOMEZ y las organizaciones hermanas del MDI continuamos plantados, enfrentamos al menos cinco desalojos. De ahí nos pasamos a la Plaza de Solidaridad, nombrada así después del terremoto de 1985, lugar donde permanecimos 5 años en plantón.

Como FNLS son dos plantones que establecimos en la CDMX con duración de meses, el primero en el zócalo y el segundo frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación; en Michoacán el plantón anual dura al menos de un mes, que establecen los compañeros de las diferentes comunidades en la Plaza Melchor Ocampo como parte de la Jornada de octubre. Los datos asentados aquí son verificables en la prensa escrita de las regiones y zonas geográficas del país citadas.

Por lo consiguiente, es entendible y respetable que, mantenerse en el plantón “tanto tiempo” sea toda una odisea y cuasi un acto heroico para quién siempre ha desarrollado organización y lucha de ocasión, de manera intermitente y desde la comodidad de ida y vuelta; así también, comprendemos a los que a su modo de entender, el activismo político y construir la organización es trabajo que se hace solamente en locales, cubículos, recintos, acudir a asambleas, a una que otra marcha y muchas, muchas pláticas…

Las organizaciones y la militancia no sólo se conocen en sus su discursos, escritos, proclamas y consignas, sino en la congruencia política con respecto a esos planteamientos, es decir, en el terreno de la práctica, en la cual se resuelven concepciones, teorías, estrategia, métodos, etcétera.

Nuestro plantón es una acción política de masas, luego entonces, quienes lo sostienen son militantes de nuestro FNLS con la solidaridad de colectivos, personas sensibles ante la violencia institucional y pueblo en general. Aquí y en todas nuestras actividades y acciones políticas ponemos en práctica la tesis “la lucha es del pueblo”.

COMBATIVAMENTE:
¡POR LA UNIDAD OBRERO, CAMPESINO, INDÍGENA Y POPULAR!
FRENTE NACIONAL DE LUCHA POR EL SOCIALISMO
FNLS