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Tinta Socialista No.127. Los lineamientos contrainsurgentes y el TMEC en México son designio imperialista

Sábado 25 de julio de 2020, por Ciudad de México

Ciudad de México a 25 de julio de 2020

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Las prácticas contrainsurgentes no desistirán mientras los intereses de la clase en el poder estén por encima de los del pueblo; el objetivo de éstas es impedir que los sectores populares se organicen fuera de los marcos corporativos gubernamentales, de ahí que sean un designio imperialista para asegurar la reproducción del capital. El Estado burgués es nodal para su objetivación, un ejemplo de ello es el TMEC.

En una sociedad divida en clases sociales privan los intereses empresariales, su proceder consiste en mantener o aumentar sus ganancias, de tal manera que les permita reproducir el orden de cosas dominante, estas son las directrices económicas y políticas que guían las decisiones de todo Estado burgués, por lo tanto, las necesidades apremiantes del pueblo pasan en segundo término.

En nuestro país, para la ejecución de los planes contrainsurgentes pasan necesariamente por la venía oligarca y los gobiernos imperialistas, no hay decisión fortuita de los políticos del régimen o los voceros de la oligarquía, por tanto, la reunión entre jefes de Estado en Estados Unidos agrupados en el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es la forma de afianzar la dictadura del capital y reafirmar el carácter funcional y dependiente del Estado mexicano.

Hay quienes afirman que con el TMEC o la visita del gobierno federal a los Estado Unidos, la economía del país mejorará al ser parte de un tratado de carácter neoliberal, sin embargo, éste se traduce en mayor opresión para las masas trabajadoras, porque un acuerdo comercial como ese, requiere de garantías de protección y funcionamiento para el capital monopolista trasnacional, para tal enmienda, la burguesía requiere pasividad de las masas y anular el descontento popular.

En este escenario la lógica capitalista requiere asimismo de medidas jurídico-políticas para materializar las operaciones que implica la circulación y realización de mercancías en el país como al extranjero, dicho esto, el Estado mexicano coloca en primer orden los intereses capitalistas lo que a su vez requiere controlar al pueblo organizado y no organizado.

La contrainsurgencia es la pieza que requiere el régimen para alejar a las masas de la organización popular e independiente, porque éstas cuestionan el orden de cosas burgués a través de la crítica política, por esto, para su finalidad requieren de las diferentes estructuras gubernamentales de tal manera que los planes imperialistas se impongan, principalmente ante la necesidad del régimen por afianzar su influencia en México y el resto de América Latina.

La norma en las formas capitalistas para subyugar a los explotados es la mercancía dinero a través de la compra de conciencias, su materialización la realizan mediante organismos que dicen colaborar con el bienestar del “pueblo trabajador”, no hay nada benevolente en los acuerdos de carácter económico que provengan de los voceros oligarcas.

Basta mencionar que Estados Unidos desde enero de 2020 destinó 32 millones de dólares para “ayudar” a México a “cumplir” con el TMEC, esto significa imponer determinados criterios para ejecutar las exigencias imperialistas. Es claro entonces que depender del imperialismo estadounidense implica aceptar dócilmente sus exigencias.

Los mecanismos que allanan el camino para el control económico y político son conocidos por el pueblo organizado, el imperialismo despliega el personal a su servicio como el Departamento del Trabajo (DOL por sus siglas en inglés) organismo que a su vez brindará asesoría técnica al país a través de la Oficina de Asuntos Laborales Internacionales (ILAB por sus siglas en inglés), su objetivo la intentan encubrir con el argumento de mejorar las condiciones de trabajo y fortalecer el Estado de derecho.
Este es el estilo imperialista en su incesante interés por mantener la dictadura del capital.

La aparente ayuda imperialista puede convencer a muchos, empero, su finalidad es inicuo, abiertamente declara su injerensismo económico y político entre las masas trabajadoras, su escurridiza manera de practicar los lineamientos contrainsurgentes se infiere que no escatima recursos para facilitar la explotación y opresión del universo de asalariados.

La cantidad millonaria destinada para el país, es de acuerdo a los preceptos imperialistas para el Estado mexicano “(…) cumpla sus compromisos en virtud del acuerdo” el TMEC, lo anterior precisa la sujeción de las estructuras gubernamentales a los designios del capital extranjero.

Entre las directrices que plantea la oligarquía norteamericana contempla una inversión adicional de 180 millones de dólares en los próximos cuatro años, esto significa que el poder oligarca tendrá influencia en el rumbo que tomen las decisiones políticas y económicas en México, ya que dicha cantidad tendrá como destinatario a “receptores no gubernamentales”, es decir, “organizaciones no gubernamentales”.

La cantidad millonaria tienen objetivos específicos que no hay lugar a dudas de lo nefasto del acuerdo comercial TMEC. Contempla la implementación de la legislación laboral, esto es reforzar la opresión mediante el estado de derecho, porque para su objetivación lo hará a través de la Secretaría del Trabajo, esto se traduce en mayor control de la fuerza de trabajo.

Los lineamientos contrainsurgentes contemplan, además, el carácter ideológico de la clase burguesa. El acuerdo comercial implica “(…) aumentar la conciencia sobre los nuevos requisitos de la legislación laboral”, esto significa forzar a los trabajadores para sujetarlos a nuevos controles jurídico-administrativos, con esto controlar toda expresión de protesta de la clase trabajadora.

El tratado comercial contempla con el supuesto de “(…) brindar capacitación a trabajadores y empleadores para mejorar las relaciones laborales y la negociación colectiva” esta norma imperialista oculta fortificar la relación obrero patronales que se traduce en matizar la explotación para dar causes a la política corporativizante del Estado.

Nada hay nada fortuito en los criterios jurídico-administrativos que plantea las nuevas siglas del tratado comercial, aunado los expuesto en el párrafo anterior, propone la necesidad de “(…) relacionarse con las organizaciones de la sociedad civil para promover condiciones de trabajo aceptables”, esto significa alinear a los trabajadores a los rieles de las exigencias del capital con la colaboración servil de los sindicatos blancos, la participación del oportunismo y reformismo.

Algunos de los organismos proimperialistas designados para implementar los planes contrainsurgentes del régimen son: World Visión, Solidarity Center, Verité, cada uno implementa programas en diferentes áreas de la producción y en aspectos específicos de la legalidad burguesa, de esto se infiere que no será novedoso la proliferación de nuevas figuras de organismos no gubernamentales para impulsar para contrarrestar la organización independiente y combativa en el pueblo.

Un dato insoslayable en medio del rompecabezas imperialista son las facilidades que otorga el gobierno mexicano a través del Programa jóvenes construyendo el futuro en beneficio de los intereses de orden de cosas que impone el capital monopolista trasnacional, con lo dicho por los políticos de oficio de las supuestas bondades del TMEC, en esa retórica oculta las intenciones reales del régimen por redoblar y refinar sus métodos opresivos contra los desposeídos.

En los próximos cuatro años el imperialismo norteamericano y los lineamientos contrainsurgentes serán el lastre para los pobres del campo y la ciudad, un nuevo impulso al desarrollo del capital es real, con esto los desposeídos tenemos elementos políticos que nos ayudan a comprender que el futuro inmediato se verá marcado por la expoliación y mayor explotación para las masas trabajadoras.

El camino se desbroza cada vez más, la lucha popular organizada e independiente es a donde las masas desembocarán, que el oportunismo, el reformismo no nublen nuestra capacidad reflexiva e iniciativa en la lucha por mejorar nuestras condiciones materiales de vida.

¡Por la unidad obrera, campesina, indígena y popular!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS

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