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Tinta Socialista No. 116. La exigencia empresarial no es preservar la salud de la mayoría de los mexicanos

Viernes 3 de abril de 2020, por Ciudad de México

Ciudad de México a 3 de abril de 2020

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La necesidad de preservar la salud de la inmensa mayoría de las familias mexicanas no está representada en las exigencias empresariales. Las medidas gubernamentales para paliar los estragos de este fenómeno sanitario no toman en consideración la profunda dependencia económica de nuestro país respecto a la política imperialista, donde los efectos son todavía más devastadores.

Las cifras de la expansión de la cepa viral en nuestro país dan cuenta de que el efecto en la salud no es tan devastador respecto a lo sucedido en otras naciones en el mundo, empero, los efectos más nocivos se observan en el aspecto económico, esto debido al desarrollo enclenque de la economía mexicana.

La información sesgada y a cuenta gotas no favorece a la superación de la pandemia. La sensación que causa en el pueblo el hecho de que en el país vive un momento de fortaleza ante el fenómeno pandémico no es de aliento, es un rumor muy amplio que se generaliza de que no se dan a conocer todos los datos y que por ello no hay una estadística fiable del efecto del COVID19 en el país.

Los efectos de la contingencia sanitaria no sólo se cuantifican en vidas humanas, pero a lo que más se da difusión es la situación económica que priva en varios países del mundo. Es real que en materia económica las cosas marchan por terrenos escabrosos, sin embargo, esta situación no es del todo responsabilidad la contingencia sanitaria, es la crisis económica que no tiene fondo y que el nuevo virus solamente avivó los efectos.

La situación de crisis económica es una realidad lacerante, cuyas consecuencias deleznables son un hecho inmanente en aquellas naciones condenadas a la dependencia de las políticas imperialistas, por ello, las medidas gubernamentales implementadas para hacer frente a este fenómeno pandémico no son soluciones reales, a lo sumo resultan en paliativos que ponen en primer plano la voracidad empresarial y oligárquica.

El estancamiento económico debido al fenómeno viral es el indicativo de la contradicción inherente al régimen capitalista, porque las necesidades humanas son contrastadas con las exigencias empresariales de un minúsculo grupo de oligarcas, por lo cual, resulta inadmisible que lo primero que se coloque como elemento nodal en el combate al COVID 19 sea el rescate financiero de las empresas monopólicas en lugar de medidas certeras para el control y erradicación de esta nueva cepa viral.

Las “donaciones” o “aportaciones” de firmas empresariales para sumarse a la lucha contra el coronavirus 19 tienen un propósito, lograr un incremento de sus arcas una vez que sea superada la contingencia. No es casual que ya empiece a vaticinar la condonación de impuestos, de la recuperación vía inyección de recursos, entre otras medidas que al final de la balanza quedan en primer plano los intereses económicos de empresarios.

El pueblo no acepta la restricción de quedarse en su casa debido a la necesidad de resolver la manutención diaria, no es por la negativa necia de contrariar una decisión gubernamental. En la vox populi se generaliza la conclusión de que un día sin trabajo es el mismo que no hay para comer. Para algunos pueden parecer axiomas fatalistas, pero sólo quien no siente en carne propia la condición execrable de las masas trabajadoras puede saber lo cierto de esta conclusión.

No es sencillo para la mayoría de la población mexicana dejar las labores cotidianas de ganarse el sustento y aceptar las medidas sanitarias implementadas por las instituciones de salud, por ello, éstas no pueden aplicarse a rajatabla porque existen una amplia gama de particularidades y especificidades en cada un elemento de las masas trabajadoras en un contexto donde la pobreza golpea acremente en los hogares proletarios.

Existe mucha desinformación al respecto, pero ésta no es circunstancial, la mayoría es propalada por medios de comunicación nada serios que buscan generar un ambiente de zozobra generalizado, porque de esta manera resulta más sencillo imponer medidas institucionales que vulneren libertades políticas y den impulso a los negocios truculentos de una cúpula oligárquica.

Dar rienda suelta a información poco fidedigna o a rumores es una perversidad, porque con ello generan que el miedo se apodere de las masas y eso puede conducir a una situación de pánico generalizado. Las compras desesperadas es una forma de realizar mercancías que están varadas, es un mecanismo efectivo de asegurar ganancias para empresarios nacionales y del extranjero.

El razonamiento popular saca sus propias conclusiones, algunas de ellas mediante axiomas de la lógica formal, pero esto no significa que sea totalmente erradas. Es común escuchar que esta situación fue provocada por el “gobierno” para poder justificar el incremento de los precios de los productos y con ello, avanzar en su intento por paliar los efectos de la crisis económica.

La sensación de que no fue obra de la casualidad el surgimiento de esta nueva cepa viral toma singular relevancia, es verdad, la voz de los expertos está ampliamente difundida, no obstante, no todos de ellos colocan dentro de sus conclusiones la situación que priva en el mercado internacional y las contradicciones que existen entre unas naciones y otras.

El rápido incremento de los precios de productos de primera necesidad es un hecho inocultable, ello es el indicativo de que el problema que padecen los mexicanos no es sólo cuidarse de los contagios, sino de buscar la manera de poder adquirir los productos que le permitan la sobrevivencia. De ello se puede responsabilizar a gobernantes y funcionarios, sin embargo, esa responsabilidad la comparten con empresarios y el régimen económico en general.

El aspecto a resaltar es que de un fenómeno sanitario los efectos son manifiestos en la vida económica de un país, lo que nos da el indicativo de las redes comerciales que priva entre los países, distinguidos por la división internacional del trabajo es compleja e ilustra el grado de descomposición del régimen, donde las consecuencias deleznables son para las masas trabajadoras.

No es posible detener el curso del movimiento de la materia orgánica, el surgimiento y decadencia de nuevos microorganismos benéficos como patológicos es parte del movimiento dialéctico de la materia, pero lo anacrónico con respecto al desarrollo de las fuerzas productivas es que en primer plano se encuentre la necesidad de garantizar los negocios de empresarios.

Distintas cámaras empresariales hacen diversos llamados al gobierno federal para que sus intereses sean procurados ante este fenómeno pandémico, donde sin duda la solución va en detrimento de las masas trabajadoras. La exigencia empresarial de destinar un fondo para el rescate de las inversiones es una medida que pondera los intereses mezquinos de una cúpula de señores de negocios.

La nueva cepa viral demuestra la decadencia del régimen capitalista porque en la atención ese fenómeno sanitario priva el deseo de hacer negocios que la necesidad de preservar la salud de la mayoría de la población. Muchos no están en condiciones de abandonar su trabajo, aunque sea por unos días, porque su situación precaria se agudiza conforme avanza el tiempo y no es superado el fenómeno pandémico.

La situación en el mundo era de por sí compleja producto de la crisis económica, ahora con la contingencia sanitaria sus efectos son más agudos. Una economía endeble como la mexicana está condenada a padecer un flagelo más crudo. Al transcurso de los meses la diseminación del virus golpea con mayor intensidad en aquellas economías poderosas, hecho que puede considerarse circunstancial, pero sus efectos tienen estrecha correspondencia con la necesidad resolver el fenómeno de crisis.

No se trata de desear mala vibra a los mexicanos o de probar que la política gubernamental tiene rumbo firme contra el brote del nuevo coronavirus, el hecho irrefutable es que la base económica del capital está en una contradicción que se resuelve con su superación dialéctica. A las masas trabajadoras nos vaticina un escenario que reclama la participación activa que pasa inexorablemente por ejercer la crítica y el análisis de todo lo que rodea.

Atender o no las decisiones gubernamentales tiene relación con reflexión entre la necesidad, la posibilidad y realidad. Hacer frente a la contingencia requiere de más participación de los mexicanos, pero ello no se reduce a quedarse en casa. Hoy se requiere creatividad, iniciativa para afrontar no sólo a la pandemia, sino de desarrollar actividad creadora que sepulte a origen de todos los males, el oprobio que genera el capitalismo.

Frente Nacional de Lucha por el Socialismo
FNLS

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